6 pedruscos que te encontrarás si quieres aprender a cantar

Muchos quieren aprender a cantar.

Pocos lo consiguen, pero no por una falta de talento, si no por una falta de conocimiento.

Si quieres empezar este camino, ya sabes que te vas a encontrar obstáculos. Eso es de cajón.

El problema aparece cuando te los encuentras, pero no sabes que son obstáculos completamente comunes y normales.

No saber reconocerlos te hará rendirte o incluso pensar que es mejor idea dejarlo que continuar.

Allá cada cuál con sus decisiones, pero escucha este episodio antes.

Cosas que pueden ayudarte a conseguirlo

  • Centrarte en lo que importa (lo importante no es el sonido de tu voz)
  • Saber manejar las críticas
  • Entender por qué la fuerza no es tu amiga
  • Aprender a ver con tus oídos

Transcripción del episodio

Lo primero que quiero decirte es que no estigmatices lo que es aprender a cantar.

Sí, está lleno de obstáculos, como cualquier otra cosa en la vida, pero con dedicación se puede conseguir.

A pesar de esto, hay algunas peculiaridades al aprender a controlar la voz para cantar mejor.

Son unas peculiaridades salvables, pero si no las conoces, puedes acabar como una cabra, perdiéndote por los laberintos de aprender a cantar.

Voy a comparar lo que es aprender a tocar la guitarra con aprender a cantar para poner las diferencias en perspectiva.

Pero no voy a decir la tontería esa de que si las cuerdas de una guitarra se rompen las puedes cambiar, pero no hay recambio para tus cuerdas vocales.

Porque el instrumento de un guitarrista no sólo es su guitarra. También lo son sus manos, y para eso tampoco hay recambio.

No.

Mira. Lo primero que tienes que saber es que la voz es el único instrumento que no ha creado el humano.

Así que nos tenemos que adaptar a su diseño y punto.

No hay otra opción.

La guitarra sí ha sido creada por el humano, ha ido evolucionando, y la técnica se ha podido ir desarrollando de forma muy natural.

Mantén esta mentalidad mientras te comento los grandes obstáculos que te encontrarás al aprender a cantar.

Primer obstáculo: Las sensaciones no suelen representar lo que está pasando

Cuando hablas o cantas, tu cuerpo está recibiendo un montón de información sensorial por las vibraciones del sonido de tu voz.

Un zumbido en la cabeza, vibraciones en el cuello, un sonido cortante en la parte frontal de la cara, un cosquilleo entre los ojos, …

Sensaciones hay tantas como personas en el mundo.

Y la gran mayoría de ellas no describen lo que está pasando físicamente en tu garganta.

Esto con la guitarra no pasa.

Tocas una cuerda y lo sientes claramente.

Agarras la púa y la sientes perfectamente.

En el canto, a veces se confunde una vibración en la nariz con una buena proyección vocal.

O un sonido brillante con una buena aducción de las cuerdas vocales.

Pero todo son ideas preconcebidas.

Porque es imposible que sepas cómo se siente una producción vocal correcta hasta que la haces.

Entonces… ¿el huevo o la gallina?

Ni uno ni el otro.

Primero va el sonido.

Tienes que hacer caso al sonido de tu voz, y luego ya crearás relaciones de qué te hace sentir cada uno de esos sonidos.

Eso no quiere decir que tengas que buscar necesariamente sonidos bonitos.

A veces tenemos que usar sonidos feos para conseguir crear sonidos bonitos.

Si te interesa desarrollar esto, contáctanos y vemos qué tipo de formación necesitas.

Seguimos.

Segundo obstáculo: tu feedback auditivo es interno Y externo

Cuando tocas la guitarra, sólo la oyes desde fuera.

Lo que tú oyes es exactamente lo que otra persona oye.

Cuando cantas, oyes tu voz desde dentro de tu cabeza y desde fuera.

Una movida.

A veces te puede parecer que estás haciéndolo fatal, y realmente estás cantando muy bien.

O viceversa.

Cuando tienes poca experiencia, hay un desfase muy grande entre lo que oyes desde dentro de tu cabeza y lo que se oye desde fuera.

Es el mismo efecto que pasa cuando oyes tu voz grabada por primera vez.

Ese desfase se puede ajustar, pero que sepas que está ahí y que no tienes que dar nada por sentado, sobre todo al principio.

Tercer obstáculo: la voz es orgánica

La voz es muy susceptible a muchas cosas.

