Danzas populares y filatelia (2º parte)


Aprovechando que se aproxima el día de Andalucía os dejo el siguiente post sobre danzas populares y filatelia… os ayudará a terminar el cuadro que iniciamos en clase.

Las Sevillanas


Originarias de Sevilla, es el más popular de los cantes y bailes de Andalucía, donde también son muy conocidos el Olé gaditano de Cádiz, el Jaleo de Jerez; la Rondeña de Ronda; la Malagueña de Málaga y la Granadina de Granada. Se enmarca en el baile de palillos o castañuelas y tiene su origen en las antiguas seguidillas castellanas, que con el paso del tiempo evolucionaron y tomaron un aire aflamencado.


Las sevillanas se suelen bailar por parejas y se diferencian cuatro movimientos: paseíllos, pasadas, careos y remates, en compás de 3 por 4. Existe una gran variedad de sevillanas, siendo las más conocidas las boleras, rocieras, corraleras y bíblicas que toman el nombre dependiendo del tema que traten en el cante o de las circunstancias ambientales. Se acompaña con música de guitarra, las palmas que hacen los palmeros y las castañuelas o palillos, como se conocen popularmente en Andalucía. Su fama se extiende por todo el país, bailándose en las ferias, fiestas y salas de baile, pero de forma especial durante la Feria de Sevilla y la romería de El Rocío. A partir de la década de los años sesenta se dio un giro a las sevillanas, con la aparición de nuevos intérpretes, nuevos temas y nuevos aires musicales, que siguen respetando la esencia original y los movimientos airosos de brazos y piernas.

Os dejo una muestra de la película de Carlos Saura “sevillanas”, aunque de este tema volveremos a hablar en otro momento.



El Bolero


El origen del Bolero aparece confuso y son varias las regiones que se atribuyen su autoría. Se identifica como un baile castellano extendido por toda España, con distintos topónimos como bolero andaluz o bolero madrileño, y por Cuba y la cuenca del Caribe, donde se fusiona con los ritmos propios de esa zona. Las raíces del Bolero se encuentran en los compases de contradanza de siglo XVIII. Fue bailado por la nobleza y posteriormente pasó al pueblo y a las funciones de teatro, que finalizaban la sesión con el llamado baile nacional, un bolero interpretado por varias parejas. Consta de tres partes: el paseo, las coplas y el desplante y se acompaña con música de guitarras, tamboril y castañuelas. La pareja de baile realiza los mismos pasos, pero los movimientos de brazos y piernas de la mujer son más expresivos que los del hombre. El sello se acompaña con una viñeta sin valor postal que reproduce un bolero goyesco.

Os ofrezco dos versiones, la primera, aunque de peor calidad, es para que veais que los hombres tambien bailan, mientras en la segunda podemos observar la riqueza del “traje goyesco”.






Y como mezcla de estos dos estilos, tenemos las sevillanas boleras. Os dejo con unos campeones mundiales.



Danzas populares y filatelia (2ª parte)

LA MUÑEIRA

 
La Muñeira, con procedencia etimológica del gallego muiño o molino, es el baile más característico de Galicia. De origen incierto, algunos autores vinculan este baile con antiguas danzas prerromanas, mientras que otros lo hacen con las fiestas que se celebraban en los molinos mientras esperaban para recoger la harina. El baile adopta distintos pasos según las comarcas y se inicia con la formación de filas de hombres y mujeres, frente a frente, que bailan sueltos formando un conjunto. El hombre interpreta con movimientos enérgicos e impetuosos los puntos, giros y piruetas con los brazos en alto, y la mujer lo hace con movimientos pausados y tímidos y con los brazos más bajos. Consta como mínimo de dos partes: el punto, de gran variedad dependiendo de la destreza de cada bailador y la volta, o rueda que hacen los danzantes y en la que van cambiando de posición. Se acompaña con música de gaitas, bombo y panderetas. Entre la diversidad de muñeiras caben citar las tocadas, las cantadas, las acordadas, las no acordadas y la más popular: la muñeira do espantallo, inspirada en un espantapájaros.

EL FANDANGO

Conocido desde finales del siglo XVIII, El Fandango es considerado como uno de los bailes más populares y de mayor arraigo en la geografía española. Es muy común en toda Andalucía, donde adoptó aires aflamencados, extendiéndose a otros puntos de la península. Málaga, con sus verdiales, y Huelva, con características especiales, son las provincias donde goza de mayor popularidad. Con ciertas variaciones se baila en Baleares, Levante, País Vasco, Murcia, siendo muy conocidos el de Jumilla y Yecla, y en Castilla, donde se imponen los fandangos charros de Salamanca. También en las Islas Filipinas conservan este baile popular desde la época colonial.
Del fandango derivan las malagueñas, las rondeñas, las granadinas, los verdiales y las murcianas, entre otras danzas, que se acompañan generalmente con música de guitarra, castañuelas o palillos y, en algunas ocasiones, por el violín. Los pasos pueden ser interpretados por una o varias parejas provistas de castañuelas que siguen el compás de la música con suaves ondulaciones. La mujer se distingue en sus movimientos por la suavidad y flexibilidad, a la vez que marca con precisión el compás con el taconeo en el suelo.

Danzas populares y filatelia (2ª parte)

LA MUÑEIRA

 
La Muñeira, con procedencia etimológica del gallego muiño o molino, es el baile más característico de Galicia. De origen incierto, algunos autores vinculan este baile con antiguas danzas prerromanas, mientras que otros lo hacen con las fiestas que se celebraban en los molinos mientras esperaban para recoger la harina. El baile adopta distintos pasos según las comarcas y se inicia con la formación de filas de hombres y mujeres, frente a frente, que bailan sueltos formando un conjunto. El hombre interpreta con movimientos enérgicos e impetuosos los puntos, giros y piruetas con los brazos en alto, y la mujer lo hace con movimientos pausados y tímidos y con los brazos más bajos. Consta como mínimo de dos partes: el punto, de gran variedad dependiendo de la destreza de cada bailador y la volta, o rueda que hacen los danzantes y en la que van cambiando de posición. Se acompaña con música de gaitas, bombo y panderetas. Entre la diversidad de muñeiras caben citar las tocadas, las cantadas, las acordadas, las no acordadas y la más popular: la muñeira do espantallo, inspirada en un espantapájaros.

EL FANDANGO

Conocido desde finales del siglo XVIII, El Fandango es considerado como uno de los bailes más populares y de mayor arraigo en la geografía española. Es muy común en toda Andalucía, donde adoptó aires aflamencados, extendiéndose a otros puntos de la península. Málaga, con sus verdiales, y Huelva, con características especiales, son las provincias donde goza de mayor popularidad. Con ciertas variaciones se baila en Baleares, Levante, País Vasco, Murcia, siendo muy conocidos el de Jumilla y Yecla, y en Castilla, donde se imponen los fandangos charros de Salamanca. También en las Islas Filipinas conservan este baile popular desde la época colonial.
Del fandango derivan las malagueñas, las rondeñas, las granadinas, los verdiales y las murcianas, entre otras danzas, que se acompañan generalmente con música de guitarra, castañuelas o palillos y, en algunas ocasiones, por el violín. Los pasos pueden ser interpretados por una o varias parejas provistas de castañuelas que siguen el compás de la música con suaves ondulaciones. La mujer se distingue en sus movimientos por la suavidad y flexibilidad, a la vez que marca con precisión el compás con el taconeo en el suelo.