Por norma general, el tempo es algo infravalorado y a veces hasta ignorado por los cantantes. Sin embargo, es totalmente necesario ser consciente de él y llegar a controlarlo para desarrollar un mejor estilo, mayor solidez a la hora de interpretar y una mejor colaboración y fluidez con el resto de músicos.
A su vez, el tempo es una herramienta de nuevo infravalorada a la hora de aprender a cantar.
Mientras hacemos ejercicios es de lo más común centrar toda la atención a las notas agudas, ya que suelen ser las más difíciles y también lo queremos conseguir hacer de la forma más espectacular que podamos, pero es un problema olvidar las notas que hay antes de esta nota difícil. Es por ello que es importante mantener el tempo estable durante los ejercicios.
El objetivo de los ejercicios es trabajar todo tu rango vocal, paso a paso, zona a zona. Normalmente no querrás trabajar en notas de tu segundo puente si las notas de tu primer puente te están dando serios problemas ( aunque siempre hay excepciones ), pero no debes olvidar las notas previas al puente. Si por ejemplo estás utilizando un Sol 4 ( G4 ) como nota aguda, es muy importante que, por ejemplo, el Re 4 ( D4 ) lo tengas muy en cuenta, ya que es una nota donde podrías empezar a cambiar a voz mixta para asegurarte de no forzar tu voz en la nota aguda.
Todo esto es muy fácil de decir, pero difícil de hacer sin la ayuda de un profesor de canto que pueda ayudarte. Es imposible que desde este artículo pueda decirte qué es lo que debes hacer para que esas notas te sean más fáciles, pero puedes probar suerte bajando o subiendo el tempo de tus ejercicios. Un tempo más lento puede que te ayude a ser consciente de cada nota e intentar coordinar mejor, y un tempo más rápido puede que te ayude a no obsesionarte con las notas y simplemente "pasearte" por las notas de la escala.
Dada mi experiencia de muchos años como batería, cualquiera podría pensar que yo no tuve ningún problema con el tempo; no podría estar más equivocado.
Mantener el tempo se consigue a base de práctica, como todo, pero hay que ver qué es lo que estás haciendo mientras mantienes un tempo estable. Por ejemplo, en la época que yo tenía problemas de tempo durante los ejercicios no tenía ningún problema en mantener un tempo estable tocando la batería. Esto es totalmente normal, y es porque tenía interiorizado el tocar la batería; me salía solo. En cambio, mientras hacía ejercicios vocales estaba centrado en muchas cosas a la vez, olvidándome completamente de seguir un tempo, normalmente obteniendo como resultado una aceleración involuntaria del ejercicio.
A medida que fui interiorizando las nuevas coordinaciones, liberando tensiones, etc. vi como podía mantener el tempo durante los ejercicios con mucha más facilidad que antes. Me pasó exactamente lo mismo con la batería; cuando empecé aquello era una fiesta...
Todo esto afecta de igual modo a las canciones. No debemos acelerarnos ni ralentizarnos durante la ejecución de una canción. Además, si conseguimos interiorizar el tempo, tendremos una preocupación menos en la que pensar durante la interpretación, nos dará pié a jugar mejor con los músicos que nos acompañan y que acompañamos y tendremos mucha más libertad a la hora de crear nuestras propias composiciones, siendo capaces de jugar con las rítmicas de nuestras frases.
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