6 pedruscos que te encontrarás si quieres aprender a cantar

Muchos quieren aprender a cantar.

Pocos lo consiguen, pero no por una falta de talento, si no por una falta de conocimiento.

Si quieres empezar este camino, ya sabes que te vas a encontrar obstáculos. Eso es de cajón.

El problema aparece cuando te los encuentras, pero no sabes que son obstáculos completamente comunes y normales.

No saber reconocerlos te hará rendirte o incluso pensar que es mejor idea dejarlo que continuar.

Allá cada cuál con sus decisiones, pero escucha este episodio antes.

Cosas que pueden ayudarte a conseguirlo

  • Centrarte en lo que importa (lo importante no es el sonido de tu voz)
  • Saber manejar las críticas
  • Entender por qué la fuerza no es tu amiga
  • Aprender a ver con tus oídos

Transcripción del episodio

Lo primero que quiero decirte es que no estigmatices lo que es aprender a cantar.

Sí, está lleno de obstáculos, como cualquier otra cosa en la vida, pero con dedicación se puede conseguir.

A pesar de esto, hay algunas peculiaridades al aprender a controlar la voz para cantar mejor.

Son unas peculiaridades salvables, pero si no las conoces, puedes acabar como una cabra, perdiéndote por los laberintos de aprender a cantar.

Voy a comparar lo que es aprender a tocar la guitarra con aprender a cantar para poner las diferencias en perspectiva.

Pero no voy a decir la tontería esa de que si las cuerdas de una guitarra se rompen las puedes cambiar, pero no hay recambio para tus cuerdas vocales.

Porque el instrumento de un guitarrista no sólo es su guitarra. También lo son sus manos, y para eso tampoco hay recambio.

No.

Mira. Lo primero que tienes que saber es que la voz es el único instrumento que no ha creado el humano.

Así que nos tenemos que adaptar a su diseño y punto.

No hay otra opción.

La guitarra sí ha sido creada por el humano, ha ido evolucionando, y la técnica se ha podido ir desarrollando de forma muy natural.

Mantén esta mentalidad mientras te comento los grandes obstáculos que te encontrarás al aprender a cantar.

Primer obstáculo: Las sensaciones no suelen representar lo que está pasando

Cuando hablas o cantas, tu cuerpo está recibiendo un montón de información sensorial por las vibraciones del sonido de tu voz.

Un zumbido en la cabeza, vibraciones en el cuello, un sonido cortante en la parte frontal de la cara, un cosquilleo entre los ojos, …

Sensaciones hay tantas como personas en el mundo.

Y la gran mayoría de ellas no describen lo que está pasando físicamente en tu garganta.

Esto con la guitarra no pasa.

Tocas una cuerda y lo sientes claramente.

Agarras la púa y la sientes perfectamente.

En el canto, a veces se confunde una vibración en la nariz con una buena proyección vocal.

O un sonido brillante con una buena aducción de las cuerdas vocales.

Pero todo son ideas preconcebidas.

Porque es imposible que sepas cómo se siente una producción vocal correcta hasta que la haces.

Entonces… ¿el huevo o la gallina?

Ni uno ni el otro.

Primero va el sonido.

Tienes que hacer caso al sonido de tu voz, y luego ya crearás relaciones de qué te hace sentir cada uno de esos sonidos.

Eso no quiere decir que tengas que buscar necesariamente sonidos bonitos.

A veces tenemos que usar sonidos feos para conseguir crear sonidos bonitos.

Si te interesa desarrollar esto, contáctanos y vemos qué tipo de formación necesitas.

Seguimos.

Segundo obstáculo: tu feedback auditivo es interno Y externo

Cuando tocas la guitarra, sólo la oyes desde fuera.

Lo que tú oyes es exactamente lo que otra persona oye.

Cuando cantas, oyes tu voz desde dentro de tu cabeza y desde fuera.

Una movida.

A veces te puede parecer que estás haciéndolo fatal, y realmente estás cantando muy bien.

O viceversa.

Cuando tienes poca experiencia, hay un desfase muy grande entre lo que oyes desde dentro de tu cabeza y lo que se oye desde fuera.

Es el mismo efecto que pasa cuando oyes tu voz grabada por primera vez.

Ese desfase se puede ajustar, pero que sepas que está ahí y que no tienes que dar nada por sentado, sobre todo al principio.

Tercer obstáculo: la voz es orgánica

La voz es muy susceptible a muchas cosas.

El ambiente, los cambios de temperatura, si respiras por la boca, si roncas, si tienes reflujo, la edad, haber dormido poco o mal, …

Así que cada día puede estar un poco diferente, y eso implica que tu tacto interno cambiará.

