Aprender a cantar: 5 razones por las que no tienes una voz poderosa

Hay gente que tiene muchos problemas en la voz y es consciente de ello, pero no sabe ni el por qué ni cómo arreglarlo. Esto es más común de lo que pensamos, y a veces resulta sorprendente ver cuánto afecta a las vidas de las personas, sobretodo a las que utilizan la voz como su herramienta principal de trabajo.

Es curioso como la gente no le suele dar importancia a estos problemas, incluyendo a muchos profesionales de la voz. Es probable que cuando me refiero a "profesionales de la voz" principalmente te imagines inmediatamente a cantantes, actores, dobladores, etc. pero la realidad es que muchísima gente utiliza su voz como medio de vida.

Un profesor de escuela necesita su voz para transmitir sus conocimientos a los alumnos, pero no de una forma tan tan simple como poder articular palabras. Necesita que sus alumnos no se aburran con una voz monótona, que su voz pueda ser escuchada y entendida por cualquier oyente con la mayor claridad, que pueda estar hablando todo el día y la calidad de su voz no disminuya, por no decir que pueda hacerlo día tras día. Igual que los profesores, los periodistas, los psicólogos, los conferenciantes, ...

La comunicación de cualquier tipo no sólo se compone de conceptos en forma de palabras. La voz transmite mucho más que eso, ya que dependiendo del tono puede transmitir alegría, miedo, compresión, ..., dependiendo del "color" puedes utilizar una voz más relajante, o puedes utilizar todo el músculo de tus cuerdas vocales para imponerte, ... La voz lleva emociones que viajan desde el emisor hasta el receptor, no sólo lleva palabras. Los más hábiles incluso pueden hacer sentir al receptor esas emociones, pudiendo hacer que alguien se tranquilice, se relaje, se divierta, etc.

El problema se agrava más cuando uno no es consciente de cuánto depende de su voz y de todo lo que podría conseguir teniendo su voz a sus órdenes, no al revés. Por eso, hoy os presento las cinco razones principales por las que no tienes la voz que necesitas.

1.- Tu voz es aburrida porque no es flexible

La flexibilidad en la voz es la piedra angular de los oradores de éxito. Seguro que has asistido a cientos de clases o conferencias donde te has aburrido como nunca en tu vida, pero han habido unos pocos casos donde has estado enganchado desde el primer minuto hasta el último, y quizás el tema no te interesaba tanto como otros.

Esto es debido a que el orador tiene un grado de libertad en su voz que los otros no tienen. Puede expresar mejor las emociones que quiere transmitir con sus palabras, para así captar la atención de los oyentes. Sube el tono y la velocidad cuando describe algo emocionante, utiliza una voz más relajante cuando describe algo placentero, etc.

Para conseguir esto debes trabajar tanto tu voz de pecho como tu voz de cabeza, y así poder utilizar todo el rango tonal que necesites. No hay nada más aburrido que un orador que siempre utiliza las mismas cinco notas.

2.- Tu voz no tiene presencia porque no tiene fuerza

Pondría la mano en el fuego a que alguna vez te has encontrado a alguien que resalta más que los demás, para bien o para mal. En una fiesta quizás estaba esa persona que se le oía de punta a punta, quisieses escucharle o no, mientras que tu acababas afónico a la mañana siguiente porque intentabas hablar con tus amigos en un vano intento de hacerte oír por encima de la música y de aquél altavoz humano amplificado.

A diferencia de lo que mucha gente cree, para conseguir un buen volumen en tu voz no necesitas tener una voz gruesa como Barry White. El principal problema es que es muy difícil dejar trabajar a nuestra voz de forma natural, por lo que empezamos a utilizar partes de nuestro aparato fonador en un intento de aumentar el rendimiento de ésta, provocando precisamente el efecto contrario.

Hay varias causas de este problema, pero los más comunes es que tienes una voz airosa o tienes tensiones que evitan que tus cuerdas vocales vibren libremente, sin que otros músculos apaguen el sonido que produces.

3.- Te despiertas con una voz fuerte, pero después de una hora de usarla estás incómodo, o incluso te duele.

