¿Y qué tal regalar salud?

Las personas nos endeudamos para comprar un coche y luego nos vemos obligados a pasar la ITV. Compramos un ordenador nuevo o un dispositivo móvil de última generación y nos aseguramos de cargarle un antivirus. Y, por mal que andemos de tiempo, somos capaces de hacer cola por conseguir una ganga en las rebajas, aunque el precio a pagar siga siendo alto y sepamos que a la siguiente temporada es muy probable que ya no esté de moda.


En cambio no encontramos un minuto para atender esa molestia recurrente en cuello o espalda y no acudimos a un profesional que nos ayude a resolverla hasta que se hace crónica y el dolor nos impide llevar una vida normal. 

¿Qué tal si prevenimos antes de curar? ¿Por qué no regalamos salud? Aunque no nos duela nada, ¿por qué no acudimos a esos otros profesionales de la salud, fisioterapeutas, osteópatas, naturópatas, etc., de vez en cuando? Por el puro placer de relajarnos, de cuidarnos. ¿Por falta de dinero? ¿De tiempo?



En la entrada Webs dedicadas a la salud de los músicos os presentaba 11 posibilidades de cuidarse, de aprender más sobre nosotros mismos. En realidad debería haber titulado la entrada "Webs dedicadas a las disciplinas artísticas", ya que en ella incluía información sobre centros que abordan música, danza y teatro.

Además, desde este año, el Conservatorio Profesional de Música de Gijón también lo es de Danza y eso me ha dado la oportunidad de ampliar el marco de acción y también mi formación. Recién empezado el curso, dentro de las actividades de Estancias pude acudir a la mesa de encuentro "Salud en movimiento" y conocer a Emilia Pérez, bailarina y médico en la Unidad de Medicina de la Danza. Si queréis saber más sobre ella he incluido su web en la entrada que antes os comentaba. Aparece en el número 12.

¿Por qué no regalar alguna sesión de cuidado o prevención? Aunque no duela nada. Yo creo que no es un gasto suprefluo. Más bien es una inversión.