Mi reflexión final sobre el curso El portafolio educativo del INTEF

Aquí comparto una presentación en Prezi en la que reflexiono sobre el curso El portafolio educativo como instrumento de aprendizaje y educación, ofertado por el Instituto Nacional de Tecnología educativa y Formación del profesorado.

Presentación reflexiva


Evaluación de un portafolio docente

La evaluación de un portafolio debe ser capaz de detectar si se están consiguiendo los objetivos más importantes que se persiguen con esta herramienta, que no son sino posibilitar una reflexión profunda que favorezca el desarrollo profesional de la persona.

Esta reflexión es muy necesaria para evitar costumbres, rutinas y prácticas docentes negativas, para adaptarlas a la realidad social circundante –siempre en continuo cambio–, así como para despertar la necesaria motivación y afán de superación en el docente.

La reflexión es, pues, el núcleo fundamental del portafolio, una actividad que debe de guiar y estar presente en la elaboración de todas los elementos del mismo. Podríamos decir que, el realizar un portafolio, no es más que una excusa para facilitar que el profesional reflexione sobre sí mismo y su práctica, con objeto de favorecer su crecimiento.

Para favorecerla, un buen recurso es que el propio individuo elabore su propia rúbrica o baremo de calificación que le permita objetivar su trabajo con el portafolio. Esta tarea se vuelve íntimamente personal, puesto que cada portafolio profesional, si está adecuadamente elaborado, se convierte en el reflejo de la personalidad y características del profesional. Por lo tanto, nadie mejor que él mismo para elaborar su propia rúbrica personalizada, proceso en el cual será necesario cuantificar los grados de reflexión necesarios, y productos fruto de la misma, en cada uno de los ámbitos del portafolio.


Valoración del portafolio docente de William M. King

En otra entrada ya me referí al entusiasmo que me produjo reconocer alguno de mis propios puntos de vista en la magistral prosa del portafolio docente de William M. King.

Como es propio de cada portafolio, éste se vuelve un reflejo de la personalidad y el carácter de cada persona. En este caso, es evidente que el autor es dado a la literatura y al amplio (y ajustado) empleo del lenguaje escrito. Todo el portafolio está orientado a poner el foco en el contenido, que resulta profundo e interesante.

Como valoración global del portafolio dos elementos resultan mejorables desde mi punto de vista:

  • Precisamente el carácter literario, que es una de sus ventajas, puede ser uno de sus inconvenientes, puesto que es difícil hacerse una idea general rápida del contenido: la presentación austera centrada en los largos y bien elaborados párrafos obliga a una lectura detenida para desentrañar el contenido.
  • La presentación resulta poco práctica por el mismo motivo. Creo que está buscado el efecto de “obligar” al lector a leer el texto para introducirse en la “mundo interior” del autor, pero podría adjuntar algún elemento gráfico o multimedia adicional. Incluso una lista de viñetas se agradecería, por ejemplo, en la historia profesional del autor.