Por: Redacción
Los humanos disfrutamos mucho el cantar, bien sea de manera personal o como actividad profesional ya que al cantar liberamos endorfinas, que son hormonas que al liberarse producen una gran sensación de euforia y bienestar.
Cuando se aprende canto el cerebro se educa y al seguir la melodía envía mensajes de relajación, lo que nos hace imaginar que somos nosotros mismos quienes cantamos y no otra persona, además nos transportamos a un mundo imaginario maravilloso y toda tensión desaparece.
Quienes cantan frecuentemente son capaces de demostrar mejor sus sentimientos, así como de realizar más satisfactoriamente su trabajo diario, es por esto que muchas personas cantan o tararean canciones mientras trabajan; ya que se sienten cómodos realizando su actividad.
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