Te echo de menos

Te escribo como se escribe ante la pérdida de un ser querido, con lágrimas en los ojos y el alma encogida de dolor.

edutubaHace más de diez años que nos conocimos, pero nunca olvidaré la primera vez que te vi: era mediodía, habías llegado a media mañana y te colocaron en el rellano de la escalera para que te encontrara al llegar. Elegirte fue una decisión simple, a pesar de que era plenamente consciente de estar emprendiendo un reto: eras rara, exótica tal vez, y encima tenias que venir del extranjero porque aquí no había quien te conociera; pero qué carajo, yo también tengo lo mío, y supongo que tú formas parte de ello. Ya entonces, al elegirte, apuntabas maneras, y no podías llegar como cualquier otro paquete, tuviste que perderte a causa de no se qué problema logístico que no se resolvió más que por una casual intermediación consular. Visto ahora, y dadas las circunstancias, lo tuyo con las compañías de transportes es de guión demasiado perfecto como para ser creíble. Pero para desgracia nuestra la realidad siempre supera a la ficción.

Tanto tiempo da para mucho. Contigo he compartido muchos de los mejores y los peores momentos de mi vida. He crecido contigo; contigo -o tal vez gracias a tí- pasé de ser un estudiante de música a convertirme en Músico, en mayúsculas, a saber que lo soy y a sentirlo en cada sesión de estudio, en cada ensayo, cada clase, cada actuación. Has sido el eje alrededor el cual gira mi vida, contigo he conocido a muchas -la inmensa mayoría- de las personas que a día de hoy forman parte de ella y también me has acompañado cuando he perdido algunas de las que estuvieron y ya no están.

Hemos recorrido juntos media Europa, hemos hecho música en los auditorios más prestigiosos, en teatros y salas, en los antros más decadentes y en las calles. Hemos tocado en orquesta y banda, en quinteto, en formaciones de todo tipo, forma y color; hemos tocado sinfonías, cumbias, oberturas de ópera, funky, ballets, pop, pasodobles, mazurkas y poemas sinfónicos, has rugido ruidos inclasificables cuando hemos experimentado con la electrónica y hemos hecho sonreir a cientos de niños contándoles cuentos; hemos grabado discos, cuñas televisivas y hasta el himno de ese club de fútbol…hay cientos de miles de personas que, sin saberlo, nos tararean a tí y a mí.

No te negaré que muchas veces he dudado de que lo nuestro funcionara, si realmente eras lo que yo necesitaba o podría haber otra con quien podría estar más a gusto. A pesar de no ser perfecta me gustabas, me sentía muy bien contigo, había feeling y estaba decidido a recorrer mi camino contigo. Por eso aposté fuerte y te mandé a un viaje del que tenías que volver renovada. Pero nunca te llegué a ver de vuelta.

Haga click para ver el pase de diapositivas.

Nunca imaginé que lo nuestro terminaría así, de una manera tan fortuita, abierta e inesperada. Es una cadencia rota como colofón a una sinfonía grandiosa, algo que el público no espera ni quiere, y por eso tampoco aplaude. Y yo tampoco aplaudo, me he quedado estupefacto y clavado a mi butaca. Quiero pensar que te volveré a ver, que despertaŕé de esta pesadilla y todo esto no será más que una anécdota que contar y con la que reír, aunque imperceptiblemente para los demás te cogeré más fuerte para que no vuelvas a irte. Quiero volver a verte, volver a tenerte entre mis brazos y hacer todo lo que hacíamos juntos. Y no sé si podrá ser. Por el momento solo hay incertidumbre….

Te echo de menos, publicado en el blog de Eduard Ruano. Blog sobre la tuba, la técnica en los instrumentos de viento metal y la interpretación musical.




Los comentarios están cerrados.