Hasta ahora no hemos explicado nada acerca de la Programación Neuro-Lingüística aplicada al canto y a la ténica vocal. La PNL nos ayuda a comunicar mucho mejor nuestros mensajes. Nos permite entender cómo nos entienden las otras personas, pudiendo adaptar así nuestras clases de canto al alumno, no sólo en lo referente a sus problemas técnicos, sino a poder transmitirle lo que necesita hacer de forma que lo entienda lo mejor posible. A nosotros, como profesores, nos es una herramienta increíblemente útil. Sin embargo aún no hemos dicho nada de cómo sacar partido de la PNL como cantante.
La semana pasada estaba dándole una clase de canto a un alumno nuevo. A parte de los problemas estrictamente vocales que nos encontramos, su mente le saboteaba al llegar a las notas del primer puente. Tenía la tendencia de mirar hacia abajo y tensar mucho la parte de los hombros, haciendo que se levantasen considerablemente, sólo en la nota aguda de la escala. Este era un ejemplo muy claro del cómo una creencia le estaba impidiendo hacer las notas agudas. La creencia era: hacer notas agudas es difícil.
La PNL nos enseña que, si estás haciendo algo de forma incorrecta, por mucho que te esfuerces en algo, por mucho empeño y dedicación que le pongas, nunca lo vas a conseguir. Normalmente ni siquiera somos conscientes de ello. En nuestro caso, toda esa tensión extra del chico le estaba impidiendo realizar los ejercicios necesarios para poder bajar la laringe, pero él no lo sabía.
Primero intentamos lo obvio. Le pedí que no levantara los hombros en la nota aguda, pero no funcionó. No funcionó porque, de nuevo, él no era consciente de ello. Hay mucha gente que juega con su pelo cuando está nerviosa, con un vaso, con un papel, que mueve la pierna mientras espera sentado ( a veces a velocidades realmente increíbles ), etc. pero no se dan cuenta.
Para arreglarlo teníamos que hacer algo diferente de lo que él estaba haciendo, para romper el disparador que activaba ese comportamiento. Evitar subir los hombros era demasiado difícil, por lo que opté por pedirle que me mirase a los ojos mientras hacía el ejercicio, en vez de hacia abajo. Al chico le daba mucha vergüenza, así que simplemente cambié mis ojos por un punto de la pared de detrás mio. El problema se desvaneció al instante. Lo que hicimos fue quitarle el "piloto automático" a su mente, obligándola a estar por otra cosa mientras hacía los ejercicios.
Absolutamente todos nosotros tenemos este tipo de comportamiento instalados, y no hacen más que perjudicarnos. Algunos tendemos a ladear la cabeza en las notas agudas, otros estiramos el cuello hacia arriba, otros miramos hacia arriba, otros fruncimos el ceño, apretamos el puño, etc.
Si aún no has detectado los tuyos, la próxima vez que practiques o cantes, intenta observarte a ti mismo. Un espejo no va mal, pero personalmente me gusta más ser consciente de tu cuerpo. Asegúrate de estar en un estado completamente relajado antes de empezar a cantar. Así, cuando salgan las tensiones, podrás compararlas con el estar relajado, y así podrás reconocerlas. Otro método es hacer alguna actividad mientras cantas. Por ejemplo, mientras haces la cena, estás en la bicicleta, recoges tu habitación o limpias la casa, etc. Como tendrás a todo tu cuerpo ocupado en otras cosas, notarás de inmediato alguna tensión que te impida hacerlas. Eso sí, ten cuidado de hacerlo durante una actividad que pueda ser peligrosa. Si tu movimiento involuntario es cerrar los ojos en las notas agudas, no hagas la prueba mientras conduces :)
Una vez detectado el movimiento involuntario, intenta buscar una acción contraria para desactivarlo. Por ejemplo, si tiendes a cerrar el puño, mantén las manos pegadas a la pared. Si tiendes a subir el cuello mirando hacia arriba, canta mirando hacia abajo o incluso inclina tu cintura hacia el suelo, ... seguro que ya has cogido la idea. De esta forma aislarás ese comportamiento, y ese es el primer paso para desactivarlo.
Todos estos movimientos involuntarios son completamente innecesarios para cantar, así que de cuanto más bagaje te deshagas, más libre serás. La moraleja es que todo gesto que hagas debe ser hecho de forma voluntaria, sea cual sea la razón.
En una nueva entrada del blog escribiré acerca de una herramienta muy útil de la PNL: los anclajes. A través de hipnosis podemos conseguir instalar estados útiles en nuestra mente y guardarlos. Posteriormente los podemos reactivar con una especie de interruptor, cuando los necesitemos. Esto se puede usar como un nivel más avanzado para solucionar el tipo de problema que hemos hablado hoy, pero también va muy bien para disipar o incluso eliminar nervios, relajarse de forma instantánea, etc.
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Carlos Campaña