El ambiente, los cambios de temperatura, si respiras por la boca, si roncas, si tienes reflujo, la edad, haber dormido poco o mal, …

Así que cada día puede estar un poco diferente, y eso implica que tu tacto interno cambiará.

Para un guitarrista esto no suele ser un problema, porque las manos están bastante igual de un día para otro.

Hay algunas cosas que no son salvables, como casos severos de reflujo, laringitis o este tipo de historias.

Para un guitarrista, podría ser como quemarse un dedo.

Durante unos días lo sentirá rarísimo, y el feedback sensorial le cambiará por completo.

Pero cortarse las uñas no le afectará a la hora de tocar, a no ser que las tenga tan largas que pueda cambiar el canal del televisor sin mando a distancia.

Para un cantante, el resto de cambios pequeños puede ser una tortura al principio, pero con un buen entrenamiento vas ganando tacto en la voz.

Vas aprendiendo a navegar entre los distintos estados de tu voz, y deja de ser un problema.

Por supuesto habrá días buenos y días no tan buenos, pero eso es como todo en la vida.

Lo importante es que tengas un buen control de tu voz como para que en tus días no tan buenos puedas cantar bastante bien de todas formas.

Cuarto obstáculo: la voz forma parte de nuestra identidad

Si alguien nos dice que tocamos mal la guitarra, molesta.

Claro que molesta.

Pero inconscientemente se transmite y se recibe que tienes que practicar más.

En cambio, si alguien nos dice que cantamos mal, nos afecta a nivel personal.

Inconscientemente nos está diciendo que nuestra voz no sirve.

Si a esto le añades que prácticamente todo el mundo cree que para cantar bien necesitas algún tipo de don extraño, todo se hace más cuesta arriba.

Por eso, si quieres emprender el camino de aprender a cantar, ármate de paciencia y de tapones para los oídos.

Vas a tener que ignorar muchos comentarios estúpidos.

Pero que sepas que esos comentarios vienen de la ignorancia y de la envidia.

Nada más.

Quinto obstáculo: incrementar el volumen no es “darle más fuerte”

En una guitarra, si quieres más volumen, haces un poco más de fuerza con la púa .

Si la guitarra es eléctrica, subes el volumen del amplificador.

Es bastante fácil de entender, ver y hacer.

Con la voz no es tan sencillo.

Lo que hacemos de forma natural para aumentar el volumen es gritar, pero gritar no es cantar.

Gritar hace daño a la voz y suena fatal.

Para aumentar el volumen al cantar nunca debes sentir que haces más fuerza, porque el volumen viene de un control muy fino de las cuerdas vocales y de optimizar el espacio de resonancia.

Suena complicado, porque lo es.

Nadie dijo que fuera a ser fácil, pero quédate con esto: no hagas fuerza para cantar más fuerte.

Sexto obstáculo: mucho de lo que pasa en la voz, no se ve

Si un guitarrista no va a la velocidad de la luz, que los hay, puedes llegar a ver lo que está haciendo.

Con mucha paciencia y mucha práctica, puedes llegar a copiarlo.

Aunque te lleve años, da igual. Se puede.

En cambio, de los cantantes sólo se ve la parte externa del instrumento, lo que está pasando en los labios y, como mucho, en la lengua.

Pero pasan muchas cosas dentro que no se ven a simple vista y no se pueden copiar más que por sonido.

Eso nos supone dos dificultades.

  1. Hace falta un oído entrenado para oír la voz de un cantante y saber qué está haciendo bien o qué está haciendo mal.
  2. Suponiendo que tengas ese oído, saber reproducir lo que está haciendo requiere de mucho control.

Por eso, para aprender a cantar bien es necesario entrenar también el oído.

No me refiero a entrenarlo para mejorar la afinación ni para saber si una nota es un LA o es un DO.

Mayormente, eso es irrelevante.

Me refiero a entrenarlo para entender cómo suena una voz que lo está haciendo bien técnicamente, y cómo suena cuando lo hace mal.

Cuando oyes a alguien cantar bien y lo sabes escuchar, tiene que darte envidia y llevarte a preguntarte “¿Cómo narices lo está haciendo para que le sea tan fácil?”.

Por el contrario, cuando oyes a alguien cantar con mala técnica y lo sabes escuchar, tiene que dolerte físicamente.

Bueno, es una forma de hablar, pero ya me entiendes.

Es como cuando ves a alguien que recibe un balonazo en la cara.

No te duele… pero te duele.

A eso me refiero con un buen entrenamiento de oído.

Cuando tengas ese oído, podrás escuchar tu propia voz de forma objetiva, crítica, y eso te llevará a hacer los cambios necesarios para cantar lo mejor que puedes cantar.

