En mi anterior artículo hablé sobre algunos de los malos hábitos más comunes a la hora de cantar. Hoy os hablaré sobre algunos otros que también comparten muchas personas y que es bueno saberlos reconocer y combatir.
Voz nasal
Hay muchas personas cuya voz suena muy nasal. A veces esto sucede sólo al hablar, a veces sólo al cantar y otras veces en ambos casos. Es difícil para uno mismo darse cuenta de esto, porque siempre nos oímos de la misma manera y ésta es incluso diferente a cómo nos oyen los demás.
Lo más fácil sería fiarnos de la opinión de los demás, pero yo considero muy importante a la hora de aprender a cantar o mejorar tu voz hablada, escuchar cómo suena desde fuera. Te recomiendo que te grabes cantando o hablando y luego lo escuches y te recomiendo que seas objetivo! La mayoría de personas al oir su voz en una grabación piensan que es horrible, pero hay que aprender a analizarla de manera objetiva y no compararla con cómo la escuchas tú mientras hablas.
Otra manera muy sencilla de saber si tenemos voz nasal es taparnos la nariz mientras cantamos o hablamos. Cuando una voz es nasal, el aire sale por la nariz al hablar o cantar. Las letras nasales, en las que es normal que esto suceda son la "n" y la "m". Si nos tapamos la nariz mientras decimos una letra nasal, veremos que no podemos decirla, en cambio, el resto de letras debería sonar exactamente igual si las decimos tapándonos la nariz que sin hacerlo. Si no suenan igual de una forma que de otra, es que estamos poniendo nasalidad en nuestra voz.
Para combatir la nasalidad, podemos trabajar leyendo o cantando mientras tapamos nuestra nariz (asegurándonos antes de que en la frase no haya ni "n" ni "m"). Mientras hacemos esto podemos poner en nuestra voz un sonido de bostezo (como si habláramos mientras bostezamos).
Melismas involuntarios
Los melismas son los cambios de nota en una misma sílaba musical. En muchos casos, a nivel de estilo es algo que queda muy bonito, pero hay que saber controlarlo, porque cambiar de nota en mitad de una misma sílaba, puede hacer que luego no podamos hallar el camino de vuelta! Hay incluso muchas personas que no se dan cuenta de que lo están haciendo.
Puedes saber si te está pasando a ti escuchando tus propias grabaciones, nuevamente siendo objetivo, y advirtiendo cualquier cambio brusco en la nota. También es posible que escuches que hay leves desafinación después de estos cambios.
Para solucionar este problema, debes intentar simplificar la melodía de voz, de manera que vayas directo a la nota. También puedes probar cantar esa parte donde aparece el melisma en staccato, lo que te obligará a ir directamente a la nota.
Vibrato no natural
El vibrato es algo que obsesiona a muchos cantantes. Si bien es cierto que es posible aprender a hacerlo correctamente, es fruto de un equilibrio en la voz. Si no tenemos ese equilibrio, es muy difícil lograrlo. Una vez tenemos nuestra voz equilibrada, podemos trabajar el vibrato de manera correcta.
Hay personas que lo intentan provocar de manera artificial, sin haber conseguido antes el equilibrio vocal, con lo que resulta demasiado rápido o demasiado lento. Para saber si lo estamos haciendo correctamente, debemos grabarnos haciendo vibrato y grabarnos haciendo un sencillo ejercicio que nos muestra cómo es el vibrato natural. Se trata de sostener una nota y mientras lo hacemos agitar uno o nuestros dos puños de manera rápida. Luego debemos comparar las dos grabaciones y ver si la duración (espacio entre nota y nota) del uno y el otro es similar. Si vemos que no lo es, sabremos que nuestro vibrato no es correcto.
Si tu vibrato no es correcto, es una clara señal de que no tienes equilibrio vocal, así que deberías trabajar en hallarlo. Yo te recomiendo que te apuntes a clases de canto, ya que por uno mismo es muy difícil encontrarlo. Asegúrate de que tienes un buen profesor de canto que te guie en la dirección correcta. Recuerda que nosotros podemos ayudarte con esto y mucho más! Sólo tienes que ponerte en contacto y reservar tu clase de canto!