En los tiempos que corren la música lo envuelve todo, la radio, la televisión, la publicidad y me gustaría hace un alegato en pro de la música en directo puesto que no se tiene la misma experiencia auditiva cuando se escucha la música grabada que cuando se escucha en directo.
Hace algún tiempo tuve una interesante conversación con un aficionado a la música durante una cena, él argumentaba que no entendía por qué la gente pagaba una entrada, en este caso, para ver una ópera cuando por el dinero de la entrada podía comprar el DVD y verla en su casa siempre que quisiera. Yo entendía su razonamiento y tan solo le dije que hasta que no probara la experiencia de ver una ópera en directo no podía rebatir ese lógico, racional y económico argumento. Al cabo del tiempo nos volvimos a encontrar y me dijo que ya entendía lo que había querido explicarle. Me contó que había asistido a una ópera y que era la mejor experiencia musical que había tenido en su vida y que sin duda tenía razón y él estaba totalmente equivocado.
Sinceramente creo que la música en directo y la música grabada son cosas que no se pueden comparar, son experiencias estéticas muy diferentes aunque una sea réplica de la otra. Una no le quita el valor a la otra pero por la misma razón hay que decir que no son sustituibles. Son dos experiencias diferentes como puede ser conducir un coche y jugar en la playstation a un juego de coches. Las dos cosas van de lo mismo pero no son lo mismo.
El oído humano es capaz de percibir muchas más frecuencias sonoras que las que es capaz de captar un micrófono por muy sensible que sea por lo tanto en una experiencia de música grabada siempre va a haber una parte que nos vamos a perder, cuestión de precisión para captar y reproducir la música. Además cuando el oído se estimula con la música en vivo se estimula todo el cuerpo, no hay aparato que intermedie entre la fuente de sonido y el oído y éste es capaz de captar mucho más y vibrar con lo que suena con todo el cuerpo.
Otra razón es la emoción, la música es un arte vivo cargado de emoción que depende del emisor, del receptor y del contexto. He podido experiementar la emoción de sentir un aliento colectivo contenido y tras un silencio que parecía eterno la expresión del auditorio en un aplauso. Me he emocionado mucho más escuchando música en directo que escuchando grabaciones. He asistido a conciertos que no olvidaré nunca y me hace muy feliz poder captar la humanidad y el sentir del auditorio cuando canto.
No nos engañemos, si la música en directo sigue viva es por algo aunque se pretenda hacer creer a la gente que escuchando un cd tiene la misma experiencia.
Creo que quien no escucha música en directo simplemente se pierde una de las experiencias estéticas más hermosas que existen y que desde el mundo de la música hemos de luchar para que todas las personas sobre todo en edades tempranas tengan esta experiencia estética.