En España el barroco supone una etapa de decadencia musical, reflejo de su crisis política y económica y de su aislamiento internacional.
Tras la muerte de Felipe II en 1598, comenzará una larga etapa de recesión que se mantendrá todo el S. XVII bajo los reinados de los últimos tres austrias: Felipe III, Felipe IV y Carlos II, cuya muerte provocará una guerra de sucesión que terminará con la llegada a la corona española del primer borbón: Felipe V.
Es una época de decadencia científica y universitaria. Sin embargo en las artes plásticas y la literatura mantuvieron un esplendor con personalidades como Zurbarán, Velázquez, Quevedo, Góngora, Lope de Vega o Calderón. En música no sucederá lo mismo. Las razones son:
Se deja de valorar la música.
Repiten lo que se había inventado en el Renacimiento
Se dedican a imitar a Italia y Francia.
El paso de Renacimiento al Barroco no supondrá un cambio brusco en el lenguaje de los compositores sino una evolución paulatina que irá asumiendo poco a poco algunas innovaciones. El barroco en España comienza con la monodía acompañada como en el resto de los países. La música monódica en el siglo XVII está libre de influencia italiana, lo que no ocurrirá con la del S. XVIII.
Los elementos que definen el barroco español son:
No se siguen los estilos europeos (Concerto, Suite, Pasión, Oratorio).
Nacen formas típicas: la zarzuela y la tonadilla.
Siguen teniendo importancia las formas religiosas.
Sigue en vigor la escuela organística de Cabezón.
El ritmo de hemiolia es característico de la música española: consiste en introducir un ritmo binario en un compás ternario.(acentuación del texto en la música vocal).
Música vocal:
a) Religiosa
Audición: Regina caeli.Joan Cererols.
Sigue siendo el repertorio musical más importante cultivando las formas polifónicas tradicionales de motetes y misas con texto en latín y destinados a las celebraciones más solemnes.
En las festividades religiosas de carácter más popular se introducirá el villancico con texto en castellano y acompañado de un conjunto instrumental.
Autores: Mateo Romero (1575-1647, conocido como “el Maestro Capitán) , Joan Baptista Comes (hacia 1568-1643), Joan Cererols (1618-1676) y Francisco Valls (1665-1747) dejó una interesante Misa Aretiana, llena de innovaciones armónicas.
Audición: Joan Cererols, Serafín que con dulce harmonía
b) Profana
Durante la primera mitad del S. XVII se continúan recopilando en cancioneros formas como el villancico o el romance de tradición renacentista. Son canciones breves que suelen alternar pasajes contrapuntísticos y homofónicos.
A mediados del S. XVII surge un nuevo estilo de canción denominado solo o tono humano en torno a los ambientes cortesanos de Madrid. Es una canción profana con temas de carácter sentimental que introduce la monodía acompañada con una voz solista apoyada por un único instrumento. Se caracteriza por la utilización de un ritmo ternario y melodías sencillas, normalmente en estilo silábico, con estructuras que constan de introducción, estribillo y coplas. Se empleará con frecuencia en la música teatral.
Destacan compositores como Mateo Romero y Juan Hidalgo (1614-1685).
Música escénica
Las primeras representaciones de música escénica consistirán en la introducción de números musicales dentro de la representación teatral.
Durante el barroco, el teatro se convirtió en España en un auténtico fenómeno de masas. En todas las representaciones, la música formaba parte del espectáculo, introduciéndose normalmente en el intermedio de las escenas y en el final de la obra. Eran interpretaciones vocales e instrumentales de carácter breve y no siempre en relación con el argumento.
Nacieron en este período géneros típicamente españoles como la zarzuela y la tonadilla.
La zarzuela. El origen de este nombre parece provenir del palacio de la Zarzuela, en el Real Sitio de El Pardo, donde se reunían músicos y artistas para entretener a los reyes con obras que tenían texto y música (aunque hay quien indica que el nombre es una derivación de las zarzas de los bosques de alrededor).
Características y elementos que definen las zarzuelas del S. XVII:
Se emplean coros a cuatro voces, dúos, tonos y tonadas a voz sola, la mayoría en forma estrófica, o compuestos por coplas y estribillo.
Aparecen arias; el diálogo era hablado y no cantado (apenas se usa el recitativo).
