Concierto para piano nº 1 en mi menor, op. 1. Frédéric Chopin

Fryderyk Franciszek Chopin (1810. Polonia- 1849. París), compositor y pianista polaco.

CONCIERTO PARA PIANO nº 1 en mi menor, op. 1 

Martha Argerich (Buenos Aires, 5 de junio de 1941), pianista argentina.

“Una dosis de terciopelo para los oídos” [V. Yolanda Sarmiento V.]

El concierto para piano No. 1 en mi menor, Op. 1, dedicado a Friedrich Kalkbrenner, fue compuesto en 1830, e interpretado por el propio compositor, el 11 de Octubre de ese mismo año.

Se dice que el compositor se enamoraba y desenamoraba fácilmente. Él mismo comentaba que se enamoraba o pensaba que estaba enamorado, de muchas mujeres, pero que ese estado le duraba muy poco.

A finales de octubre de 1829 Chopin visitó al príncipe Radziwiłł y escribe a un amigo: “Si fuera por mi placer personal temporal, me habría quedado aquí hasta que me echaran, pero mis asuntos, especialmente el concierto aún inacabado que está esperando con impaciencia que acabe el finale, me espolearon para que abandonara este paraíso. En él hay dos Evas: unas princesas jóvenes, criaturas sensibles y con dotes musicales…” de una de ellas comenta“…tiene diecisiete años y es guapa; realmente fue un placer guiar sus pequeños dedos”. 

Antes de marcharse confiesa: “Tengo la impresión de que me voy para no volver nunca. ¡Qué triste debe de ser morir lejos de los nuestros!” 

Fatalmente, su pensamiento se cumplió. El 11 de octubre de 1830 tiene lugar su concierto de despedida, y Chopin hace que en él participe su amada Konstancja.

Calle José Iturbi, s/n

José IturbiTengo que confesar que hasta hace unos meses no sabía quién era José Iturbi, a pesar de que ya había estado varias veces en una calle marbellí que está dedicada a él. En realidad tampoco sabía que la calle tenía ese nombre: para llegar al CEP Marbella-Coín, allí ubicado, me bastaba con las indicaciones del camino a seguir, sin necesidad de conocer la dirección.

Fue cuando empecé a trabajar en ese mismo CEP, hace poco más de cinco meses, y añadí la dirección postal a mi firma automática en el correo electrónico, cuando me surgió la curiosidad de saber quién era este señor de apellido vasco al que estaba dedicada nuestra calle. Fue una gran y agradable sorpresa descubrir que había sido un músico. Por otro lado, también me sentí un poco incómodo por no conocerlo, ya que tuvo una carrera espectacular, llegando a ser uno de los pianistas y directores más famosos de su época. Como disculpa parcial por mi ignorancia, sólo puedo alegar que hasta unos años después de su muerte -ocurrida hace exactamente 32 años, a la edad de 85- yo todavía vivía en Italia, donde su popularidad no era la misma que en España, ya que nació en Valencia, o que en Estados Unidos, donde su éxito tomó proporciones de auténtico triunfo.

En el amplio repertorio de Iturbi destacaba lo que le permitía demostrar su gran virtuosismo: los principales conciertos para piano y orquesta clásicos y románticos, que solía dirigir él mismo a la vez que tocaba la parte del solista (más adelante veremos un ejemplo) y, naturalmente, Liszt (1 y 2) y Chopin.

Obviamente, otro caballo de batalla de Iturbi era la música española, por ejemplo Falla y Albéniz:

La popularidad del músico valenciano llegó a su máxima cota en los años cuarenta, cuando participó como actor en siete películas musicales en las que se interpretaba a sí mismo. Por su contribución a la industria del entretenimiento audiovisual, tiene una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood.

En un fragmento de una de estas películas, Music for Millions, traducida al español como Al compás del corazón, es donde podemos verle en el doble rol de solista-director.

La experiencia cinematográfica de Iturbi terminó en esa década en la que había empezado, pero su incansable actividad concertística prosiguió hasta pocos meses antes de ese fatídico 28 de junio de 1980.

Hoy, además de esa efeméride, es una de mis últimas visitas diarias a la calle Iturbi, pues la plaza que conseguí en el CEP en la convocatoria del otoño pasado sólo era para este año y la siguiente, que a estas alturas debería ya estar resuelta, todavía no ha salido (lo cual, en este período de recortes salvajes en todos los servicios públicos, no es buen presagio). Eso sí, seguramente volveré de vez en cuando a mi CEP para aprovechar su oferta formativa y colaborar en lo que pueda.

A pesar de su brevedad, me voy contento por haber tenido la oportunidad de realizar esta experiencia tan enriquecedora, personal y profesionalmente, aunque ya presiento una gran nostalgia de mis compañeros y compañeras, que tan bien me han acogido y acompañado en este período. Para combatirla, cierro mis ojos y con mi imaginación me levanto de mi silla y recorro todo el CEP, despacho por despacho, mesa por mesa, hasta la puerta de salida para agradecerles a todos ellos y ellas, además del cariño que me han demostrado constantemente en estos últimos meses y que sean las personas tan estupendas que son:

