Después de tantos días, semanas, meses, cursos… con los niños, los profesores vivimos muchos momentos, unos buenos y otros no tan buenos. Pero es tal la satisfacción de los buenos, que por eso muchos seguimos pensando que a lo mejor lo que hacemos merece la pena.
Hoy, quiero compartir un regalo que recibí el año pasado de una alumna y una familia especial. No tiene valor sólo artístico (que está hecho a mano y es un pedazo de trabajo) sino también sentimental, ya que me dejaron el siguiente mensaje.
Un día pensé que a una persona que pasa cinco horas de su vida con ángeles deberían regalarle uno. Los ángeles sólo los da Dios, pero yo creo que San Miguel puede ser el suyo de todas maneras.
Usted ya tiene un cachito de cielo ganado, ya que enseña a lo que más cerca del cielo está.
Las cosas no ocurren por casualidad, todo ocurre por algo. San Miguel está en sus manos no por casualidad.