Su temática era amorosa, idealizada y pastoril; sus protagonistas son dioses y diosas de la mitología clásica pero, a pesar de ello, personajes de carne y hueso que se enamoran, odian y sufren; también participan villanos, jardineros, etc.
Incorpora características de la tradición dramática española del S. XVII, es decir, la presencia de lo tragicómico, elementos populares como canciones, bailes, danzas, etc. También incorpora lo rústico y pastoral, pero tiende hacia lo burlesco con el uso de un lenguaje común y sencillo, a pesar de la participación de los dioses.
Son representadas por las compañías de Madrid y los instrumentistas de la corte. Los papeles solistas los interpretan actrices-cantantes de las compañías cómicas, y músicos de guitarra y arpa.
Era una género para un público cortesano, no para el pueblo, que asistía a los “corrales de comedias”..
En el año 1648 se estrenó El jardín de la Falerinacon texto de Calderón de la Barca y música de autor desconocido. En esta obra se alternaron escenas habladas con otras cantadas (conjuntando solos y coros) sobre temas populares españoles, ingredientes que constituyen las notas características de la zarzuela. La primera zarzuela propiamente dicha fue El golfo de las sirenas (1657).
Las zarzuelas pronto se hicieron comunes en todas las fiestas reales, sobre todo a finales del S. XVII. Loa autores de la música fueron, en su mayoría, músicos asentados en la corte: José de Nebra (1702-17678), Juan Hidalgo (hacia 1612-1685), Sebastián Durón (1660-1716), Cristóbal Galán, Juan de Navas
La tonadilla. Es un género de música escénica típicamente español. Se representaba en los populares corrales de comedias. Es un intermedio satírico de carácter jocoso que representaban las costumbres de la época y que generalmente concluye con una danza española. Surgió a principios del siglo XVIII y desapareció antes de llegar a la mitad del mismo. Sus compositores más célebres fueron Luis Misón (hacia 1720-1766) y Blas de Laserna(1751-1816) entre otros.
Aquí tienes un fragmento de una tonadilla:
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La ópera. Siguiendo la influencia italiana, la ópera llega a España como un género de carácter aristocrático que se desarrollará en torno a los palacios reales. La primera ópera española fue La selva sin amor (1629), con texto de Lope de Vega. Sin embargo, no nos ha llegado su música ni conocemos el nombre de su compositor. La primera ópera conservada, aunque incompleta es Celos aún del aire matan, con texto de Calderón (1660) y música de Juan Hidalgo, que combina recitativos, arias y breves coros. La tercera ópera es La púrpura de la rosa con música de Juan Hidalgo y texto de Calderón de la Barca.La llegada al trono de los borbones traerá a la corte española compañías, compositores y cantantes de ópera italianos que impondrán su gusto impidiendo el desarrollo de una ópera española. Fundamental fue para este predominio italiano la presencia del famoso cantante castrato Farinelli. Los compositores españoles tendrán que reaccionar a la competencia italiana desarrollando el nuevo género de la zarzuela.
Te dejo dos fragmentos de Celos aún del aire matan:
.Música instrumental
La música española permanecerá ajena a las corrientes europeas ignorando los nuevos estilos del concierto y la suite.
Sigue centrándose en el ámbito de los instrumentos solistas como el órgano, que mantiene la brillantez del período anterior, y la guitarra, que sustituirá a la vihuela, convertida en un instrumento muy difundido tanto en el ámbito popular como en el cortesano.
Aparecerá también una importante producción de cámara ligada a las capillas musicales de las cotes, pero con una clara influencia extranjera fruto del gusto de los borbones por los músicos italianos.
Con respecto a la música instrumental en el barroco español, hay que destacar tres grandes campos de actuación: la guitarra, el órgano y la orquesta
Orquesta y clave. Antonio Soler
Antonio Soler (1729-1783), compositor español del barroco. Tiene una obra extensa y variada, compuso centenares de sonatas para clave, villancicos profanos y sacros , quintetos con cuerda y órgano, Seis conciertos para órgano obligado y obras de teatro como El defensor de su agravio …. Nació en Olot y se inicio en la música en el Monasterio de Montserrat. Ingresó en la orden de los jerónimos y pasó a ser organista y director del coro del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Fue discípulo de Domenico Scarlatti, quien influyó notablemente en su obra.
