La música sin emociones no vale nada. Y no, no soy extremista. Después de muchos años estudiando música profesionalmente, acabé horrorizada al ver como muchos/as (demasiados/as) docentes deshumanizaban este arte privándolo de su parte emocional, de la interpretación, de la personalidad. Convertían la musicalidad en técnica encorsetada, al alumnado en caballos de carreras y a las audiciones en ferias de ganado. ¿El resultado? Músicos robóticos capaces de tocar cualquier cosa, con una gran técnica y amplios conocimientos, pero sin "esa cosa" capaz de ponerte los vellos de punta, de acelerar tus latidos, de humedecerte los ojos. Como decía León Tolstói: "La música es la taquigrafía de la emoción", y si no nos dice nada... no es Música con mayúsculas. Y de eso precisamente hemos estado hablando estos días en clase, de cómo la música es capaz de transmitirnos emociones.
Este tema también nos ha hecho reflexionar un poco sobre nuestra práctica musical en clase, son muchos los/as seguidores/as del "fuerte y agudo, aplauso seguro" y/o del "cuanto más rápido, mejor", pero hemos aprendido que lo verdaderamente importante es saborear bien cada sonido (y cada silencio), hacerlo nuestro y compartirlo con los demás dejándonos llevar y mostrando nuestra personalidad. Bien, pues para ser más conscientes del papel emocional en la música, he decidido llevar a cabo una pequeña tarea con el alumnado de 4º y 5º:
En primer lugar les he pedido que busquen en su memoria una canción que les emocione, uno/a a uno/a han ido explicando por qué han escogido esa obra y hemos escuchado algunas de ellas. Tras la audición hemos comentado qué cosas nos transmite al resto, si coincidimos, si discrepamos... aquí os pongo dos ejemplos que han salido en clase y me han parecido muy interesantes:
"La he escogido porque al principio me hace sentir un poco triste, no sé por qué. Pero luego parece que algo cambia, me hace sentir tranquila, y al final es como ¡bum, yo puedo con todo!, son muchas sensaciones juntas y por eso me gusta tanto. La conozco porque mi padre me pone música de películas en el coche cuando me trae al cole y esta es de mis favoritas, aunque no me acuerdo de qué peli es. También la toca la banda de mi escuela de música y me gusta mucho". (L. 5º). https://www.youtube.com/watch?v=oag1Dfa1e_E
"Esta canción me hace sentir alegre y fuerte, siempre que la escucho tengo que ponerme a cantar y bailar, la letra también me gusta mucho, me recuerda a cuando era pequeña y jugaba a las Monster con mi prima L., que se ha ido a vivir a Suecia". (V. 4º) https://www.youtube.com/watch?v=f-wM7WBvhJ0 Una vez vista la dinámica, les hablo de la actividad tan especial que vamos a hacer: crear nuestro propio e
mocionario musical, donde recopilaremos aquella música que nos hace sentir. El propio alumnado decidirá cómo presentarlo, en formato
físico (libros, carteles...) o
digital (audio, vídeo, presentaciones de diapositivas, aplicaciones que hemos visto en clase...). Aquí tenéis el WIX con toda la información:
Una vez elaborado el emocionario, el alumnado
expondrá una muestra (2 canciones/piezas elegidas libremente de entre las utilizadas) ante sus compañeros y compañeras, así aprovechamos la oportunidad para lidiar con todas esas emociones que muchas veces nos invaden al hablar en público :P. Comentaremos las obras de forma grupal y finalmente cubriremos un pequeño formulario autoevaluándonos y opinando sobre la actividad. ¡Estamos deseando ponernos en marcha!
Y vosotros/as, ¿ya os habéis parado a pensar qué música es la que os hace sentir? :)
- Actualización -
El alumnado de 4º ha optado principalmente por el formato físico del emocionario. Han trabajado con tanta ilusión y esfuerzo en él que como mínimo se merecen un pequeño espacio en el blog. ¡Aquí os dejo con algunas muestras! (Haz clic en las imágenes para ampliar).