Traducido de la publicación The Strad
Enlace al original: http://www.thestrad.com/cpt-latests/10-ways-orchestral-musicians-protect-ears/
Fecha: 29 Diciembre 2015
Título original: 10 ways for orchestral musicians to protect their ears
Si eres músico de orquesta podrías correr un grave riesgo de dañar tu audición a largo plazo. Janet Horvath expone algunas soluciones simples y eficaces.
Las orquestas sinfónicas son ruidosas – mucho, de hecho. Las flautas pueden llegar fácilmente a los 112dB y los flautines pueden entrar en el rango perjudicial para los humanos con unos niveles de ruido de hasta 120 dB. Trompetas y trombones hacen tanto ruido como las flautas o las trompas y pueden alcanzar los 106dB. El oído izquierdo de un violinista es particularmente vulnerable, ya que el sonido que sale de las efes del violín puede llegar a los 100 dB.
Entonces, ¿cómo podemos proteger a nuestros oídos?
Estudiar a menos volumen
Es importante practicar y ensayar en dinámicas más suaves. Deja las dinámicas fuertes para el concierto y evita estudiar en pequeñas habitaciones con superficies duras – cuanto menor sea el ambiente, mayor es el riesgo. Todo nos suena fabuloso en baños con azulejos, pero tocar en dichos espacios puede ser perjudicial para nuestra audición.
Distanciarse
Siempre que sea posible, aumenta el espacio entre tú y el ruido. En el escenario, esto significa mantenerse alejado de la percusión, el metal y el flautín. Cuando el distanciamiento es imposible, usa protección para los oídos.
Utilizar pantallas de plexiglás
Algunas orquestas incluyen cláusulas de protección en sus contratos y muchas proporcionan pantallas de plexiglás. Para que funcione correctamente, la pantalla debe colocarse a un 5 centímetros del músico al que protege. Si se colocan demasiado cerca del metal o de la percusión, los sonidos que emiten tienden a reflejarse de nuevo a ellos mismos, por lo que es difícil para estos músicos regular su volumen y proyección. Se debe experimentar hasta que todos estén satisfechos. Las pantallas son efectivas para reducir el impacto o el ataque de los sonidos fuertes, pero ofrecen una protección limitada porque no pueden reducir el volumen absoluto de la orquesta. Si crees que estás corriendo un riesgo, utiliza protección adicional.
Usa tapones para los oídos
Ten siempre en el bolsillo, funda o taquilla unos pequeños tapones de espuma para los oídos o unos tapones reutilizables en su caso. Son baratos y eficaces, y pueden reducir los niveles de ruido en 20 dB cuando están colocados correctamente. Por desgracia, estos tapones pueden causar efectos pronunciados de oclusión – hacen que cuando tragues saliva, hables o tomes la embocadura suene demasiado ruidoso – y esto puede interferir con tu actuación.
Los Etymotic Research ER-15 & ER-25 Musicians Earplugs están diseñados específicamente para los músicos y reducen los niveles de ruido en 15 dB y 25 dB, respectivamente. Puesto que son tapones para los oídos profundamente equipados también hay menos oclusión, pero deben ser ajustados por un profesional.
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Reducir al mínimo su exposición al ruido
Debes estar alerta de las situaciones que te expongan al ruido, tanto dentro como fuera del trabajo. En el trabajo, explica tu malestar con los ruidos e insiste, en el caso de que trabajes con amplificación, en que los altavoces sean redirigidos; también insiste en el uso de pantallas y tapones. Lejos del trabajo, evita la música fuerte y sé consciente de tu exposición al ruido ambiental. Usa protección para los oídos al emplear herramientas como el soplador de hojas, el cortacésped, la motosierra o el taladro. Piensa ‘moderación’. Si asistes o tocas en un concierto muy ruidoso el viernes, no cortes el césped hasta el domingo. Permítete períodos de descanso auditivos de 16-18 horas siempre que sea posible y lleva los tapones contigo.
Evitar el transporte aéreo
Hazlo cuando estés congestionado con un resfriado o tengas sinusitis o infección del oído, de lo contrario pueden producirse daños graves. Cuando no se pueden evitar los viajes, usa un aerosol nasal en cuanto te pongas el cinturón de seguridad y, si el vuelo es de cuatro horas o más, una vez más, antes del aterrizaje. Pero recuerda, ninguna actuación merece el riesgo de dañar tu audición.
Alterna tu repertorio
Siempre que sea posible, estudia alternando piezas ruidosas por otras más silenciosas. Además, los distintos repertorios implican diferentes demandas en el cuerpo también. Esto te protege del uso excesivo de un grupo muscular en particular, así como a tus oídos.
Experimente con las plataformas
En la orquesta, trata de poner a los metales en plataformas para que su sonido vaya pasando por encima de los otros músicos de orquesta.
Evitar voladizos o techos
A veces es útil colocar a los violinistas bajo un techo o voladizo, que puede amortiguar su sonido, ya que los sonidos de frecuencias más altas son fácilmente absorbidos por las superficies tratadas acústicamente. Esta reducción de las frecuencias altas puede provocar que los violinistas toquen más fuerte con el fin de escucharse mejor a sí mismos, no sólo aumentando su dosis de sonido, sino también poniéndoles en riesgo por una lesión por sobreuso.
Canturrea o haz un zumbido
Cuando haces esto inmediatamente antes o durante un fuerte sonido como un choque de platillos, tendrás una protección extra significativa. Chasin dice que esto se debe a que el músculo del estribo en el oído medio se contrae durante el zumbido, bloqueando parcialmente los sonidos fuertes que podrían causarnos daños.