Audición: Antonio Soler, Sonata para clave en La menor, nº 118
La guitarra barroca de Gaspar Sanz.
Si Antonio Soler, decíamos que era el compositor más importante de la escuela de clave del barroco español, es Gaspar Sanz (1640 – 1710) quien le acompaña en esa distinción para la guitarra.
Escribió “Instrucción de música sobre la guitarra española” y se lo dedicó a Don Juan de Austria. El titulo original habla por si solo por su extensión:
“Instrucción de Música sobre la guitarra española y Método de sus primeros rudimentos, hasta tañerla con destreza, con dos laberintos ingeniosos, variedad de sones y dances de rasgueado y punteado, al estilo español, italiano, frances y inglés, con un breve tratado para acompañar con perfección sobre la parte muy esencial para la guitarra, arpa y organo, resumido en doze reglas y exemplos los mas principales de contrapunto y composición, dedicado al Serenissimo Señor , el Señor Ivan, compuesto por el Lecenciado Gaspar Sanz, aragones, natural de la Villa de Calanda, Bachiller en Teologia por la Insigne Vniversidad de Salamanca. ”
El órgano de Juan Cabanilles
Juan Cabanilles (1664-1712) es compositor barroco español, organista de la catedral de Valencia a la que estuvo dedicado toda su vida salvo unos primeros años en el coro de su ciudad natal Algemesí, cuando era niño. Es autor de tocatas, tientos, pasacalles y gallardas para órgano. Estudió y desarrolló en profundidad la obra de Antonio de Cabezón y, en general, la escuela tradicional de órgano española que sirvió de nexo con el siglo XVIII.
Compuso una misa, dos salmos y cinco canciones en texto castellano. Se ha dicho que es el Bach español.
Otro destacado organista y compositor fue Francisco Correa de Araujo.
Los alumnos han realizado un trabajo de investigación sobre los instrumentos musicales durante la época del Renacimiento. También han aprendido a manejar el programa Powtoon para crear esta estupenda presentación.
El renacimiento supone para nuestro país la etapa más brillante de su historia, junto con un desarrollo político y económico extraordinario que tendrá su correspondiente reflejo en el apogeo de las artes y las letras y en lo que se ha dado en llamar “Edad de Oro de la música española”., y una de las cimas de la música europea del momento.
– Durante el S. XV los Reyes Católicos (1474-1516) consolidarán la unidad del territorio español y abrirán el camino a la colonización del Nuevo Continente, inaugurando una época de dominio político y económico que se desarrollará en años posteriores. Pero también con los Reyes Católicos se creará la Inquisición y la imposición de la uniformidad religiosa en torno al catolicismo, obligando al éxodo masivo de judíos y musulmanes.
Durante el S. XVI el emperador Carlos I (reinado: 1516-1556) y su hijo Felipe II (reinado: 1556-1599) gobernarán la mayor potencia de su tiempo, con territorios europeos provenientes de herencias y lazos matrimoniales, así como los territorios procedentes de las explotaciones y colonizaciones de América. El Imperio español se apoyará en la religión católica como signo de identidad y unidad.
La música en la época de los Reyes Católicos (1474 – 1516)
Al fusionarse los reinos de Castilla y Aragón, sus capillas musicales siguieron desempeñando una vida propia, dependiente cada una de su monarca respectivo. Los Reyes Católicos se preocuparon de reunir la máxima calidad en los miembros de sus capillas, pero no los buscaron en los reinos extranjeros, sino que los reclutan en sus respectivos reinos. El hijo de los monarcas, Juan, contaba con su propia capilla y“tanto le gustaba cantar que en vez de echarse la siesta solía reunirse en el palacio con su maestro de capilla, Juan de Anchieta, y 4 o 5 niños de coro y el príncipe cantaba con ellos durante dos horas y hacía la voz de tenor, y en realidad era bueno en este arte”.
La etapa de los Reyes católicos es importante porque inicia un desarrollo musical nacional y con características propias, especialmente en el campo de la polifonía profana.