Si no lo has sentido nunca, es probable que ni siquiera puedas imaginarte lo frustrante que es esto.

¿No te ha pasado nunca que te despiertas decidido a dar la mejor presentación de tu vida, o a dar una clase memorable y a medida que ensayabas era más difícil utilizar tu voz? O peor aún, quizás no dijiste ni una palabra hasta el momento de empezar, para asegurarte de tener tu voz a pleno rendimiento y, al poco de empezar, empezabas a notar molestias que te iban fatigando más y más. Desarrollar resistencia en nuestras voces es un aspecto vital para el éxito de las personas que vivimos de nuestra voz.

Yo lo he sufrido, y es horrible. La mayoría de nosotros creamos muchísimas tensiones en todo nuestro cuerpo a lo largo de los años, sin darnos ni cuenta. Al final aparecen dolores de espalda, dolores de hombros o incluso dolores de cabeza y decidimos ir al masajista o al quiropráctico. Lo curioso es... ¿por qué no hacemos lo mismo con nuestra voz? Siempre asumimos que tenemos la voz con la que hemos nacido y que eso no se puede cambiar.

La razón de la fatiga vocal son estas tensiones que vamos adquiriendo y no nos molestamos en eliminar, en sustituir esos malos hábitos por los correctos. La laringe es la responsable principal de esto, ¡y puedes hacer la prueba ahora mismo!

Pon tu dedo pulgar debajo entre tu barbilla y tu nuez, en la parte blanda de la mandíbula inferior. Presiona muy suavemente y traga saliva. ¿Puedes notar la tensión que se crea? Esos músculos son los encargados del proceso de tragar, que hacen que tu laringe suba. Lamentablemente es muy común que utilicemos estos mismos músculos al utilizar nuestra propia voz, haciendo que tu laringe suba mientras hablas. Cuando tu laringe sube, el paso de aire desde y hacia tus pulmones se cierra. Muy útil para comer, pero nada útil para hablar o cantar... en otras palabras, estás intentando hablar o cantar mientras te ahogas a ti mismo. Esto provoca mucha fatiga en tu voz.

4.- En tu cabeza sientes que tu voz es fuerte, pero no te oyen desde fuera.

Cuando adquirimos fuerza en tus cuerdas vocales tendemos a utilizar ese recurso para aumentar la potencia de nuestra voz siempre que podemos. Ya lo dice el refrán del Martillo de Oro, "Cuando tienes un martillo, todo te parecen clavos.".

La fuerza en las cuerdas vocales no es más que el primer paso hacia una mayor potencia. Tu objetivo debe ser utilizar bien lo que se llaman los resonadores de la voz.

Este es un punto del que mucha gente hablamos pero desgraciadamente pocos entienden. Es muy posible que algún amigo o conocido te haya dicho que tienes que hablar desde el diafragma, o proyectar la voz, o poner ( sí, poner ) tu voz en la parte frontal de la cara. La realidad es que no puedes poner tu voz en los resonadores de forma directa. Que la voz resuene en los resonadores es una consecuencia directa del buen uso de esta, anulando por completo tensiones innecesarias, normalmente localizadas en la laringe y en el velo de paladar ( la conocida "campanilla" ).

5.- No estás recibiendo clases de voz

La verdad es que conseguir arreglar todos estos problemas por uno mismo es prácticamente imposible.

Speech Level Singing, la técnica vocal que enseñamos aquí, se creó a base de estudiar a los mejores cantantes y oradores, los cuales poseían un control natural de sus voces. Estudiando todos los casos durante mucho tiempo y después de años de aplicar las conclusiones a miles de estudiantes, consiguieron emular a esos grandes cantantes y oradores, haciendo que prácticamente cualquier persona pueda aprender las mismas habilidades.

Como bien sabréis si habéis leído nuestras historias, no pudimos empezar a aprender a utilizar nuestras voces de la manera correcta hasta que encontramos Speech Level Singing. Por este motivo nos dedicamos a ello hoy en día.

Si tu también quieres conseguir una voz imponente y que esté a tus órdenes, échale un ojo a nuestras clases de canto y reserva tu clase contactando con nosotros.




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