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Damos la bienvenida al nuevo curso con una entrevista, siguiendo con las “Conversaciones con…”.
En este mes de septiembre tengo el placer de presentaros a Josep Sancho, clarinetista también de la provincia de Tarragona con una dilatada carrera como clarinetista y profesor, y cuya principal virtud, sirviéndome de sus palabras, es la versatilidad.
Conocí a Josep en algunos los primeros cursos de perfeccionamiento que a los que asistí: Vicente Peñarrocha, José V. Herrera… Fue uno de los referentes más próximos que tuve durante mis estudios, ya que por aquellos tiempos no había muchos alumnos de clarinete en Tarragona.
La forma de tocar de Josep transmite facilidad y seguridad. A lo largo de la entrevista he añadido algunos enlaces a su canal de Youtube para que podáis conocerlo mejor. Os gustará por su calidad y originalidad.
¡Vamos allá!
Nombre completo: Josep Sancho Sancho
Lugar de nacimiento: Les Cases d’Alcanar (Tarragona)
Fecha de nacimiento: 10-10-1971
¿Puedes hablarnos de tus inicios en la música y en especial con el clarinete? ¿Qué persona/s fue/ron decisivas para ti en esta primera etapa?
Como muchos otros empecé en la Banda. A los 9 años un grupo que niños del pueblo nos apuntamos a un nuevo proyecto de formación musical que había surgido pocos años antes: La Agrupació Musical Canareva de Alcanar. Tres hermanos: el mayor, trompeta, el mediano, saxo y yo, el pequeño, el clarinete (por tamaños). Nada de pruebas de aptitud ni de qué te gusta más…. Esto no estaba al uso entonces.
Visto con la perspectiva del tiempo todas las personas que se han cruzado en mi camino han sido importantes. Cuando terminas la carrera tiendes a citar a aquellos profesores más famosos con los que dices que has estudiado, aunque sólo hayas hecho una clase de oyente. Pero la persona que inició el proyecto donde yo empecé, aunque fuera un músico completamente amateur, seguramente ha sido tan importante como el que más. A Juanjo Vilarroya una especial mención. Por él me hice músico profesional. Era el maestro de la banda y contagiaba algo especial que pocos profes transmiten. Pero insisto, no quisiera dejarme a nadie porque de todos he bebido y al final todos me han influenciado de un modo u otro.
¿Cómo, cuándo, de qué manera te diste cuenta de que serías músico? ¿Fue algo premeditado o más bien te dejaste llevar?
Yo tendría unos 12 o 13 años. No sé porqué. El clarinete se me daba bien y tenía facilidad y memoria musical. Siempre he sido un poco soñador y supongo que canalicé (aunque sin ser consciente de ello) mis inquietudes artísticas a través de la música. La verdad es que a los 14 años estaba bastante “enganchado” a la música hasta el punto de que prefería estar tocando que salir con los amigos. Fue a esta edad cuando ya tenía claro que la música sería mi profesión.
¿Quién ha marcado (para bien) tu etapa formativa?
He tenido muchos profesores de los que he aprendido mucho (no necesariamente clarinetistas). Mi profesor principal, de quien más he absorbido, ha sido Joan Enric Lluna. Gran músico, artista y pedagogo. Participé de los primeros años de la Escola de Música de Barcelona y allí nos juntamos una generación de clarinetistas de toda España. Hacíamos encuentros cada mes y se creó un ambiente muy bonito de aprendizaje, de humildad y de amistades que todavía hoy perduran muy vivamente. Fueron unos años muy bonitos y espontáneamente hicimos un grupo alrededor del maestro Lluna que fue muy fructífero.
¿Has estudiado fuera de España? ¿Qué destacarías de esta experiencia, tanto para tu formación musical/clarinetística como para tu formación personal?
