OH, MÍA PATRIA, SI BELLA E PERDUTA


El Teatro Real celebra el Día Europeo de la Ópera con una jornada de puertas abiertas

Vamos todos a la ópera.

En este año en el que se conmemora el bicentenario del nacimiento de Giuseppe Verdi os invito a compartir y escuchar esta anécdota que, bien podríamos hacer nuestra dados los tiempos que corren  y que es un ejemplo maravilloso del poder de comunicación y de expresión de la música.
Las imágenes dieron la vuelta al mundo.

Sucedió en Italia en 2011 Riccardo Muti dirige Nabucco en el Teatro dell'Opera di Roma. 
En un hecho sin precedentes,  Mutti concede un Bis y se dirige al público en con estas palabras:



Luego sucedió esto. Vedlo hasta el final, es conmovedor y merece la pena.



Nabucco fue estrenada en 1842 y trata sobre el exilio del pueblo hebreo en Babilonia. Este coro, "de los esclavos" gustó tanto a los italianos que lo adoptaron como  "himno"  frente la ocupación Austríaca. Hasta el cine se ha hecho eco de ello; más de uno lo recordará...




Este es el texto (extraído de Wikipedia):

En italiano
Va, pensiero, sull'ali dorate;
va, ti posa sui clivi, sui colli,
ove olezzano tepide e molli
l'aure dolci del suolo natal!
Del Giordano le rive saluta,
di Sionne le torri atterrate...
Oh mia patria sì bella e perduta!
Oh membranza sì cara e fatal!
Arpa d'or dei fatidici vati,
perché muta dal salice pendi?
Le memorie nel petto raccendi,
ci favella del tempo che fu!
O simile di Solima2 ai fati
traggi un suono di crudo lamento,
o t'ispiri il Signore un concento
che ne infonda al patire virtù.
che ne infonda al patire virtù
che ne infonda al patire virtù
al patire virtù!.





En español
¡Ve, pensamiento, con alas doradas,
pósate en las praderas y en las cimas
donde exhala su suave fragancia
el dulce aire de la tierra natal!
¡Saluda las orillas del Jordán
y las destruidas torres de Sion!
¡Oh, mi patria, tan bella y perdida!
¡Oh recuerdo tan caro y fatal!
Arpa de oro de fatídicos vates,
¿por qué cuelgas muda del sauce?
Revive en nuestros pechos el recuerdo,
¡Que hable del tiempo que fue!
Al igual que el destino de Sólima
Canta un aire de crudo lamento
que te inspire el Señor un aliento,
que al padecer infunda virtud,
que al padecer infunda virtud,
que al padecer infunda virtud,
al padecer, la virtud!.





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