La polifonía sacra española, al igual que la de toda Europa de finales del S. XV y comienzos del S. XVI se hallaba bajo la fuerte influencia del estilo franco-flamenco. Aquellos compositores visitaron España y su música era perfectamente conocida, y los manuscritos del período incluyen muchas obras franco-flamencas. Sin embargo, la música sacra española se caracteriza por una particular sobriedad melódica y una moderación en el uso de artificios contrapuntísticos, junto con una apasionada intensidad en la expresión religiosa.
Después de mediados del S. XVI el estilo internacional y sus formas y técnicas compositivas se irán disolviendo en un nuevo estilo tanto sacro como profano determinado en gran medida por características nacionales.
Como compositores destacados de esta etapa citar al ya mencionado Juan de Anchieta (ca. 1462 – 1523) y a Francisco de Peñalosa (ca. 1470 – 1528).
La música en la corte de Carlos I (1516 – 1556)
Tras el breve reinado de Felipe I el Hermoso, vuelve a la corte española, con la llegada del rey don Carlos, todo el esplendor de los contrapuntos holandeses. Trae a la corte española todo un plantel de músicos flamencos y alemanes, quienes, junto a los españoles, formarán la capilla más brillante de su época. Entre los músicos extranjeros que llegan a España destacan Nicolas Gombert y Thomas Créquillon, los más puristas dentro de la escuela flamenca, que seguirán rigurosamente el estilo imitativo inaugurado por Josquin des Prés. El efecto que estos autores tiene sobre la música nacional es muy grande, tal y como muestra la cantidad de glosas para órgano y vihuela realizadas sobre sus obras por Cabezón, Valderrábano o Esteban Daza.
Entre los polifonista españoles de la corte del emperador Carlos destacan nombres como Juan Escribano, Cristóbal de Morales, Juan Vázquez y Diego Ortiz.
La música en la corte de Felipe II (1556 – 1599)
El gran florecimiento de la música sacra española se desarrolla durante los cuarenta y tres años del reinado de Felipe II. Aunque la herencia musical de la corte del Emperador es grande, la mayoría de los polifonistas de su época no desarrollarán su labor compositiva en las cercanías de la corte toledana o madrileña, sino que prestarán sus servicios a la iglesia, siendo maestros y cantores de las principales catedrales españolas.
De hecho, la importancia que se dio a la música en la iglesia española fue tan grande que produjo un importante movimiento de competencia entre los autores, de tal manera que quien no tuviera una importante producción (y de buena calidad) podría terminar relegado a los últimos puestos de las capillas catedraliceas.
La lista de polifonistas españoles de la época en amplísima: Mateo Flecha “el joven”, Pedro y Francisco Guerrero, Juan Ginés Pérez, Francisco Soto, Ambrosio Cotes, Juan Ezequiel, el gran Tomás Luís de Victoria …
Casi todos ellos estuvieron bajo el patrocinio eclesiástico, y la gran mayoría quiso convertir su producción musical en una forma de facilitar la comunicación entre hombre y Dios. Resumen de este espíritu es la obra del más grande compositor español, Tomás Luís de Victoria.
Música vocal
España no tuvo que sufrir las transformaciones humanas y religiosas que la reforma desencadenó en muchos países de Europa. La influencia de los reyes católicos sigue siendo muy poderosa y el éxito de su política religiosa se refleja durante todo el siglo en la producción musical. Una gran parte de ésta está dedicada a la música sacra, que corresponde perfectamente al misticismo y fervor cristiano que caracterizan a los artistas de la época.
Bajo el reinado de Isabel y Fernando se habían manifestado los primeros intentos de los músicos españoles por liberarse de las influencias francesa e italiana predominantes desde el S. XIV. El Cancionero de Palacio constituye un magnífico testimonio del arte español tal como se desarrolló a finales del S. XV. Contiene toda clase de piezas de diversa inspiración (romances, villancicos, de tema amoroso o religioso), que la música autóctona del S. XVI enriquecerá.
¿Qué representó, para la música española, la subida al trono de la familia de los Habsburgo?. Se sabe que Carlos V sostuvo la capilla “más rica y excelente de la cristiandad”, integrada fundamentalmente por músicos neerlandeses; al abdicar en 1556 se separará de ella y en su retiro a Yuste únicamente se rodeará de músicos españoles.