Para un guitarrista esto no suele ser un problema, porque las manos están bastante igual de un día para otro.

Hay algunas cosas que no son salvables, como casos severos de reflujo, laringitis o este tipo de historias.

Para un guitarrista, podría ser como quemarse un dedo.

Durante unos días lo sentirá rarísimo, y el feedback sensorial le cambiará por completo.

Pero cortarse las uñas no le afectará a la hora de tocar, a no ser que las tenga tan largas que pueda cambiar el canal del televisor sin mando a distancia.

Para un cantante, el resto de cambios pequeños puede ser una tortura al principio, pero con un buen entrenamiento vas ganando tacto en la voz.

Vas aprendiendo a navegar entre los distintos estados de tu voz, y deja de ser un problema.

Por supuesto habrá días buenos y días no tan buenos, pero eso es como todo en la vida.

Lo importante es que tengas un buen control de tu voz como para que en tus días no tan buenos puedas cantar bastante bien de todas formas.

Cuarto obstáculo: la voz forma parte de nuestra identidad

Si alguien nos dice que tocamos mal la guitarra, molesta.

Claro que molesta.

Pero inconscientemente se transmite y se recibe que tienes que practicar más.

En cambio, si alguien nos dice que cantamos mal, nos afecta a nivel personal.

Inconscientemente nos está diciendo que nuestra voz no sirve.

Si a esto le añades que prácticamente todo el mundo cree que para cantar bien necesitas algún tipo de don extraño, todo se hace más cuesta arriba.

Por eso, si quieres emprender el camino de aprender a cantar, ármate de paciencia y de tapones para los oídos.

Vas a tener que ignorar muchos comentarios estúpidos.

Pero que sepas que esos comentarios vienen de la ignorancia y de la envidia.

Nada más.

Quinto obstáculo: incrementar el volumen no es “darle más fuerte”

En una guitarra, si quieres más volumen, haces un poco más de fuerza con la púa .

Si la guitarra es eléctrica, subes el volumen del amplificador.

Es bastante fácil de entender, ver y hacer.

Con la voz no es tan sencillo.

Lo que hacemos de forma natural para aumentar el volumen es gritar, pero gritar no es cantar.

Gritar hace daño a la voz y suena fatal.

Para aumentar el volumen al cantar nunca debes sentir que haces más fuerza, porque el volumen viene de un control muy fino de las cuerdas vocales y de optimizar el espacio de resonancia.

Suena complicado, porque lo es.

Nadie dijo que fuera a ser fácil, pero quédate con esto: no hagas fuerza para cantar más fuerte.

Sexto obstáculo: mucho de lo que pasa en la voz, no se ve

Si un guitarrista no va a la velocidad de la luz, que los hay, puedes llegar a ver lo que está haciendo.

Con mucha paciencia y mucha práctica, puedes llegar a copiarlo.

Aunque te lleve años, da igual. Se puede.

En cambio, de los cantantes sólo se ve la parte externa del instrumento, lo que está pasando en los labios y, como mucho, en la lengua.

Pero pasan muchas cosas dentro que no se ven a simple vista y no se pueden copiar más que por sonido.

Eso nos supone dos dificultades.

  1. Hace falta un oído entrenado para oír la voz de un cantante y saber qué está haciendo bien o qué está haciendo mal.
  2. Suponiendo que tengas ese oído, saber reproducir lo que está haciendo requiere de mucho control.

Por eso, para aprender a cantar bien es necesario entrenar también el oído.

No me refiero a entrenarlo para mejorar la afinación ni para saber si una nota es un LA o es un DO.

Mayormente, eso es irrelevante.

Me refiero a entrenarlo para entender cómo suena una voz que lo está haciendo bien técnicamente, y cómo suena cuando lo hace mal.

Cuando oyes a alguien cantar bien y lo sabes escuchar, tiene que darte envidia y llevarte a preguntarte “¿Cómo narices lo está haciendo para que le sea tan fácil?”.

Por el contrario, cuando oyes a alguien cantar con mala técnica y lo sabes escuchar, tiene que dolerte físicamente.

Bueno, es una forma de hablar, pero ya me entiendes.

Es como cuando ves a alguien que recibe un balonazo en la cara.

No te duele… pero te duele.

A eso me refiero con un buen entrenamiento de oído.

Cuando tengas ese oído, podrás escuchar tu propia voz de forma objetiva, crítica, y eso te llevará a hacer los cambios necesarios para cantar lo mejor que puedes cantar.

Porque da igual lo bien que creas que puedes llegar a cantar.

Puedes llegar a cantar aún mucho mejor.

Este artículo 6 pedruscos que te encontrarás si quieres aprender a cantar pertenece a VoKalo.

