Todo nuestro cole trabajará este curso bajo el hilo conductor de un mismo proyecto al cual se le ha bautizado con el nombre de: "Sabor a Paz", y la asignatura de música no va a ser menos que nadie y va a aportar un ingrediente de gran calidad al menú de degustación. Buscando en la web encontré este artículo que me ha ahorrado el hacer una selección de temas musicales que hagan referencia a la cocina, alimentación, recetas... gracias  +Ricardo Ojalvo por su artículo que os trasladamos aquí.
Algunos de estos temas y por suerte no todos, los trabajaremos en el aula de música (jijiji) y alguna que otra grabación sorpresa por parte del profesorado del +Ceip MENENDEZ Y PELAYO que ya mostraremos por aquí. Os dejo con el texto original: 
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| Idea original adaptada | 
Ruborizado estoy, coloradito y con las orejas calientes como después de tres horas en la cocina con los fogones al rojo vivo, el horno insatisfecho, y el fregadero a  rebosar; y no sé si se debe más al efecto de la risa permanente que me  ha provocado el arduo trabajo de documentación para el artículo que  estáis empezando a leer, o al estado de vergüenza ajena que me ha dejado  mucho de lo visto y oído durante la última media hora.
Y es que hoy he venido a  hablaros de música y de cocina, de canciones de comida o de hits sin  desperdicio en los que ingredientes o instrumentos de cocina variados,  son la excusa perfecta para dejar caer insinuaciones erótico-festivas  de todos los géneros, para todos los gustos. He de decir que, a la hora  de hacer la selección, he dejado de un lado recomendaciones serias y  decentes como las que en su día nos hizo Mikel Iturriaga en su antiguo  blog Ondakin, en un artículo titulado Las mejores canciones sobre comida. Reconozco que mi selección no es de lo mejor de la música gourmet, sino más bien de lo más… Dejémoslo en peculiar.
1. Chupa la gamba, Maripuri; de Paco y Curro. Empezamos el top ten con fuerza, con un hit  de las gasolineras que he preferido que escuchéis en primer lugar, para  evitar que os paséis el resto del día con el soniquete en la cabeza. No  os perdáis el acompañamiento del organillo y los sonidos de chuperreteos de fondo cada vez que se entona el “chupa la gamba”. Tremendo.
2. La barbacoa, de Georgie Dann. Todo un clásico de la gastroteca  cuya letra original se ha empeñado en borrar de nuestra mente este  verano una conocida cadena de grandes almacenes. Eso sí, ojito si andáis  con el colesterol disparado, porque este temazo es todo un canto a los  chorizos parrilleros,a las salchichas a la brasa, a las chuletas de  cordero, etc.
3. La banana. El único fruto del amor; de Michael Chacón. Toda una herencia de las Mama Chicho de Telecinco, una letra “nada  sugerente” que no sale de lo mismo en los más de cuatro minutos que  dura: de la banana, de la banana. No os perdáis el baile y los gritos  entre estrofa y estrofa de este mulato.
4. La mayonesa (Bate que bate), del Grupo Chocolate. Otro clasicazo en el que, sin saber cómo ni cuando, se empieza batiendo  chocolate y se acaba haciendo mayonesa. Se corta, seguro, pero no  parece importarle a nadie. Es un perfecto documento del arte de hacer  una canción de la nada. Me imagino al autor de la letra, pluma en mano,  mirando al techo y escribiendo con cara de concentración: “ella me bate  como haciendo mayonesa, todo lo que había tomado, se me subió pronto a  la cabeza…”. ¡Fantástico!
5. Sopa de caracol. De Banda Blanca. Y para poner el broche de oro a los ritmos latinos, otro súper hit  en el que, en una lengua extraña, yo diría que se relata la receta de  la sopa de caracol. O eso, o estamos en un caso clarísimo de surrealismo  gastropachanguero. Lo de Banda Blanca también tiene su guasa. Echadle un ojo al vídeo y os explicaréis por qué lo digo.
6. Jefe, ¿qué es lo que tienes? – Anuncio publicitario de la ONCE. Este anuncio rompió moldes en el verano de 2007, y es un canto al  costumbrismo de los chiringuitos y los bares de tapas de la España más typical. Todos juntos: “tengo gambas, tengo chopitos, tengo croquetas, tengo jamón…”.
7. Sabor de amor, de Danza invisible. Ésta era ineludible, no me digáis que no. ¿Quién no ha bailado esto en  una boda y, aún con la mente lúcida, se ha preguntado entre brinco y  brinco: “pero en qué estaba pensando -o mejor- qué estaba comiendo este  chiquillo cuando escribió este popazo? “Boca de piñón,  besarte es como comer palomitas de maíz. Tus ojos son del negro de un  mejillón en su punto de sal. Labios de fresa, sabor de amor, la pulpa de  la fruta de la pasión…”.
8. Con un poco de azúcar, de Mary Poppins (Disney).  Y ahora, dos canciones infantiles. Ésta, en la que Julie Andrews nos  inyecta una buena dosis de insulina, para que entre mejor el nosequé.  Uno de los pocos ejemplos de alusiones a la comida en la música, sin  ningún tipo de connotación sexual. “Con un poco de azúcar, la píldora  que os dan pasará mejor…”. Y que nadie diga lo contrario, por favor.
9. El baile de la tetera, de Cantajuegos. Este temazo incluye baile, y pega todo un repasito al menaje de cocina  básico e imprescindible: taza, tetera, cuchara, cucharón, plato hondo,  plato llano, cuchillito, tenedor, salero, azucarero, batidora, y olla  exprés. A los niños les encanta, y a los padres también.
10. Con las manos en la masa. De Joaquín Sabina y Vainica Doble. Y para acabar, mi favorita, cantada por el Sabina de la voz dulce, o el  Sabina de la voz, a secas. La letra no tiene ni una migajita de  desperdicio, y hay que decir que hoy hubiera supuesto una bomba nuclear  en el seno del feminismo, y lo peor es que no les hubiera faltado razón.  “Siempre que vuelves a casa, me pillas en la cocina, embadurnada de  harina, con las manos en la masa. Niña, no quiero platos finos, vengo  del trabajo, y no me apetece pato chino, a ver si me aliñas un gazpacho  con su ajo y su pepino.” Estribillo: “papas con arroz, bonito  con tomate, cochifrito, caldereta, migas con chocolate, cebolleta en  vinagreta, morteruelo, lacon con grelos, bacalao al pil-pil y un poquito  perejil…”.
Y ahora viene lo mejor, como siempre: vuestras sugerencias.
 
        








