Día de la música

Hace poco me enteré de que hoy era el Día de la Música. De toda la vida, los músicos celebrábamos Santa Cecilia por Noviembre (un mes un poco frío) pero, mira por donde, mi amigo Javier, con su grupo "Ojos Negros", ha participado en RNE en unos conciertos para conmemorar este día y así fue como supe de la "Fiesta de la Música".

Enseguida me puse a buscar información sobre esto en wikipedia. Allí decía que fue creado en 1981 por un ministro francés de cultura, Jack Lang y que se escogió el 21 de Junio porque es el solsticio de verano (para los que no lo sepan, el día más largo del año). Con el tiempo se internacionalizó y hoy se celebra en muchísimos países. 

El objetivo es que los músicos aficionados saquen la música a la calle (para que todos podamos disfrutarla) y que se organicen conciertos gratuitos para que la gente pueda ver a sus artistas preferidos.

Como estamos ya a final de curso, y el blog casi está en período vacacional, no he querido desaprovechar la ocasión para hablar de algo que últimamente me preocupa: la desvalorización de la música en el ámbito educativo.

Desde hace un tiempo, algunas personas (afortunadamente no todas) consideran que el sistema educativo debe ser una máquina al más puro estilo "The Wall", de Pink Floyd, en el que se creen individuos llenos de conocimientos teóricos y científicos, para ser piezas del engranaje industrial y económico de los países.

En los tiempos que corren, donde los ricos se hacen más ricos y la crisis hunde a los más desfavorecidos, tengo que romper una lanza a favor de los músicos y de los artistas en general. A lo largo de la Historia, hemos sido los que hemos dotado de belleza y conciencia a la Sociedad. Hemos creado nuevas tendencias en todos los movimientos históricos y hemos denunciado situaciones injustas. Hemos sido la voz de los que no podían hablar. Somos los que creamos alternativas de ocio para que la gente, tras trabajar 8 horas, tenga algo mejor que hacer que engancharse a ver cualquier programucho en la tele. También amenizamos todas las grandes ocasiones de la vida: bodas, fiestas, festejos... Y ha sido así desde que el mundo es mundo. Creemos en la formación de personas, no en la educación de individuos.

Así que cuando oigo que alguien dice que "la música no sirve para nada" pienso que esa persona o es muy infeliz, o es un completo ignorante. Quizá si hubiera estado más en contacto con ella, sería alguien distinto.

Para acabar, os pongo un vídeo que ha colgado hoy Javier en Twitter (¡gracias Javier!), que prueba que - para hacer música- no hay límites :) Querer es poder. Y como dice el enunciado de este blog: "Música es vida". 







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