Su hijo Felipe II se interesará especialmente por la música española y sabrá proteger a los artistas. En suma, y a pesar de la presencia en el trono de España de una familia germánica, las condiciones parecen favorables para el desarrollo armonioso del genio nacional. Éste no tardará en manifestarse, o mejor, en confirmar sus propias tendencias. Sea cual fuere el ámbito de la creación, música sagrada o profana, música de teatro, polifonía o canto al laúd, la expresión del alma es el carácter dominante del genio español.
El contrapunto neerlandés, perfectamente dominado por los músicos nativos de España, jamás conoció en este país la implantación sólida y la indudable autoridad que caracterizaron su asentamiento en los demás países. Todos confieren a su música un sentido del drama y de la expresión que no tienen equivalente en el resto de Europa. Los medios técnicos son simples y no imponen jamás al creador los límites de sus exigencias. Las obras que hacen no encuentran necesariamente un puesto relevante europeo, pero su mérito reside en que se distinguen por una aportación totalmente original. Hay que considerar dos ámbitos: aquel en que España, sometida a la tradición, la modela según su sensibilidad, generalmente es el caso de la música religiosa, el otro ámbito, esencialmente profano, es aquel en que España aporta a la música europea un repertorio totalmente original, tanto por sus fuentes (con frecuencia populares) como por su concepción artística. El canto para voz solista conoce realmente en este país un desarrollo muy amplio en relación a lo que sabe de su práctica en Europa. Del mismo modo, la música instrumental, especialmente el repertorio para vihuela, ve nacer el arte de la variación en una época en que ningún otro país se preocupa por él.
Características que definen nuestra vocal :
La música permanece siempre fiel al texto, expresándolo con vehemencia.
La música religiosa en latín es contrapuntística, austera y ascética, conseguido a través de una expresividad profunda.
La música profana está escrita en castellano, es homofónica y llena de ritmo y vitalidad. Hay una clara influencia de nuestras músicas populares.
Las necesidades expresivas llevan a nuestros músicos a componer en un lenguaje moderno, con disonancias, empleo artístico del silencio y uso personal del contrapunto.
a) Música religiosa.
La música religiosa constituye el repertorio más abundante de la música vocal, unida a la Iglesia católica y siguiendo las directrices marcadas por el Concilio de Trento.
El canto gregoriano sigue manteniéndose como el canto oficial de la Iglesia, así que será en las formas polifónicas donde los compositores desarrollen su labor de creación.
La polifonía religiosa española se caracteriza por la austeridad y la sobriedad, y por la expresión de un profundo sentimiento religioso.
La forma polifónica más importante será el motete y los compositores más representativos Cristóbal de Morales (1500-1553), Francisco Guerrero (1527-1599) y sobre todo Tomás Luís de Victoria (1548-1611).
Audición:“Pie Jesu Domine” de Cristóbal de Morales:
La gran figura de la época fue Tomás Luis de Victoria quien, gracias a una beca, se trasladó a Italia donde viviría durante veinticinco años. Recibió clases de Palestrina y fue ordenado sacerdote en 1569. En 1583 dedicó a Felipe II una colección de misas, y regresó a España hacia 1589. Victoria se convirtió en el maestro de música del convento de las Descalzas Reales y tras la muerte de la emperatriz acabó sus días ejerciendo la modesta función de organista.
Audición: Ave María de Tomás Luís de Victoria:
Audición: Motete O Magnum misterirum de Tomás Luís de Victoria:
Capillas catedraliceas
Las capillas musicales catedraliceas constituyeron comunidades aisladas y autosuficientes que componían e interpretaban sus propias piezas. Esto provocó el estancamiento de la música religiosa y su incomunicación con otros modelos musicales.
b) Música profana
La música profana española se expresa a través de tres formas importantes: el romance, el villancico y la ensalada. En general, es una música homofónica.
Romance. Heredero de la tradición oral y carácter popular de la Edad Media, es una canción estrófica de carácter narrativo compuesta ahora para varias voces con textura homofónica. La melodía está formada por cuatro frases musicales distintas (ABCD) que se repiten igual para cada uno de los cuatro versos de la estrofa.
La temática de los romances seguirá abordando contenidos históricos y legendarios o sucesos y acontecimientos relacionados con la sociedad.