Porque da igual lo bien que creas que puedes llegar a cantar.

Puedes llegar a cantar aún mucho mejor.

Este artículo 6 pedruscos que te encontrarás si quieres aprender a cantar pertenece a VoKalo.

6 pedruscos que te encontrarás si quieres aprender a cantar

Muchos quieren aprender a cantar.

Pocos lo consiguen, pero no por una falta de talento, si no por una falta de conocimiento.

Si quieres empezar este camino, ya sabes que te vas a encontrar obstáculos. Eso es de cajón.

El problema aparece cuando te los encuentras, pero no sabes que son obstáculos completamente comunes y normales.

No saber reconocerlos te hará rendirte o incluso pensar que es mejor idea dejarlo que continuar.

Allá cada cuál con sus decisiones, pero escucha este episodio antes.

Cosas que pueden ayudarte a conseguirlo

  • Centrarte en lo que importa (lo importante no es el sonido de tu voz)
  • Saber manejar las críticas
  • Entender por qué la fuerza no es tu amiga
  • Aprender a ver con tus oídos

Transcripción del episodio

Lo primero que quiero decirte es que no estigmatices lo que es aprender a cantar.

Sí, está lleno de obstáculos, como cualquier otra cosa en la vida, pero con dedicación se puede conseguir.

A pesar de esto, hay algunas peculiaridades al aprender a controlar la voz para cantar mejor.

Son unas peculiaridades salvables, pero si no las conoces, puedes acabar como una cabra, perdiéndote por los laberintos de aprender a cantar.

Voy a comparar lo que es aprender a tocar la guitarra con aprender a cantar para poner las diferencias en perspectiva.

Pero no voy a decir la tontería esa de que si las cuerdas de una guitarra se rompen las puedes cambiar, pero no hay recambio para tus cuerdas vocales.

Porque el instrumento de un guitarrista no sólo es su guitarra. También lo son sus manos, y para eso tampoco hay recambio.

No.

Mira. Lo primero que tienes que saber es que la voz es el único instrumento que no ha creado el humano.

Así que nos tenemos que adaptar a su diseño y punto.

No hay otra opción.

La guitarra sí ha sido creada por el humano, ha ido evolucionando, y la técnica se ha podido ir desarrollando de forma muy natural.

Mantén esta mentalidad mientras te comento los grandes obstáculos que te encontrarás al aprender a cantar.

Primer obstáculo: Las sensaciones no suelen representar lo que está pasando

Cuando hablas o cantas, tu cuerpo está recibiendo un montón de información sensorial por las vibraciones del sonido de tu voz.

Un zumbido en la cabeza, vibraciones en el cuello, un sonido cortante en la parte frontal de la cara, un cosquilleo entre los ojos, …

Sensaciones hay tantas como personas en el mundo.

Y la gran mayoría de ellas no describen lo que está pasando físicamente en tu garganta.

Esto con la guitarra no pasa.

Tocas una cuerda y lo sientes claramente.

Agarras la púa y la sientes perfectamente.

En el canto, a veces se confunde una vibración en la nariz con una buena proyección vocal.

O un sonido brillante con una buena aducción de las cuerdas vocales.

Pero todo son ideas preconcebidas.

Porque es imposible que sepas cómo se siente una producción vocal correcta hasta que la haces.

Entonces… ¿el huevo o la gallina?

Ni uno ni el otro.

Primero va el sonido.

Tienes que hacer caso al sonido de tu voz, y luego ya crearás relaciones de qué te hace sentir cada uno de esos sonidos.

Eso no quiere decir que tengas que buscar necesariamente sonidos bonitos.

A veces tenemos que usar sonidos feos para conseguir crear sonidos bonitos.

Si te interesa desarrollar esto, contáctanos y vemos qué tipo de formación necesitas.

Seguimos.

Segundo obstáculo: tu feedback auditivo es interno Y externo

Cuando tocas la guitarra, sólo la oyes desde fuera.

Lo que tú oyes es exactamente lo que otra persona oye.

Cuando cantas, oyes tu voz desde dentro de tu cabeza y desde fuera.

Una movida.

A veces te puede parecer que estás haciéndolo fatal, y realmente estás cantando muy bien.

O viceversa.

Cuando tienes poca experiencia, hay un desfase muy grande entre lo que oyes desde dentro de tu cabeza y lo que se oye desde fuera.

Es el mismo efecto que pasa cuando oyes tu voz grabada por primera vez.

Ese desfase se puede ajustar, pero que sepas que está ahí y que no tienes que dar nada por sentado, sobre todo al principio.