  • a José Carlos y José Antonio, mis compañeros de “cueva” (que es como llamamos cariñosamente a nuestro despacho, por ser el lugar más recóndito del CEP), por su constante disponibilidad para solucionar instantáneamente todas mis dudas de novato, y siempre con una gran sonrisa;
  • a Yolanda, porque su dedicación me permitió disfrutar plenamente de una licencia durante la cual pude despreocuparme del todo de un curso importante del que era el asesor responsable y en cuyo estreno no pude estar presente;
  • a Elías, por su buen humor y la alegría que transmite cuando arranca a cantar (da igual ópera que flamenco), haciendo más llevaderos los momentos más estresantes;
  • a Ángel, por ser tan buen compañero y compartir sus conocimientos, tanto los propios de la asesoría como los gastronómicos y enológicos;
  • a Nono, Javier y Benjamín, por haberme apadrinado en mi primera tarea importante en el CEP, la participación en la organización del II Encuentro Provincial de Blogs Educativos. ¡Qué lujo trabajar con un equipo así!
  • de nuevo a Benjamín y Javier, por tantas cosas más que, de escribirlas aquí, el servidor se quedaría sin espacio en disco;
  • a Carmen, por confortarme con tanto cariño y calor humano en un momento muy delicado, justo después de mi primer paso hacia la asesoría;
  • a Rosa, por haberme acompañado en mi primera visita a un centro educativo. A su lado, el pellizco en el estómago era más soportable;
  • a Flores, María José, Isabel, Paz y Pepa, porque aunque haya visitado demasiado poco su despacho (ahora que es tarde es cuando me doy cuenta, y lo lamento) siempre que he podido las he estado observando en su quehacer profesional para aprender de su ejemplo;
  • a Nico, por su cercanía, su empatía y su paciencia para explicarme procedimientos y enmendar mis errores;
  • a Manolo, por su fuerte liderazgo y su gran capacidad de compartirlo, por tener unas líneas pedagógicas muy claras y saber transmitirlas, por la confianza y la autonomía que me ha dado desde el primer día. En pocas palabras: por encarnar el tipo de director que me gustaría tener hasta el día en que me jubile;
  • a María del Mar, María Dolores, Isabel y Ángeles, por la gran disponibilidad demostrada todas las veces que las he necesitado, además de por su simpatía y alegría y las sonrisas que me han regalado todos los días al comienzo y al final de mi jornada laboral.

Ha terminado mi paseo imaginario: ya estoy fuera del CEP, en medio de la calle José Iturbi.

La entrada Calle José Iturbi, s/n ha sido publicada primero en educacionmusical.es.

LA PLUS QUE LENTE

Caracol


Lento viene el futuro 
lento 
pero viene 

                                                                                   (Mario Benedetti. "Cotidianas")

Y lentamente se precipita el final del curso, añadiremos.

A tres de Junio y aunque no esté en nuestro ánimo el hacer un elogio de la lentitud,  quisiera presentaros este vals  "más que lento" escrito en 1910 por Claude Debussy. Pese a que  el compositor   pretendió parodiar el estilo de los valses de salón, tan de moda en aquel entonces, lo cierto es que la pieza, compuesta para piano en un principio,  alcanzó un éxito extraordinario y, por supuesto, inesperado. 

Escuchemos ahora al gran  Arthur Rubinstein
 

 Aquí, en versión para violín y piano con Henryk Szeryng


Para saber más no dejéis de leer estas notas a un programa que escribe el musicólogo Yvan Nommick. Os aclararán algunas cosas sobre la obra (y son muy breves).


Wow!

Segur que haureu sentit a parlar de la telescombraria (o telebasura). També haureu sentit dir que a la TV no hi fan res, o poc, de bo. La veritat és que televisió de qualitat cada vegada menys i cal buscar.

Però amb aquest post em tiraré pedres a la teulada.

Segur que coneixeu els concursos televisius sobre nous talents i grans dots de qualsevol tipus, generalment artístiques (exemples com: Tú sí que vales, Fama, Puro Cuatro,...), no entrarem a valorar ni la qualitat dels concursants, ni el prestigi del jurat, les "valoracions" que es facin i com es fan, ni els números presentats. Només he volgut agafar uns exemples de gent extraordinàriament sorprenent que sí tenen alguna cosa a ensenyar i ser vistos.

Començo amb un nen de Barcelona de 10 anys.


Va guanyar la final d'un d'aquests concursos. En aquest vídeo interpretant una peça composada per ell mateix. Sí, sí, com ho sents, composada per ell mateix.



Canvi de terç, guanyador del concurs francès fent Beatbox.


I en la versió americana ballant Popping.


I, finalment, una mostra de superació i esforç de manera autodidàcta (=aprenent sol) que és més que el resultat en sí.


Wow!

Segur que haureu sentit a parlar de la telescombraria (o telebasura). També haureu sentit dir que a la TV no hi fan res, o poc, de bo. La veritat és que televisió de qualitat cada vegada menys i cal buscar.

Però amb aquest post em tiraré pedres a la teulada.

Segur que coneixeu els concursos televisius sobre nous talents i grans dots de qualsevol tipus, generalment artístiques (exemples com: Tú sí que vales, Fama, Puro Cuatro,...), no entrarem a valorar ni la qualitat dels concursants, ni el prestigi del jurat, les "valoracions" que es facin i com es fan, ni els números presentats. Només he volgut agafar uns exemples de gent extraordinàriament sorprenent que sí tenen alguna cosa a ensenyar i ser vistos.

Començo amb un nen de Barcelona de 10 anys.


Va guanyar la final d'un d'aquests concursos. En aquest vídeo interpretant una peça composada per ell mateix. Sí, sí, com ho sents, composada per ell mateix.



Canvi de terç, guanyador del concurs francès fent Beatbox.


I en la versió americana ballant Popping.


I, finalment, una mostra de superació i esforç de manera autodidàcta (=aprenent sol) que és més que el resultat en sí.