6 pedruscos que te encontrarás si quieres aprender a cantar

Muchos quieren aprender a cantar.

Pocos lo consiguen, pero no por una falta de talento, si no por una falta de conocimiento.

Si quieres empezar este camino, ya sabes que te vas a encontrar obstáculos. Eso es de cajón.

El problema aparece cuando te los encuentras, pero no sabes que son obstáculos completamente comunes y normales.

No saber reconocerlos te hará rendirte o incluso pensar que es mejor idea dejarlo que continuar.

Allá cada cuál con sus decisiones, pero escucha este episodio antes.

Cosas que pueden ayudarte a conseguirlo

  • Centrarte en lo que importa (lo importante no es el sonido de tu voz)
  • Saber manejar las críticas
  • Entender por qué la fuerza no es tu amiga
  • Aprender a ver con tus oídos

Transcripción del episodio

Lo primero que quiero decirte es que no estigmatices lo que es aprender a cantar.

Sí, está lleno de obstáculos, como cualquier otra cosa en la vida, pero con dedicación se puede conseguir.

A pesar de esto, hay algunas peculiaridades al aprender a controlar la voz para cantar mejor.

Son unas peculiaridades salvables, pero si no las conoces, puedes acabar como una cabra, perdiéndote por los laberintos de aprender a cantar.

Voy a comparar lo que es aprender a tocar la guitarra con aprender a cantar para poner las diferencias en perspectiva.

Pero no voy a decir la tontería esa de que si las cuerdas de una guitarra se rompen las puedes cambiar, pero no hay recambio para tus cuerdas vocales.

Porque el instrumento de un guitarrista no sólo es su guitarra. También lo son sus manos, y para eso tampoco hay recambio.

No.

Mira. Lo primero que tienes que saber es que la voz es el único instrumento que no ha creado el humano.

Así que nos tenemos que adaptar a su diseño y punto.

No hay otra opción.

La guitarra sí ha sido creada por el humano, ha ido evolucionando, y la técnica se ha podido ir desarrollando de forma muy natural.

Mantén esta mentalidad mientras te comento los grandes obstáculos que te encontrarás al aprender a cantar.

Primer obstáculo: Las sensaciones no suelen representar lo que está pasando

Cuando hablas o cantas, tu cuerpo está recibiendo un montón de información sensorial por las vibraciones del sonido de tu voz.

Un zumbido en la cabeza, vibraciones en el cuello, un sonido cortante en la parte frontal de la cara, un cosquilleo entre los ojos, …

Sensaciones hay tantas como personas en el mundo.

Y la gran mayoría de ellas no describen lo que está pasando físicamente en tu garganta.

Esto con la guitarra no pasa.

Tocas una cuerda y lo sientes claramente.

Agarras la púa y la sientes perfectamente.

En el canto, a veces se confunde una vibración en la nariz con una buena proyección vocal.

O un sonido brillante con una buena aducción de las cuerdas vocales.

Pero todo son ideas preconcebidas.

Porque es imposible que sepas cómo se siente una producción vocal correcta hasta que la haces.

Entonces… ¿el huevo o la gallina?

Ni uno ni el otro.

Primero va el sonido.

Tienes que hacer caso al sonido de tu voz, y luego ya crearás relaciones de qué te hace sentir cada uno de esos sonidos.

Eso no quiere decir que tengas que buscar necesariamente sonidos bonitos.

A veces tenemos que usar sonidos feos para conseguir crear sonidos bonitos.

Si te interesa desarrollar esto, contáctanos y vemos qué tipo de formación necesitas.

Seguimos.

Segundo obstáculo: tu feedback auditivo es interno Y externo

Cuando tocas la guitarra, sólo la oyes desde fuera.

Lo que tú oyes es exactamente lo que otra persona oye.

Cuando cantas, oyes tu voz desde dentro de tu cabeza y desde fuera.

Una movida.

A veces te puede parecer que estás haciéndolo fatal, y realmente estás cantando muy bien.

O viceversa.

Cuando tienes poca experiencia, hay un desfase muy grande entre lo que oyes desde dentro de tu cabeza y lo que se oye desde fuera.

Es el mismo efecto que pasa cuando oyes tu voz grabada por primera vez.

Ese desfase se puede ajustar, pero que sepas que está ahí y que no tienes que dar nada por sentado, sobre todo al principio.

Tercer obstáculo: la voz es orgánica

La voz es muy susceptible a muchas cosas.

El ambiente, los cambios de temperatura, si respiras por la boca, si roncas, si tienes reflujo, la edad, haber dormido poco o mal, …

Así que cada día puede estar un poco diferente, y eso implica que tu tacto interno cambiará.