Tercer obstáculo: la voz es orgánica

La voz es muy susceptible a muchas cosas.

El ambiente, los cambios de temperatura, si respiras por la boca, si roncas, si tienes reflujo, la edad, haber dormido poco o mal, …

Así que cada día puede estar un poco diferente, y eso implica que tu tacto interno cambiará.

Para un guitarrista esto no suele ser un problema, porque las manos están bastante igual de un día para otro.

Hay algunas cosas que no son salvables, como casos severos de reflujo, laringitis o este tipo de historias.

Para un guitarrista, podría ser como quemarse un dedo.

Durante unos días lo sentirá rarísimo, y el feedback sensorial le cambiará por completo.

Pero cortarse las uñas no le afectará a la hora de tocar, a no ser que las tenga tan largas que pueda cambiar el canal del televisor sin mando a distancia.

Para un cantante, el resto de cambios pequeños puede ser una tortura al principio, pero con un buen entrenamiento vas ganando tacto en la voz.

Vas aprendiendo a navegar entre los distintos estados de tu voz, y deja de ser un problema.

Por supuesto habrá días buenos y días no tan buenos, pero eso es como todo en la vida.

Lo importante es que tengas un buen control de tu voz como para que en tus días no tan buenos puedas cantar bastante bien de todas formas.

Cuarto obstáculo: la voz forma parte de nuestra identidad

Si alguien nos dice que tocamos mal la guitarra, molesta.

Claro que molesta.

Pero inconscientemente se transmite y se recibe que tienes que practicar más.

En cambio, si alguien nos dice que cantamos mal, nos afecta a nivel personal.

Inconscientemente nos está diciendo que nuestra voz no sirve.

Si a esto le añades que prácticamente todo el mundo cree que para cantar bien necesitas algún tipo de don extraño, todo se hace más cuesta arriba.

Por eso, si quieres emprender el camino de aprender a cantar, ármate de paciencia y de tapones para los oídos.

Vas a tener que ignorar muchos comentarios estúpidos.

Pero que sepas que esos comentarios vienen de la ignorancia y de la envidia.

Nada más.

Quinto obstáculo: incrementar el volumen no es “darle más fuerte”

En una guitarra, si quieres más volumen, haces un poco más de fuerza con la púa .

Si la guitarra es eléctrica, subes el volumen del amplificador.

Es bastante fácil de entender, ver y hacer.

Con la voz no es tan sencillo.

Lo que hacemos de forma natural para aumentar el volumen es gritar, pero gritar no es cantar.

Gritar hace daño a la voz y suena fatal.

Para aumentar el volumen al cantar nunca debes sentir que haces más fuerza, porque el volumen viene de un control muy fino de las cuerdas vocales y de optimizar el espacio de resonancia.

Suena complicado, porque lo es.

Nadie dijo que fuera a ser fácil, pero quédate con esto: no hagas fuerza para cantar más fuerte.

Sexto obstáculo: mucho de lo que pasa en la voz, no se ve

Si un guitarrista no va a la velocidad de la luz, que los hay, puedes llegar a ver lo que está haciendo.

Con mucha paciencia y mucha práctica, puedes llegar a copiarlo.

Aunque te lleve años, da igual. Se puede.

En cambio, de los cantantes sólo se ve la parte externa del instrumento, lo que está pasando en los labios y, como mucho, en la lengua.

Pero pasan muchas cosas dentro que no se ven a simple vista y no se pueden copiar más que por sonido.

Eso nos supone dos dificultades.

  1. Hace falta un oído entrenado para oír la voz de un cantante y saber qué está haciendo bien o qué está haciendo mal.
  2. Suponiendo que tengas ese oído, saber reproducir lo que está haciendo requiere de mucho control.

Por eso, para aprender a cantar bien es necesario entrenar también el oído.

No me refiero a entrenarlo para mejorar la afinación ni para saber si una nota es un LA o es un DO.

Mayormente, eso es irrelevante.

Me refiero a entrenarlo para entender cómo suena una voz que lo está haciendo bien técnicamente, y cómo suena cuando lo hace mal.

Cuando oyes a alguien cantar bien y lo sabes escuchar, tiene que darte envidia y llevarte a preguntarte “¿Cómo narices lo está haciendo para que le sea tan fácil?”.

Por el contrario, cuando oyes a alguien cantar con mala técnica y lo sabes escuchar, tiene que dolerte físicamente.

Bueno, es una forma de hablar, pero ya me entiendes.