Se conservan muchos en el Cancionero de Palacio. Juan del Enzina (1469-1529)y Juan Vázquez (1500-1560) son sus compositores más estacados.
Audición : Romance “Una señosa porfía” de Juan del Enzina:
Villancico. Normalmente está compuesto para cuatro voces y textura homofónica, sigue un texto estructurado en estribillo y coplas. Su principal característica es que los dos últimos versos de la copla hacen de “volta” repitiendo la melodía del estribillo. Su nombre hace referencia al canto popular de “villanos”, habitantes de los valles o aldeas.
Es la forma más popular en la época de los Reyes Católicos. Juan del Enzina es el compositor más destacado y se conservan sobre todo en el Cancionero musical de Palacio. Hasta más tarde el villancico no se convertirá en una canción de Navidad.
Audición: Villancico “Hoy comamos y bebamos” de Juan del Enzina:
Audición: Villancico “Mas vale trocar” de Juan del Enzina:
Ensalada. Es una forma de canción a cuatro o cinco voces que consiste en la mezcla (de ahí su nombre) de diferentes géneros, formas (villancico, romance, danzas) y textos en una sola composición, con pasajes descriptivos y burlescos combinados con temas serios. El compositor Mateo Flecha “el viejo” (1483-1553) es el más destacado en esta forma.
Audición: Fragmento de la ensalada “La bomba” de Mateo Flecha:
Cancioneros de la música profana española.
Los cancioneros son colecciones de poemas líricos con frecuencia destinados a ser cantados, y que en algunos casos incluyen música. El renacimiento español contiene numerosos cancioneros, los más destacados son el Cancionero musical de Palacio, ElCancionero de Upsala ; el Cancionero de Medinaceli ; el Cancionero de la Colombina.
El Cancionero de la Colombina es un manuscrito español copiado durante el reinado de los Reyes católicos, posíblemente entre las décadas de 1460y 1480, contiene la música de finales del S. XV. Se ignora el centro musical o capilla del que procede. Originalmente constaba de 107 folios, de los cuales 17 se han perdido. En el año 1534 fue comprado por el segundo hijo de Cristóbal Colón, Fernando Colón, quién lo agregó a su riquísima biblioteca sevillana de más de 15.000 volúmenes, conocida como Biblioteca de la Colombina. A su muerte, la biblioteca pasó a la Catedral de Sevilla, donde aún se conserva. El cancionero contiene actualmente 95 piezas musicales, algunas de ellas incompletas. De ellas 53 permanecen anónimas. Varios de los compositores han podido identificarse por encontrarse sus obras en otros cancioneros, principalmente el Cancionero de Palacio y el Cancionero de Montecassino. Entre los autores representados en el cancionero se pueden citar a Juan del Enzina, Juan Cornago, Pedro de Lagarto, Francisco de la Torre …
El repertorio del manuscrito es muy variado y entre los géneros musicales representados, encontramos canciones, villancicos, romances y ensaladas. Muchos de los villancicos y canciones son de tema religioso, especialmente mariano. Dos de las piezas son en francés y 12 son composiciones litúrgicas en latín. También se encuentran dos versiones breves del Canto de la Sibila en castellano.
Te presento en el siguiente video una de las obras más conocidas de este cancionero interpretada por uno de los mejores grupos de música antigua Hesperium XX dirigidos por Jordi Savall, “Propiñan de Melyor” (anónimo):
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El Cancionero musical de Palacio es el más importante y representa el repertorio de la Corte española en el tiempo de los Reyes Católicos. Fue elaborado a finales del S.XV y principios del S. XVI.
El manuscrito comprendía originalmente 548 piezas. Sin embargo varios de los folios se han perdido, por lo que las piezas conservadas son 469. La mayoría de los textos están en castellano, pero hay piezas en italiano , francés, latín, esuskera, catalán y portugués.
Su temática es muy variada: temas amorosos, religiosos, festivos, caballerescos, satíricos, pastoriles, burlescos, políticos, históricos, etc. que recogen desde composiciones sencillas de carácter popular hasta obras bastante elaboradas. La forma musical más importante es el villancico, aunque también están presentes otros géneros como el romance y la canción. La mayoría de las obras son para canto a una voz con acompañamiento instrumental o bien obras polifónicas a dos, tres o cuatro voces.
