Bailar y cantar a la vez: La clave para no ahogarte

bailar y cantar a la vezPara mi, bailar y cantar a la vez siempre ha sido imposible.

Sí que es cierto que cuando era pequeña siempre inventaba bailes para hacer mientras cantaba, pero se me daba tan mal y me ahogaba tanto, que al final dejé de hacerlo.

La verdad es que bailo fatal.

Aún así, voy a hablarte de mi experiencia como cantante de rock, porque realmente he vivido lo que es darlo todo en un directo.

Sé lo que es no parar de moverte, guiado por la música. Es una sensación de libertad muy potente y también muy agotadora.

Mi antes y después de poder bailar y cantar a la vez

Es abismal la diferencia que he notado entre los conciertos que hacía antes y los que hago ahora.

En los conciertos que hacía cuando empecé:

  1. Muchas veces no me oía a mí misma al cantar, con lo que acababa forzando la voz.
  2. Si en alguna canción me emocionaba, se me descontrolaba la voz.
  3. No era capaz de perder el miedo escénico hasta que pasaban una o dos canciones, con lo que cuando empezaba a disfrutar de verdad, el concierto estaba terminando.
  4. Luchaba evitando mástiles de guitarra y cables traicioneros que amenazaban con hacerme tropezar.

Me movía mucho menos en el escenario, fruto del miedo escénico y aún así, acababa sin aliento en las últimas canciones, agotada y completamente empapada en sudor.

Después de perder la cuenta de los conciertos que he hecho en diferentes bandas, he reflexionado sobre el último concierto que he hecho:

  1. El sonido era bastante malo. Aunque se oía perfectamente en la sala, dentro del escenario apenas intuía mi propia voz, sin embargo, no forcé mi voz.
  2. El público respondió muy efusivamente, con lo que me contagiaron aún más el entusiasmo que ya llevaba y aún así, mi voz no se descontroló.
  3. Me dejé llevar y disfruté del concierto desde la primera canción.
  4. Igualmente tuve que evitar tropezarme con los cables y caerme, soy patosa, ya te lo he dicho.

Pero esta vez, acabó el concierto y yo estaba como si no nada, aunque sí igualmente empapada en sudor y con una sonrisa de oreja a oreja de tanta felicidad.

¿Qué ha cambiado?

Tal y como yo lo veo han cambiado dos cosas muy importantes en mi vida.

La técnica vocal

Yo tenía un problema de aducción de cuerdas vocales, con lo que mi voz tenía mucho aire.

Cuando tus cuerdas vocales no se juntan como deberían, es como si fueras un neumático con un pinchazo, que se va deshinflando poco a poco y acaba fofo, como acababa yo al terminar los conciertos. =)

Como pierdes más aire del que deberías, tienes que respirar más a menudo, con lo que tienes una deuda de oxígeno que se va acumulando, hasta acabar exhausto.

Por no hablar de cuando forzaba la voz.

En esos momentos, estaba ejerciendo más presión de aire para aumentar el volumen, a pesar de que mis cuerdas vocales no se juntaban bien.

Eso hacía que aún perdiera mucho más oxígeno.

El deporte

Antes no hacía mucho deporte.

Además gané bastante peso en poco tiempo.

Esas dos cosas son una muy mala combinación para poder bailar y cantar a la vez.

Aún y así, era 10 años más joven, cosa que debería influir un poco. Y además, un poquito de deporte sí que hacía de vez en cuando, aunque no me exigía mucho a mí misma en ese aspecto.

Estuve un tiempo haciendo natación, y algunas veces me retaba a mí misma para seguir un ritmo de respiraciones más exigente cada vez.

Primero cada tres brazadas, después cada 5, después cada 7 y así hasta que conseguía hacerme toda la piscina del tirón.

En la natación tienes que aguantar la respiración bastante rato y respirar en el momento justo para no tragar agua.

En el canto, tienes que respirar en los lugares adecuados para no cortar una frase importante o para llegar a una frase más larga que viene justo después.

Ahí sí que noté un poquito de mejora en mi resistencia, aunque no fue como la noche y el día.

Por cosas de la vida, dejé la natación y perdí ese poquito que había ganado en resistencia.

Hace un año y medio más o menos, retomé mi relación con el deporte de mano de un entrenador personal.

Me indicó cómo debía respirar mientras hacía deporte. En qué momento inspirar y en qué momento espirar para mejorar mi rendimiento.

En cierto modo, tu respiración no deja de ser un ritmo más que hay que seguir sin descontrolarte.

¿Qué saco en claro de todo este rollo?

Basándome en mi propia experiencia en el tema, que vuelvo a reiterar que no proviene de bailar coreografías, puedo darte los siguientes consejos:

Mejora tu técnica vocal para mejorar tu resistencia.

Practica deporte de manera regular.

Practica bailar y cantar a la vez a pleno rendimiento, como si estuvieras en tu actuación.

Recuerda: Cuanto más practicas una cosa, más la asimilas y tu cuerpo más se acostumbra a ello.

Te invito a que me cuentes tu caso, si bailas y cantas a la vez y cómo lo haces para mantener el ritmo.

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