Es como cuando ves a alguien que recibe un balonazo en la cara.

No te duele… pero te duele.

A eso me refiero con un buen entrenamiento de oído.

Cuando tengas ese oído, podrás escuchar tu propia voz de forma objetiva, crítica, y eso te llevará a hacer los cambios necesarios para cantar lo mejor que puedes cantar.

Porque da igual lo bien que creas que puedes llegar a cantar.

Puedes llegar a cantar aún mucho mejor.

Este artículo 6 pedruscos que te encontrarás si quieres aprender a cantar pertenece a VoKalo.

¿Por qué A VECES me rechinan los oídos al oírme cantar?

Para gustos, colores.

A mí me puede gustar mucho un cantante y a ti te puede hacer entrar arcadas auditivas.

En el mundo de las opiniones, la objetividad no tiene cabida.

Pero lo técnico no entiende de opiniones, y es ahí donde le podemos sacar chicha a nuestras voces.

Primero tenemos que buscar que técnicamente nuestra voz esté bien.

Que esté funcionando correctamente.

Es DESPUÉS cuando nos podemos centrar en modificar lo que tengamos que modificar para que suene como nos guste a nosotros.

O para que suene como le guste para quien estés cantando, si por ejemplo estás actuando en una obra de teatro musical.

Ahí tienes que tener todo lo técnico muy claro para encontrar el sonido que el director esté buscando, sin sacrificar tu técnica.

Así que centrémonos en lo técnico.

Cuando algo no te suena bien, y no sabes por qué

Este es un gran problema a tener, porque te deja en medio de la oscuridad.

Sabes que algo de tu voz no te gusta, pero no sabes porqué.

Y sin saber la razón, encontrar una solución es bastante imposible.

Esto pasa muchísimo, y lleva un tiempo de entrenar el oído de una forma muy concreta para reconocer las señales.

No voy a cubrir ese tema en este artículo, porque eso tiene mucha tela.

Lo que voy a hacer es decirte algunas de las cosas que puedes mirar cuando algo no te cuadre, a ver si esto te da una pista para arreglarlo.

¿Estás afinando?

Sí, suena a algo muy básico, pero muchas veces es tan sencillo como esto.

Si desafinas por poco, a primera vista puede parecer que está bien, pero hay algo que no acaba de encajar.

Para esto vas a necesitar un poco de ayuda.

Si tienes a alguien con muy buen oído que te pueda ayudar sería genial.

No sólo porque te va a ayudar a corregir esas desafinaciones…

Si no porque te va a hacer mirar donde tienes que mirar, y eso va a entrenar tu capacidad de detectar desafinaciones.

Canta lo que no te gusta, exagerándolo

Sea lo que sea lo que oyes que no te gusta, exagéralo.

Puede que no sepas explicarlo con palabras, pero seguramente sí sepas hacerlo con tu voz.

Cuando lo exageras, haces mucho más evidente la causa de lo que no te gusta cuando lo escuchas.

Si el sonido que no te gusta es sutil, es como buscar una aguja en un pajar.

Si el sonido que no te gusta está exageradísimo, es como buscar un tractor en un pajar.

No tiene pérdida.

Cuando es tan grande y tan evidente, puedes oír más detalles y describir qué es lo que no te gusta.

De regalo, sientes qué estás haciendo con tu voz para que suene como NO te gusta.

Así que tienes una muy buena pista de lo que NO debes seguir haciendo.

No ser coherente con el sonido despista mucho

Si tu voz te gusta a veces sí y a veces no, busca incoherencias en el sonido.

Si estás cantando una canción y te está gustando, pero llegas a una parte en la que no te gusta nada, seguramente el sonido no es coherente.

¿Quizás tu voz se vuelve estridente al cantar las notas agudas?

¿O puede que se vuelva muy airoso?

Hay cientos de opciones, no puedo enumerarlas todas, pero es que no hace falta.

Lo que importa es que sepas señalar con el dedo al culpable.

Otro tema es cómo arreglarlo, pero primero tienes que tener claro qué es lo que no te gusta.

Un vibrato… ¿feo?

A veces puede ser algo tan simple como la velocidad del vibrato.

Si la oscilación del vibrato no es estable…

O la velocidad es demasiado rápida…

O demasiado lenta…

Seguramente te sonará raro.

Con “raro” quiero decir “mal”.

¿No te suena a “tu voz”?

Este es un tema gordo.

Por un lado, si no tienes la costumbre de escuchar tu voz grabada, te va a sonar mal siempre.

Esto es un hecho, nos guste o no.