El Cancionero musical de Palacio fue descubierto a finales del S. XIX en la biblioteca del Palacio Real de Madrid por el compositor y musicólogo Francisco Asenjo Barbieri quien lo transcribió y publicó en 1890 con el nombre de “Cancionero musical de los siglos XV y XVI”.
Autores representados en el cancionero: Juan del Encina con 63 composiciones, Millán con 23, Juan Cornago, Juan de Urrade, Fco de Peñalosa, Juan de Anchieta …
Audición: Tres morillas. Anónimo del Cancionero Musical de Palacio:
El Cancionero de Upsala, también conocido como Cancionero del Duque de Calabria o Cancionero de Venecia, es un libro que contiene villancicos españoles de la época renacentista.
Fue recopilado en la corte de Fernando de Aragón, Duque de Calabria, en Valencia, y publicado en 1556, en Venecia, por Jerónimo Scotto, uno de los impresores mas conocidos de su época.
El único ejemplar conocido de la edición fue encontrado hacia 1907, por el musicólogo y diplomático Rafael Mitjana, en Carolina Rediviva, biblioteca de la Universidad de Uppsala, en Suecia.
En el cancionero, junto al tradicional villancico profano hallamos una serie de composiciones de tema religioso específicamente navideño. Es característico de estos villancicos la aparición de secciones para una sola voz al principio del estribillo o en las coplas o en ambos sitios, que permiten la diferenciación entre ambas partes. El cancinoero contiene 70 obras:
54 villancicos a 2, 3, 4 y 5 voces. (por su temática se pueden agrupar en amorosos, navideños, populares y pastoriles.
16 piezas a 1 y 2 voces: 8 tonos de canto llano y 8 de canto de órgano, con una finalidad docente.
El Cancionero de Medinaceli fue copiado en la segunda mitad del siglo XVI y se conservó en la Biblioteca de la Casa del Duque de Medinaceli, de donde procede su nombre. Es un manuscrito que tal vez contenga la recopilación de polifonía profana española de la época renacentista más importante después del Cancionero de Palacio.
El manuscrito se compone de 208 folios En él intervinieron un copista principal y dos o tres copistas adicionales. Se cree que fue compilado en Andalucía, en torno a Sevilla. Contiene 177 obras, de las cuáles 100 son seculares y el resto religiosas. El género musical mejor representado en el repertorio secular es el madrigal, contando también con villancicos y romances. Algunos de los autores que aparecen representados son: Cristóbal de Morales (16 obras), Francisco Guerrero, Antonio de Cabezón , Bartolomé Escobedo, Nicolas Gombert, Orlando di Lasso … Hay también 43 obras anónimas.
Audición: La perra mora, anónimo del Cancionero de Medinaceli:
Capillas cortesanas
Las capillas musicales cortesanas se nutrieron de músicos españoles y europeos encargados de procurar entretenimiento a los reyes y nobles, incluso en sus desplazamientos por otros países. De esta forma, la música profana española pudo recoger y unir las distintas corrientes musicales europeas convirtiéndose en referente internacional.
Música instrumental
Como en el resto de los países, la mayoría de las formas polifónico-instrumentales procedían, directa o indirectamente, de las formas de la música vocal: villancicos, madrigales, canciones, sonetos, etc, fueron adoptados para su uso instrumental, con las consiguientes modificaciones, conforme a las necesidades técnicas de ejecución de cada instrumento.
Al igual que sucede con la música profana, la música instrumental española estará al corriente de las formas y técnicas de composición europeas asumiendo sus principales características y aportando algunos rasgos propios.
Los instrumentos solistas más importantes serán la vihuela y el órgano.
Las principales formas de música instrumental siguen el modelo de piezas adaptadas de obras vocales o basadas en la improvisación y la variación.
Principales formas musicales utilizadas por los instrumentistas españoles:
El verso, para teclado, son comentarios en contrapunto de frases gregorianas para su uso en la liturgia.
El tiento, para teclado o vihuela, consiste en una serie de frases musicales desarrolladas en estilo imitativo, u homofónico, o utilizando recursos instrumentales (redobles, escalas), ritmos muy ágiles y complicados, armonizaciones muy atrevidas e intervalos no asequibles a la voz humana. El tiento es la forma musical para teclado más típicamente hispánica, correspondiente al ricercare italiano.
