Oh, blanca Navidad,
sueño y con la nieve alrededor.
Blanca Noche Buena,
mi mensajera de paz y de puro amor .
Oh, blanca Navidad,
nieva un blanco sueño y un cantar
la nostalgia vuelve al hogar
al llegar la blanca Navidad.
Hizo un poco de todo en su vida, y todo con mucha pasión. Una pasión al servicio de su gran pasión, la música clásica a la que hizo bajar del podio para caminar en zapatillas por la casa, como un familiar al que había que primero, querer, sin dejar de respetar. Este lunes, Fernando Argenta ha dejado huérfanos a muchos amantes de la música y la radio.
Le gustaban la naturalidad, la espontaneidad -nunca fue un locutor envarado al uso de su época- y muy poco la burocracia, como recuerdan sus compañeros de RNE.
Su papel como divulgador de la música clásica en los hogares españoles tuvo especial relevancia por el éxito de programas como Clásicos populares, de Radio Nacional, y El conciertazo, en Televisión Española.
Descanse en paz