Escuchar mucho la propia voz ayuda a reconocerla como una voz normal.

Si estamos acostumbrados a escucharla sólo desde dentro de nuestras cabezas, cuando la oímos grabada es… chocante.

Te esperas una cosa y oyes otra.

Es imposible que eso te guste de buenas a primeras.

Ni a ti ni a nadie.

Por otro lado, hay personas que piensan (consciente o inconscientemente) que tienen que poner “la voz de cantar”.

Al intentar eso, cambian la voz de formas muy raras, y suenan artificiales.

Estoy hablando de “ellos”, pero yo lo hice durante mucho tiempo.

Idealmente, el canto tiene que ser lo más parecido posible al habla.

Cuando hablamos no solemos pensar en cómo sonamos.

Y gracias a eso, la voz suele estar bastante libre.

Al cantar hay muchos más factores a tener en cuenta, por supuesto.

Es mucho más difícil que hablar.

No te lo niego. Sería absurdo.

Pero el enfoque tiene que ser lo más parecido posible.

Lo más natural para ti.

Este artículo ¿Por qué A VECES me rechinan los oídos al oírme cantar? pertenece a VoKalo.

7 buenos hábitos para la voz si soy cantante

Ser cantante implica tener buenos hábitos para la voz.

Pero aún así, muchos cantantes maltratan su voz.

Y lamentablemente, luego hay que pagar las consecuencias.

En la mayoría de casos, no cuidan sus voces por puro desconocimiento.

Aunque algunas cosas de las que te voy a explicar podrían ser de sentido común, hay otras que no tanto.

Son esas especialmente las que hay que tener en cuenta, porque el daño se siente a posteriori.

Cuando tienes la voz mal, eso hace muy difícil atribuir la causa, pero si lo sabes de antemano, podrás estar en guardia.

He añadido un apunte al final del artículo con el que más se confunde la gente, y curiosamente es lo más importante.

1. Calentar la voz

En general, todo cantante sabe que hay que calentar la voz para estar a punto.

Se dice mucho eso de que los cantantes somos atletas de la voz, y por eso es tan fácil hacer la extrapolación del calentamiento.

Aunque las similitudes entre cantantes y atletas suelen acabar ahí, porque he visto de todo para calentar la voz.

Echar un traguito de whisky, ponerse un pañuelo en el cuello, hacer mal los ejercicios de calentamiento de voz, …

Saber cómo calentar la voz es importante, y por eso dedicamos este episodio de nuestro podcast para hablar de ello.

Escúchalo luego con calma. Por ahora, para resumir te diré que tienes que tratar tu voz como lo que es: un conjunto de músculos.

Si piensas así, pensarás realmente como un atleta, y calentarás igual.

2. Conocer los remedios caseros que te funcionan y los que no

Yo no soy muy fan de los remedios caseros por el simple hecho de que no a todo el mundo le funciona lo mismo.

Tampoco me gustan porque la gente tiende a utilizarlos como sustitutos de un buen cuidado vocal continuo.

De unos buenos hábitos para la voz, incluso aunque no cantes.

En vez de eso, los utilizan como apagafuegos en situaciones de emergencia.

¿Pero usarlos con cabeza? Eso sí, por Dios.

Si un día te despiertas con la voz un poco ronca y ducharte con agua caliente a primera hora de la mañana te sienta genial, hazlo sin dudarlo.

¿Hay evidencia científica?

A quién le importa la evidencia científica si te sientes mejor.

Es que aunque sea puro placebo, utilízalo.

Dicho esto, te dejo aquí un enlace a un artículo donde recopilamos un montón de remedios caseros para la voz en el que además mucha gente ha compartido sus propias soluciones en los comentarios.

3. No hablar fuerte en sitios ruidosos

Las veces que he perdido la voz de la forma más agresiva ha sido cuando he tenido que estar hablando en sitios ruidosos.

Discotecas, bares, …

Antes de saber que eso era malo, lo achacaba a otros motivos: me he ido a dormir tarde, he bebido algo de alcohol, …

Con el tiempo he aprendido que no es así.

Y aún sabiendo que es algo horrible para la voz, me ha vuelto a pasar.

Bueno, pues si te encuentras en la misma situación, esto también tiene una explicación.

Se llama Efecto Lombardo, y es especialmente malo para los cantantes.

El mejor hábito para la voz en estas ocasiones es hablar lo menos posible.

4. Dormir bien y lo suficiente

La voz necesita un tiempo para recuperarse de su uso diario, incluso cuando la cuidas como es debido.

Es algo normal y pasa con cualquier músculo del cuerpo.

