Hace pocas horas ha fallecido, a la edad de 86 años, el compositor alemán Hans Werner Henze. Para este último momento de su vida eligió su país, a pesar de que hace 60 años decidió exiliarse por sentirse allí incomprendido y rechazado por sus ideas políticas y discriminado por su homosexualidad.
En 1953, Henze se había trasladado a Italia, un país entonces mucho más abierto y tolerante que ahora. Además, la sociedad italiana en aquel tiempo era mucho más comprometida y participativa políticamente que ahora, algo que seguramente contribuiría definitivamente a la elección del compositor, que militó activamente en el Partido Comunista Italiano por firme convicción durante décadas, tras haberlo hecho en el ejercito nazi por obligación durante el último año de la II Guerra Mundial, que pasó casi enteramente en un campo de prisioneros británico.
El compromiso político y social está muy presente en la música de Henze: basta recordar su obra de cámara para voz y 7 instrumentos El Cimarrón (1970), subtitulada Autobiografía del esclavo huido Esteban Montejo y ambientada en la Cuba colonial, su ópera We Come to the River (1976), sobre los horrores de la guerra o su Sinfonía nº9 (1997), dedicada a los héroes y mártires del antifascismo alemán.
El catálogo de obras de Henze es muy extenso y variado, tanto por la cantidad de géneros diferentes a los que se ha dedicado (óperas, ballets, sinfonías, música de cámara para muy distintos tipos de formaciones vocales e instrumentales, conciertos, sonatas, …) como por las diversas técnicas y corrientes sucesivamente experimentadas (desde el dodecafonismo y el serialismo integral hasta el neoclasicismo) y la influencia de distintos compositores, sobre todo Stravinsky, y estilos musicales, incluyendo el jazz, el rock y la música popular.
Una muestra bastante significativa de la versatilidad de Henze y de la variedad de su obra la podemos encontrar en el siguiente vídeo, que en realidad es una playlist que en este momento incluye 17 vídeos y que pertenece al canal de YouTube de TheWellezsTheatre, que contiene más de 1.000 vídeos de obras de música contemporánea.
Además de su extensa obra, Henze nos lega el Cantiere Internazionale d’Arte di Montepulciano, un acontecimiento musical con unas características tan peculiares como fascinantes. La palabra italiana cantiere se refiere a un lugar en el que se construye algo, por ejemplo un cantiere navale es un astillero, un cantiere edile es un edificio en obras. Lo que se pretende construir cada verano en Montepulciano, un pequeño pueblo toscano en las afueras de Siena, son nuevas formas de comunicación artística, implicando a la población local y buscando cierta repercusión en la misma mediante un espíritu de amistad y cooperación que envuelve a todos los artistas que deciden participar, ninguno de los cuales percibe honorario alguno.
Al tratarse de experimentación musical, se considera imprescindible un actitud abierta entre los participantes, que nunca tienen que olvidar que en ese contexto todos aprenden de todos. El mismo Henze redactó en 1989, trece años después de la primera edición del Cantiere, un manifiesto que recoge los principios que lo rigen, entre los que destacan la igualdad y horizontalidad (qui noi tutti siamo insegnanti e al tempo stesso studenti) y el compromiso social (… Montepulciano non è un festival di tipo commerciale, ma che si tratta, invece, di animazione politico-sociale e culturale).
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