Músico y trabajo, una situación laboral difícil

El sector de los músicos es un sector laboralmente muy desprotegido. Somos un colectivo pequeño con un tipo de trabajo muy especial. Para el músico, y más en la actualidad, alcanzar un trabajo estable es casi un imposible, y nos vemos abocados al trabajo basura. Vamos a analizar las distintas situaciones precarias que nos encontramos los músicos en el mercado laboral.

Trabajar sin contrato

Muchas escuelas, asociaciones, organizaciones, orquestas…etc. cuentan con los servicios de sus músicos, pero no les hacen contrato. Es lo que solemos llamar trabajar de bolo. De esta forma, los músicos quedamos desprotegidos de todo derecho laboral, no cotizamos y además nos arriesgamos a penalizaciones fiscales.

Si te pones enfermo un día y no vas, no cobras. Todo el tiempo que emplees en este tipo de trabajo no suma en tu historial laboral, no cuenta como experiencia ni te sirve para sumar tiempo cotizado de cara a recibir prestaciones sociales. A todas estas desventajas hay que sumarle la desprotección que sufre tu instrumento, cuya integridad puede peligrar en giras y conciertos sin ningún tipo de cobertura.

¿La solución a esto? Que los músicos dejemos de aceptar esto. Pero, ¿cómo pedir algo así cuando para muchos músicos, especialmente jóvenes, esta forma de trabajar es prácticamente la única a la que pueden optar? Es el único modo que tiene de ganar algo de dinero y conseguir experiencia tocando. La solución para formalizar esta situación sería trabajar como freelance (autónomo). Sin embargo, esto es inviable en España, ya que los ingresos no cubrirían ni la cuota que hay que pagar.

Becarios y bolsas de trabajo a precio de saldo

1227183266703_fCon la llegada de la crisis muchas de las orquestas de nuestro país han optado por contratar por cortos periodos de tiempo y con un sueldo más bajo que el de un músicos de plantilla a músicos jóvenes. De esta manera completan su plantilla reduciendo el gasto. Y como siempre el que paga es el músico, con un empleo de poca calidad, sin seguridad ni estabilidad.

 

A la espera de las oposiciones que nunca llegan

Hemos tenido que esperar hasta este año, año de elecciones, para que se convoquen algunas plazas. Las convocatorias, generales para los profesores de primaria, secundaria y para los de conservatorio, son como poco confusas. Ni si quiera queda clara la obligatoriedad de tener el Máster en Profesorado para presentarse. La presentación de méritos es otra odisea. Falta un criterio consensuado y claro, qué documentación es válida y cuál no. Por poner un ejemplo. Se contabilizan sólo los cursos que indiquen número de créditos u horas. En el caso de los cursos de música, ya que normalmente son promocionados desde asociaciones, conservatorios y demás, los certificados no se consideran válidos y no están regulados como en las oposiciones se exige.

Plazas en orquestas casi inalcanzables

Las orquestas españolas, financiadas con dinero público prácticamente en su totalidad, a veces llevan a cabo procesos poco transparentes para cubrir plazas. Estos organismos suponen una gran oportunidad de conseguir un trabajo estable.Tratándose como decimos de organismos públicos, deberían:

  • Dar la posibilidad de que todos los músicos titulados que envíen solicitud puedan presentarse a las audiciones.
  • Cumplir con las bases de las convocatorias.
  • Publicar listas de admitidos y excluidos (dando las razones de la exclusión) y dar un tiempo para subsanar errores en la solicitud
  • No cobrar a los aspirantes
  • Publicar las listas de los ganadores y sus puntuaciones de manera transparente

No todas las orquestas cumplen con estos requisitos, que creemos son los mínimos para que un proceso de contratación sea transparente y no desengañe a los jóvenes que se preparan para conseguir una plaza.

Recortes en escuelas, conservatorios y orquestas

Las escuelas de músicas han sufrido mucho con la crisis. A menudo hay profesores de un instrumento que se ven obligados a impartir clases de otras especialidades. Estamos alentando de esta forma un intrusismo laboral que daña mucho a todo el colectivo. Los sueldos de muchos profesores de escuela los obligan a trabajar en varios centros a la vez, desplazarse y hacer malabares con los horarios para poder completar la jornada y cobrar un sueldo decente. Por otro lado, muchos profesores de conservatorio han visto su jornada laboral aumentada y sus condiciones laborales desmejoradas.

También las orquestas sufren los recortes. Son de sobra conocidos los casos de las orquestas españolas que han estado o están al borde de la desaparición. Aparte de esto, los trabajadores han tenido que aguantar bajadas de sueldo, aumentos de jornadas o reducciones de plantilla.

La importancia de la unión

Todas estos problemas laborales y situaciones desagradables podrían tener solución si los músicos comenzásemos a trabajar como un colectivo. Contando con la ayuda de asociaciones, sindicatos, comités… Y quizás con la formación de un colegio oficial.




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