Está claro que la música es un lenguaje y como todo lenguaje primero se escucha, luego se entiende y posteriormente se habla. Los niños aprenden en las aulas folklore, en los medios pop y rock y en las escuelas de música música clásica pero hay mucho más que podemos ofrecerles. El trabajo con standards de jazz puede mejorar su comprensión de la armonía y enriquecer su creatividad musical y sinceramente creo que enriqueceríamos su bagaje musical.
Andrea Motis es un ejemplo de que el lenguaje del jazz se puede hablar desde la más temprana infancia. Esta jovencita que empezó con el jazz desde pequeñita es capaz de cantar y además tocar la trompeta y el saxo. Un prodigio musical y me pregunto... ¿cuantos como ella se habrán perdido por falta de enfoque y amplitud de miras educativas?
En ella la creatividad fluye a raudales y sus improvisaciones son maravillosas. Su voz es dulce, expresiva y canta con una naturalidad y flexiblidad admirables.
Desde este blog me gustaría felicitar a esta artistaza y a sus profesores que han hecho una labor maravillosa musical y vocalmente hablando.
Tomad asiento y daros un respiro para escuchar el concierto del video.