Este domingo, 4 de diciembre, se celebra el primer Día de la Bandera de Andalucía, una jornada que establece por decreto el presidente de la Junta, Juanma Moreno, a petición del histórico dirigente andalucista Alejandro Rojas-Marcos para conmemorar las manifestaciones que tuvieron lugar tal día como este en 1977 en las capitales de provincia andaluzas en pro de la autonomía de la región.
La bandera blanca y verde –como dice el himno, y no verde y blanca– fue protagonista de las marchas del 4 de diciembre de 1977 convocadas por la Asamblea de Parlamentarios de Andalucía (APA), constituida por los diputados y senadores andaluces que fueron elegidos en las primeras elecciones generales de la democracia, y que quiso que la enseña ondeara en todas las sedes institucionales de la región.
Aquella jornada se desarrolló sin incidencias reseñables en la mayoría de las ciudades. Sin embargo, como en Málaga no se había izado la blanca y verde, un chico utrerano, Juan Manuel Trinidad Berlanga, trepó la fachada del edificio de la Diputación para colocar la bandera; acto que provocó un despliegue policial que se saldó con dos heridos y la muerte del joven malagueño Manuel José García Caparrós, militante de Comisiones Obreras y mártir del andalucismo, a causa de un disparo de bala.
Un símbolo con mil años de historia
La bandera de Andalucía fue aprobada por la Asamblea de Ronda, celebrada los días 13 y 14 de enero de 1918 en el Círculo de Artistas de la ciudad malagueña. Allí se adoptaron lo que Blas Infante, considerado padre de la patria andaluza, denominó «las insignias de Andalucía»: la bandera –de franjas horizontales verde, blanca y verde de igual anchura– y el escudo –en el que figuran las columnas de Hércules, domando a dos leones, y la leyenda ‘Andalucía para sí, para España y la Humanidad’–. El himno, basado en la melodía del canto religioso Santo Dios y compuesto por el director de la Banda Municipal de Sevilla, José del Castillo, se aprobó en la Asamblea de Córdoba de 1933.
Sin embargo, la enseña andaluza –a la que los nacionalistas se refieren como ‘arbonaida’– es un símbolo con mil años de historia. Tiene un origen andalusí y está inspirada en la que ondeaba en la Alcazaba de Almería en el siglo XI. El blanco y el verde de aquella bandera perduran en el tiempo y son los colores que más se han repetido en las variaciones que ha tenido el distintivo andaluz desde entonces. Para Blas Infante, representaban la bondad y la esperanza de Andalucía, respectivamente, y desechó el negro –señal de luto– y el rojo –que asociaba con la sangre–, colores también presentes en estandartes e insignias.
Para este domingo, primer Día de la Bandera de Andalucía, el Gobierno de Juanma Moreno ha organizado un acto institucional en el Palacio de San Telmo en el que se izará la blanca y verde. Noventa años habrán pasado desde que se izara por primera vez en un edificio oficial. Fue en la Diputación de Sevilla, el 23 de octubre de 1932. Aún no había himno. Lo hizo a sones del pasodoble La Giralda. En el famoso monumento, precisamente, militantes andalucistas desplegarían muchos años más tarde una gran bandera de Andalucía. Fue en febrero de 1977, meses antes de las manifestaciones del 4-D.