Las personas que trabajamos desde hace años en la educación musical nos damos cuenta de que
hay aspectos de la organización de las mismas que van en contra de los principios pedagógicos más elementales.
Una de las cuestiones es la organización de los horarios. Para los niños entre 8 y 12 años y las familias supone un gran esfuerzo físico y mental, amén de temporal tener que, al acabar la jornada escolar, recoger a los niños del colegio, darles de merendar deprisa y corriendo, ir al conservatorio o escuela de música, recibir clase de lenguaje musical, coro, conjunto e instrumento, volver a casa, hacer deberes o estudiar, cenar y dormir... Y así varios días por semanas y restandole tiempo de estudio a los alumnos. Es realmente para poner una medalla tanto a los padres como a los niños.
Ya hay comunidades educativas, en las que se ha tomado conciencia de esta barbaridad, en la que los niños dejan de tener tiempo para jugar, hacer sus tareas con calma o simplemente estar con su familia.
Son, por regla general, centros privados en los que se ha creado un centro de enseñanzas elementales en las mismas instalaciones del colegio de primaria y en las que los alumnos reciben en el horario de medio día (12:00 a 14:00h) las clases de lenguaje musical, coro y en muchas ocasiones la de instrumento. Esto implica que estos estudiantes a las 17:00 horas salen del centro con las clases de música realizadas.
No creo que este modelo sea inviable en la enseñanza pública ya que para dar clase de lenguaje musical y coro no se necesita más material de lo que ya puede haber en una clase de música de primaria (un teclado, pizarra, mesas y sillas, un equipo de música...)
Desde mi punto de vista sería una manera de generalizar la enseñanza musical en el nivel elemental y quizás tan solo tendrían que acudir al colegio en ese horario de medio día los profesores de lenguaje musical y coro pudiendo impartirse las especialidades instrumentales en los conservatorios. Eso sí, el alumno solo tendría que acudir una tarde a la clase de instrumento, se descongestionarían los centros y tendrían más aulas para docentes de instrumento.
Creo que si se está haciendo en centros privados, la educacion pública no debería quedarse atrás. Querer es poder! Entre todos podemos!