Durante mi visita a Viena pude asistir a una de las
misas-concierto que cada domingo interprentan en la capilla del Hoffburg los pequeños cantores junto con el coro de hombres de la Statsoper y solistas de la Filarmónica de Viena y en la nave principal el coro de sacerdotes.
Durante la misa se interpreta alguna de las grandes misas que compositores como Mozart, Haydn, Beethoven, Schubert, etc compusieron para conmemorar acontecimientos importantes. Yo tuve el privilegio y el placer de escuchar la Misa en Do Mayor op. 86 de Beethoven, una obra adelantada a su tiempo.
Realmente se puede decir que es toda una clase de historia de la música puesto que las partes de la misa que no interpretan los pequeños cantores son introducidas por cantos gregorianos cantados por el coro de sacerdotes.
El organista participa durante toda la misa bien en las entradas y salidas de los sacerdotes, bien acompañando la misa cantada por los niños, acompañando a los sacerdotes.
Por otro lado cabe destacar el desarrollo de la liturgia que realiza las oraciones en latín y de espaldas a los asistentes y el sermón que el sacerdote principal dice de manera magistral en alemán primero y después haciendo un resumen en inglés y en italiano. Toda una lección de oratoria.
El público participa cantando la oración del padre nuestro siguiendo una partitura que se incluye en el programa de mano y al final de la misa los niños bajan a la nave principal y cantan un coral "a capella", generalmente de un compositor romántico como Mendelsohnn, Brahms, etc.
En una hora aproximandamente los asistentes habrán escuchado cinco siglos de historia de la música, desde el gregoriano hasta el romanticismo e incluso pinceladas de new age en algunos fragmentos interpretados por el organista.
Añadir que la interpretación es exquisita, los niños cantan con una pureza de sonido, una afinación y una claridad impecable, el coro de hombres de la Statsoper son un colchón armónico. Los músicos de la filarmónica impecables y el coro de sacerdotes es un fiel reflejo del modo de hacer gregoriano. Realmente digno de admirar este trabajo y tradición que ha sido apoyada y valorada como una fuente de riqueza musical de valor incalculable.
Es una actividad esencial para músicos y melómanos y lo más interesante es que los precios de estas misas van desde los 5 euros hasta los 50. Los asientos de las entradas más económicas están situadas en las naves laterales y para facilitar el seguimiento del evento hay situadas pantallas que van enfocando a los protagonistas.