Por eso es tan necesario dormir, y por eso es tan buen hábito para la voz.

Es durante el sueño cuando los tejidos musculares se regeneran para reparar cualquier desgaste que haya ocurrido durante el día.

Con la edad, este proceso es aún más necesario, porque el aparato fonador ya no aguanta lo que aguanta cuando uno es joven.

Aunque no todo es dormir bien y ya está.

Mientras dormimos pueden pasar cosas que hagan que nos despertemos con la voz más grave de lo normal, ronca o incluso disfónica.

5. Vida saludable en general

Un pintor puede llegar a cortarse la oreja y seguir pintando cuadros increíbles.

Pero si se corta un solo dedo, no va a pintar igual de bien.

Hay que estar un poco loco para cortarse nada, pero eso es precisamente lo que hacen muchos cantantes con sus voces.

No cuidar lo que comes, dormir poco (como acabo de explicarte), fumar, …

6. Mantén hidratado tu cuerpo, pero con cabeza

Beber agua es algo que todo cantante sabe que debe hacer.

Pero conozco personalmente un caso de una cantante que bebía 4 litros al día y acabó en el hospital.

Esto se llama hiponatremia, y hay que tener cuidado.

Esther te explica bien la importancia del agua para los cantantes en este artículo.

7. Conservar la voz no es lo mismo que desarrollarla

No entender esta frase es el peor hábito para la voz si cada vez quieres cantar mejor.

Incluso si no quieres que se deteriore hasta el punto de perderla.

Hay una confusión recurrente entre los cantantes en lo que a trabajar sus voces se refiere.

Muchos creen que calentar la voz es algo que tienes que hacer si quieres cantar mejor.

Pero no… calentar la voz pertenece a la categoría de cuidados, es decir, de conservación de la voz.

Hay que tener muy clara la diferencia entre conservación y desarrollo, porque no son lo mismo.

Si quieres seguir cantando como hasta ahora, necesitas un trabajo de conservación.

Si quieres cantar mejor, necesitas el mismo trabajo de conservación y además un trabajo de desarrollo técnico.

Con una pequeña excepción: si tu técnica vocal no es lo suficientemente buena como para no hacerte daño al cantar, el desarrollo vocal tiene que formar parte de tu conservación vocal.

Por ejemplo, si siempre fuerzas tu voz al cantar cierta canción, por más que calientes, eso no va a cambiar.

Por muchas infusiones que te tomes.

Por mucho ejercicio que hagas.

Tienes que aprender a cantarla sin hacerte daño, sin hacer esfuerzo.

Si no tienes ni idea de por dónde empezar, aquí te dejo un enlace a un artículo con las dudas más comunes sobre el entrenamiento vocal.

Además de los beneficios obvios como aumentar tu rango vocal, cansarte menos, etc. está el beneficio de que, cuanto mejor sea tu técnica vocal, menor será el trabajo de conservación que tengas que hacer.

Porque cuanto mejor utilices tu voz, menos la estresas, menos tiempo de calentamiento necesitarás y menos tiempo de recuperación.

Aunque no es carta blanca para fumarte todos los cigarrillos que quieras.

Este artículo 7 buenos hábitos para la voz si soy cantante pertenece a VoKalo.

El único camino para tener más confianza al cantar

confianza al cantar

Cantar te expone. Te hace vulnerable.

De repente estás a merced de lo que la gente que te escucha pueda pensar.

¿Les gustará? ¿Voy a desafinar? ¿Qué pasa si me sale un gallo?

Todas esas dudas son normales, pero…

…pero…

…pueden ser el motivo por el que no cantes tan bien como normalmente cuando estás a solas.

Es decir, que si ganas confianza al cantar, cantarás mejor.

Si no la tienes, cantarás peor en público.

Vamos a ver qué podemos hacer para que la ganes…

Analiza tu voz desde fuera

Es obvio, pero tengo que decirlo: tienes que grabarte y escucharte cantando.

Primero tienes que gustarte a ti.

jeje… cosa bastante difícil, pero trata de escucharte de forma objetiva.

El sonido de tu voz puede que no te llegue a gustar del todo nunca, pero sí puedes reconocer si estás desafinando, por ejemplo.

Puedes escuchar si ciertas notas se oyen forzadas, o si necesitas más o menos volumen en ciertos puntos de una canción.

Esto te ayudará a cantar las canciones realmente como quieres.

Ese trabajo de autoinvestigación no es posible hacerlo sin grabarte.

Eso te dará un buen punto de partida para decir “venga, voy a salir al mundo exterior, que esto empieza a estar bien”.

