No hay mayor orgullo para una profe que ver como el grupo de valientes crece y crece...
¡Ya son un quinteto!
Y estoy segura que en breve estará toda la clase.
Estos chicos/as de 3º ¡prometen!
¡Gracias flautistas!
¡La música es vuestra!
Daily Archives: 4 octubre 2015
No hay mayor orgullo para una profe que ver como el grupo de valientes crece y crece...
¡Ya son un quinteto!
Y estoy segura que en breve estará toda la clase.
Estos chicos/as de 3º ¡prometen!
¡Gracias flautistas!
¡La música es vuestra!
¡Ya son un quinteto!
Y estoy segura que en breve estará toda la clase.
Estos chicos/as de 3º ¡prometen!
¡Gracias flautistas!
¡La música es vuestra!
JOHANNES BRAHMS nació en Hamburgo (Alemania) en 1833 y murió en Viena (Austria) en 1897.
Brahms representaba, dentro de la música del Romanticismo de la primera época, un continuador de la tradición clásica.
Su familia era muy modesta y su padre se ganaba la vida como músico en las tabernas de Hamburgo. Johannes empezó a mostrar muy pronto grandes cualidades para la música y solía acompañar a su padre tocando el violín e interpretando la música de moda en ese momento, especialmente de baile.
Estudió piano y se convirtió en un magnífico pianista aunque su auténtica vocación era la composición. Tras conocer a Robert Schumann y a su esposa Clara, quienes reconocieron su joven talento, recibió un gran apoyo a su carrera y establecieron una amistad que duró para siempre.
En 1862 se instaló en Viena, capital musical europea y desarrolló su estilo personal que en principio se había centrado en la producción de obras para piano, para posteriormente abordar las grandes formas instrumentales, como sinfonías, cuartetos y quintetos. Curiosamente nunca compuso ni poemas sinfónicos ni óperas tan de moda en el romanticismo, aunque son sus lieders un modelo de inspiración romántica.
En esta ocasión os dejo un divertido vídeo de "Los tres cerditos" con la Danza húngara nº 5 de Brahms y a continuación otro con la Danza húngara nº 5 interpretada por la Filarmónica de Berlín dirigida por Claudio Abbado. ¡Disfrutadlos!