Hasta siempre, Fernando Argenta

Hay entradas que a uno nunca le gustaría hacer en un blog, y menos aún en un blog de educación
musical, el cual se presupone alegre, divertido, lleno de ideas y actividades a realizar. Pero hoy me tomo una pequeña licencia para despedir desde aquí, al mayor difusor de la música clásica en nuestro país. Ese que hizo que niños y mayores disfrutaran con un arte desconocido o poco atrayente a priori. Gracias a sus programas en RNE como "Clásicos Populares", o su afamado programa de televisión "El Conciertazo", muchas generaciones crecimos, aprendimos, y lo más importante, conseguimos amar a la música clásica. Su forma de dirigirse al público, al oyente, a niños y mayores, su sabiduría, y sobre todo su espontaneidad, hicieron de Fernando Argenta, una de las personas más importantes del panorama de la música y la cultura de nuestro país.
Hijo del gran director de orquesta, Ataúlfo Argenta, el cual murió en un accidente cuando Fernando solo tenía 12 años, siempre ha vivido relacionado con la música en general, y la clásica en particular. Llegó a decir que para él lo raro era como sus compañeros de clase cuando era pequeño, no supieran quien era Beethoven. Desde siempre quiso y tuvo claro que la música sería su forma de vida, y que esa pasión por un arte reservado a un selecto grupo, debería llegar a todos los sectores de la sociedad. Así mantuvo con gran éxito su programa de RNE "Clásicos Populares" durante 32 años, hasta que se prejubiló. Esto no hizo que se desvinculara de la vida social y musical, pues siguió recorriendo toda España y otros países con una serie de conciertos didácticos.
Otro de sus legados más importantes fue el programa matinal de La 2, "El Conciertazo", dirigido a los más pequeños, a los que quiso siempre acercar la música clásica, danzas y ópera como algo cercano a ellos, y no como algo anticuado o aburrido. Más de 8 años en antena es sinónimo del buen hacer y la gran acogida del programa.
Autor también de libros como "Los clásicos también pecan", donde desmitifica a los grandes compositores de la Historia, su legado es impresionante.
Muchos de los que hoy nos dedicamos a la enseñanza de la Música con los más pequeños, lo hacemos en parte, gracias a él. Es un pedagogo sin haber estudiado pedagogía. Un reflejo en el que nos miramos continuamente. Sus programas, obras, anécdotas, llenan las aulas de música de muchos centros, intentando que ese amor por la música clásica siga manteniéndose generación tras generación.
Hoy escuché sus palabras de despedida de la radio en 2008. Frases como "todo lo que hice fue por mi amor a la música clásica, a la sensibilidad...", "quise que la música clásica llegara a todos los grupos sociales, no al grupo que ya la poseía, pues todo el mundo tiene derecho a la cultura", o "me voy tranquilo, feliz", sonaban hoy a testamento en vida. Un orgullo tremendo de haber cumplido con lo que más quería, y de la cantidad de amigos, aficionados y nuevos amantes de la música, que dejó. No puede haber algo más bello que irse de esta vida "tranquilo, feliz", y el lo consiguió.
En este enlace podréis ver varios fragmentos de los programas de "El Conciertazo":
El Conciertazo

Gracias Fernando por todo lo que nos has dejado.
Descanse en paz.







Fuente de las imágenes: www.españaescultura.eshttp://primalamusica.blogspot.com



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