La fantasía, para vihuela, es una forma construida con todos los elementos del contrapunto florido, con un uso de métrica muy variada, síncopas, notas de paso …, con casos excepcionales de estilo imitativo.
La diferencia (conocida en Europa como variación), para teclado o vihuela, consiste en modificaciones que, partiendo de una canción, realiza un compositor, manteniendo la melodía principal. Se pueden utilizar todos lo medios musicales posibles: complicaciones rítmicas, armónicas y melódicas. Será uno de los repertorios más característicos, que utilizará con frecuencia melodías prestadas del ámbito popular o temas de otros compositores.
La vihuela fue un instrumento muy popular en nuestro país. Se trata de un instrumento cordófono en forma de 8, parecida a la guitarra actual, utilizada en todos los estratos sociales, (la guitarra era usada preferentemente por la clases más bajas).
Su fondo podía ser plano, abombado o acanalado. Cuenta con seis o siete órdenes (pares) de cuerdas (aunque hay fuentes que mencionan hasta ocho) que posiblemente se afinaban al unísono, aunque no hay evidencia conclusiva al respecto. Las cuerdas eran de tripa ya que las cuerdas entorchadas con metal no aparecieron hasta mediados del siglo XVII. Su tamaño y variación era variable. Generalmente es aceptado que la primera cuerda era simple, al igual que la “chanterelle” del laúd, si bien hay vihuelistas que actualmente usan todos los órdenes dobles.
La vihuela alcanzó su máximo esplendor en la Península Ibérica durante el siglo XVI, en un ambiente cortesano, y bajo el amparo de las capillas musicales de reyes y nobles. Su ámbito no quedó reducido a la península, teniendo en cuenta los continuos viajes de los reyes Carlos I de España y V de Alemania y Felipe II de España (y, consecuentemente, sus capillas musicales) por toda Europa.
El repertorio de los vihuelistas comprende acompañamientos de melodías vocales, transcripciones de chansons, madrigales y danzas.
La historia de la vihuela en nuestro país ha dado siete nombres y otros tantos libros escritos para este instrumento. Te los presento en orden cronológico:
El Maestro, de Luis de Milán (Valencia, 1536)
Los seis libros del Delphin, de Luis de Narváez (Valladolid, 1538)
Tres libros de música en cifra para vihuela, de Alonso Mudarra(Sevilla, 1546)
Silva de Sirenas, de Enríquez de Valderrábano (Valladolid, 1547)
Libro de música de vihuela, de Diego Pisador (Salamanca, 1552)
Orphénica Lyra, de Miguel de Fuenllana (Sevilla, 1554)
El Parnaso, de Esteban Daza (Valladolid, 1576).
En sus obras se observa una clara influencia de Italia y de los polifonistas flamencos. Pero de la escuela española surge un deseo expresivo mucho más desarrollado, que revelan una estética original comparable a la que se encuentra poco después en los lienzos de El Greco. La obra de los vihuelistas representa una cima de la inspiración musical, no sólo del arte renacentista español, sino del humanismo en general.
La escritura para vihuela comprende dos corrientes distintas: una continúa una polifonía muy desarrollada, lastra desarrolla una música acompañada que, a partir de la obra de Milán, se libera de la concepción contrapuntística.
Audición:Pavana IV de Luís de Milán:
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La obra de Antonio de Cabezón (1510-1566),organista de la corte de Carlos V y de Felipe II, se destacó en la música instrumental del siglo XVI español. Visitó Londres e influyó en el estilo de los compositores para virginal británicos.
Asimismo, son de reconocimiento las obras de Diego Ortiz, Francisco de Salinas yFrancisco Correa de Arauxo. Los compositores instrumentales españoles se ocuparon fundamentalmente de los géneros de los tientos y las diferencias. Las primeras eran piezas para órgano a cuatro voces, de carácter imitativo y por eso, en ocasiones, se las llamaba fugas. Se diferencian por sus variaciones sobre bajos ostinati, o sobre melodías populares.
Tuvieron lugar también obras de grandes teóricos de la interpretación al órgano, como Tomás de Santa María y Juan Bermudo.
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