Canta en sitios donde el nivel de canto sea bajo

No, no lo digo para sentirte superior a nadie.

Lo digo porque solemos ser muy duros criticándonos a nosotros mismos, y eso sí o sí mina nuestra confianza al cantar.

Y ver que hay gente que aún no ha recorrido el camino que tú sí, te hace ver tu progreso como cantante con perspectiva.

Es natural compararte con los mejores cantantes del mundo, pero no es realista.

Muchos de ellos cantan prácticamente desde que nacieron.

Puede que sus familias les inculcaran el canto desde siempre.

Y eso lo veo genial, porque esa es la forma de seguir mejorando. Teniendo a los grandes como referentes.

PERO tienes que ser consciente de que, aunque no lo hagas increíble, puede que no lo hagas tan mal como crees.

Perspectiva.

No cantes en público algo de lo que no estás seguro

Para mí, la confianza es tener la certeza de que vas a obtener un resultado concreto cuando haces una acción.

Confías en la sucesión de acontecimientos.

SABES qué va a pasar.

Cuando no tienes confianza al cantar es porque no tienes esa certeza.

¿Sabes cómo se consigue?

Cantando 1.000 veces tus canciones para grabar a fuego esa sucesión de acontecimientos.

Tienes que automatizarlo al máximo para no pensar en cómo cantar ciertas canciones o partes de ellas.

Simplemente piensas en cantar y el cuerpo hace el resto.

Eso da mucha confianza, porque da certeza.

Si pones tu voz a todo gas, olvídate de tener confianza al cantar

Cuando cantas una canción, las partes difíciles no pueden estar en los límites de tu voz.

Por poner un ejemplo, si no puedes aguantar más de 5 segundos sosteniendo una nota, no cantes ninguna canción que lo requiera.

Canta canciones que tengan notas sostenidas de 3 segundos.

Si siempre apuras al máximo, tu voz fallará.

Cuando te subas a un escenario o cantes en público, tienes que hacerlo con canciones que puedas cantar sin mayor problema.

¿Significa eso que no puedes cantar canciones difíciles?

No.

Significa que entrenes tu voz para extender esos límites que tienes hoy.

Si tu nota aguda máxima es un A4, por ejemplo, entrena tu voz para que sea un C5.

Cuando puedas cantar un C5 la mitad de los días, un A4 será como un paseo en barca.

Y durante ese paseo, lo último que te asaltan son las dudas.

Porque estás dando un paseo… en barca…

Esto que te cuento es especialmente importante, porque ya no sólo es que mine tu seguridad al cantar.

Si siempre llevas tu voz al límite, esos límites se irán encogiendo, porque inevitablemente forzarás tu voz un poco.

Eso irá cansando tu voz.

Por poco que sea, ese cansancio es acumulativo.

Y cada vez que cantas con la voz un poco más cansada, tiendes a forzarla un poco más.

Es una carrera hacia un rango más corto, menos control y más fatiga.

Y nuestra confianza al cantar irá disminuyendo por ese motivo.

Pudiendo acabar en lesiones vocales.

Canta para gente que no te conozca

Los familiares y amigos cercanos son unos críticos horribles para los que cantamos.

En muchas ocasiones, cuando te hacen un cumplido no puedes tener la certeza de que es un cumplido por la forma en la que te lo han dicho.

Por ejemplo: Bueno… no eres Nino Bravo, pero estás mejorando.

Esto es un comentario REAL que le hizo un familiar a un alumno.

En cambio, las personas que no te conocen de nada y te oyen cantar serán las que te dirán la verdad.

Si les has encantado, se acercarán y te lo dirán.

Si les has gustado, puede que no te digan nada el primer día, pero si te escuchan más días, te lo dirán.

Si no te dicen nada, es que no les has gustado.

Por eso, cantar para gente con la que no tienes ninguna relación es una forma de conseguir sinceridad absoluta sin que nadie te inunde con comentarios hirientes.

Mientras tanto, tú vas ganando seguridad y experiencia, lo cuál te hará tener más confianza al cantar y cantarás mejor.

NOTA IMPORTANTE: estoy hablando de sitios en vivo, nada de Internet.

En Internet la gente que hace más ruido es la más hiriente, y son personas que jamás te dirían esas cosas a la cara.

No te conviertas en su basurero emocional.

Hazlo sólo si ya tienes la confianza y seguridad suficientes como para ignorar a ese tipo de personas y comentarios.

Este artículo El único camino para tener más confianza al cantar pertenece a VoKalo.