Para un guitarrista esto no suele ser un problema, porque las manos están bastante igual de un día para otro.

Hay algunas cosas que no son salvables, como casos severos de reflujo, laringitis o este tipo de historias.

Para un guitarrista, podría ser como quemarse un dedo.

Durante unos días lo sentirá rarísimo, y el feedback sensorial le cambiará por completo.

Pero cortarse las uñas no le afectará a la hora de tocar, a no ser que las tenga tan largas que pueda cambiar el canal del televisor sin mando a distancia.

Para un cantante, el resto de cambios pequeños puede ser una tortura al principio, pero con un buen entrenamiento vas ganando tacto en la voz.

Vas aprendiendo a navegar entre los distintos estados de tu voz, y deja de ser un problema.

Por supuesto habrá días buenos y días no tan buenos, pero eso es como todo en la vida.

Lo importante es que tengas un buen control de tu voz como para que en tus días no tan buenos puedas cantar bastante bien de todas formas.

Cuarto obstáculo: la voz forma parte de nuestra identidad

Si alguien nos dice que tocamos mal la guitarra, molesta.

Claro que molesta.

Pero inconscientemente se transmite y se recibe que tienes que practicar más.

En cambio, si alguien nos dice que cantamos mal, nos afecta a nivel personal.

Inconscientemente nos está diciendo que nuestra voz no sirve.

Si a esto le añades que prácticamente todo el mundo cree que para cantar bien necesitas algún tipo de don extraño, todo se hace más cuesta arriba.

Por eso, si quieres emprender el camino de aprender a cantar, ármate de paciencia y de tapones para los oídos.

Vas a tener que ignorar muchos comentarios estúpidos.

Pero que sepas que esos comentarios vienen de la ignorancia y de la envidia.

Nada más.

Quinto obstáculo: incrementar el volumen no es “darle más fuerte”

En una guitarra, si quieres más volumen, haces un poco más de fuerza con la púa .

Si la guitarra es eléctrica, subes el volumen del amplificador.

Es bastante fácil de entender, ver y hacer.

Con la voz no es tan sencillo.

Lo que hacemos de forma natural para aumentar el volumen es gritar, pero gritar no es cantar.

Gritar hace daño a la voz y suena fatal.

Para aumentar el volumen al cantar nunca debes sentir que haces más fuerza, porque el volumen viene de un control muy fino de las cuerdas vocales y de optimizar el espacio de resonancia.

Suena complicado, porque lo es.

Nadie dijo que fuera a ser fácil, pero quédate con esto: no hagas fuerza para cantar más fuerte.

Sexto obstáculo: mucho de lo que pasa en la voz, no se ve

Si un guitarrista no va a la velocidad de la luz, que los hay, puedes llegar a ver lo que está haciendo.

Con mucha paciencia y mucha práctica, puedes llegar a copiarlo.

Aunque te lleve años, da igual. Se puede.

En cambio, de los cantantes sólo se ve la parte externa del instrumento, lo que está pasando en los labios y, como mucho, en la lengua.

Pero pasan muchas cosas dentro que no se ven a simple vista y no se pueden copiar más que por sonido.

Eso nos supone dos dificultades.

  1. Hace falta un oído entrenado para oír la voz de un cantante y saber qué está haciendo bien o qué está haciendo mal.
  2. Suponiendo que tengas ese oído, saber reproducir lo que está haciendo requiere de mucho control.

Por eso, para aprender a cantar bien es necesario entrenar también el oído.

No me refiero a entrenarlo para mejorar la afinación ni para saber si una nota es un LA o es un DO.

Mayormente, eso es irrelevante.

Me refiero a entrenarlo para entender cómo suena una voz que lo está haciendo bien técnicamente, y cómo suena cuando lo hace mal.

Cuando oyes a alguien cantar bien y lo sabes escuchar, tiene que darte envidia y llevarte a preguntarte “¿Cómo narices lo está haciendo para que le sea tan fácil?”.

Por el contrario, cuando oyes a alguien cantar con mala técnica y lo sabes escuchar, tiene que dolerte físicamente.

Bueno, es una forma de hablar, pero ya me entiendes.

Es como cuando ves a alguien que recibe un balonazo en la cara.

No te duele… pero te duele.

A eso me refiero con un buen entrenamiento de oído.

Cuando tengas ese oído, podrás escuchar tu propia voz de forma objetiva, crítica, y eso te llevará a hacer los cambios necesarios para cantar lo mejor que puedes cantar.

Porque da igual lo bien que creas que puedes llegar a cantar.

Puedes llegar a cantar aún mucho mejor.

Este artículo 6 pedruscos que te encontrarás si quieres aprender a cantar pertenece a VoKalo.