Yo estudié en la Royal Academy of Music en Londres. Después de estudiar en Barcelona necesitaba salir. Buenos profesores hay en todos los sitios y actualmente creo que un estudiante ya no necesita salir de España si lo que anda buscando es un buen profesor. Pero vivir en una ciudad como Londres marca muy profundamente. Aprendes cultura y vives la magnífica diversidad del mundo. Quizás no mejores tu técnica más de lo que lo harías aquí, pero sin duda amplías conocimientos y sensibilidad artística. Por no decir que cada semana pasan los grandes por los muchos auditorios de la ciudad. Allí conocí a Michael Collins, Anthony Pay, Andrew Marriner, Karl Leister… También trabajé una temporada en la sala de conciertos Wigmore Hall. Quizás fue mi mejor escuela al poder escuchar tantos conciertos memorables…
¿Cómo fue tu “profesionalización”? ¿Tenías pensado qué camino seguir (conciertos, orquesta, enseñanza…) o fuiste optando a lo que se iba presentando?
De joven tu ilusión siempre es ser músico activo. O haciendo recitales, o con cámara o formar parte de una gran orquesta y, claro, poder tocar conciertos de solista. Al final he tenido la gran suerte de poder hacer un poco de todo y cumplir gran parte de mis sueños. Cuando gané el 2º premio en el concurso de JJMM de España se me abrió una puerta muy importante y pude realizar muchos conciertos que me dieron posibilidad de ejercer de músico… Después vinieron las clases y el conservatorio.
En cuanto a la enseñanza, ¿qué papel juega en tu día a día como músico?
Para mi es muy importante, ya que soy profesor de conservatorio. También soy padre de dos hijos músicos con los que he aprendido mucha pedagogía. Enseñar es muy bonito y a la vez mucho más duro de lo que se cree normalmente. Nadie nos enseña a enseñar. Lo he hecho todo a través de prueba-error. Con los años estoy aprendiendo a combinar la disciplina (¡qué mal entendida está esta palabra!) con el placer. Un buen profesor es importantísimo para un buen resultado. Es un oficio muy difícil y cada vez me gusta más hacerlo, ya que a mis 45 años empiezo a comprender cómo funciona el aprendizaje.
Háblanos de tus proyectos musicales. ¿Tienes oportunidades de mostrar tu trabajo aquí?
La verdad es que tengo muchos proyectos musicales y muy diversos. Muchos de ellos están en el mundo del teatro: escolares, familiares (La vuelta al mundo), comedia (Contrapuntum). También estoy inmerso por circunstancias personales en la música moderna (Feslloch), conciertos pedagógicos para todos los públicos con el trio de corni di bassetto (Mozart&Co), música contemporánea y acciones musicales con la artista Maria Elena Roqué, y muchas más cosas como cursos y conferencias. También hago conciertos de cámara, pero esta última faceta cuesta más por muchos motivos.
La verdad es que sí puedo mostrar mi trabajo aquí, porque creo que he sabido adaptarme a mi realidad y a la de mi entorno.
¿Cómo se ve España musicalmente desde donde tú estás? ¿Cómo la ves tú, musicalmente o clarinetísticamente hablando?
No lo sé. Mi sensación es que no está nada fácil. Cuando los chavales me dicen que quieren dedicarse al clarinete profesionalmente me cuesta explicarles qué significa. Sólo los muy apasionados pueden dedicarse a ello porque es muy complejo y sólo con la pasión y la obstinación se pueden vencer ciertos obstáculos. Lo que tengo claro es que los tiempos son muy cambiantes y sólo los que tengan capacidad de adaptación tendrán más posibilidades de poder vivir de la música en general… Los tiempos de Romero y Klosé sin más terminaron hace tiempo. La creatividad y el saber leer los nuevos tiempos es el futuro. Mucha gente toca el clarinete maravillosamente. Hay que marcar alguna diferencia. Para mi la versatilidad es el requisito más importante para cualquier músico de cara al futuro.
Muchísimas gracias, Josep, por tu tiempo.
¡Muchas gracias a los lectores por seguir leyendo!
Cecilia
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