Oímos últimente mucho esta expresión, el gobierno está legislando “a golpe de decreto-ley”, pero ¿sabemos cuál es el significado preciso de esta expresión?
Las leyes se han de tramitar en el Congreso de los Diputados mediante el apoyo de los distintos grupos de la cámara para conseguir que dicha ley se apruebe por mayoría. Existen unos plazos, y se pueden presentar enmiendas a la totalidad o a algunas partes. Sin embargo, el Decreto-Ley es un mecanismo legislativo que sirve para legislar sobre temas urgentes, puesto que es publicado en el BOE sin pasar previamente por ningún mecanismo de negociación democrática en el Parlamento. Posteriormente, las Cortes deben validarlo por mayoría, para que no quede derogado. Pero cuando un partido político posee mayoría absoluta, puede legislar sin problema alguno “a golpe de Decreto-Ley”, puesto que tiene asegurada la aprobación posterior de esta norma por los parlamentarios de su propio grupo político.
Aun así, legislar a “golpe de Decreto-Ley” demuestra un escaso interés en la búsqueda del consenso democrático. Por mucho que un partido político sepa que no necesita a nadie más para aprobar sus leyes, debería en todo momento buscar el consenso y el debate democrático sobre sus decisiones. Y no ir directamente por la vía de rápida de “apruebo lo que quiero, ya que igualmente se va a aprobar”. No es de extrañar que todos los famosos Reales Decretos-Ley de “medidas urgentes para la racionalización del gasto y control del déficit público” (un eufemismo para decir recortes) se aprueben por este método.
Nuestro sistema actual de gobierno se basa en la representatividad, no querer debatir o tramitar las leyes con los que representan a otras personas es igual a dejar de lado a esa parte de la sociedad. Tampoco es de extrañar que estos meses estemos viviendo el mayor descontento por parte del pueblo hacia sus gobernantes; ya que…
gobiernan para nosotros, pero lo hacen sin nosotros.