Mis clases de música presentan el espíritu cooperativo como parte esencial del aprendizaje.
Mis iniciativas responden a tareas colectivas y de disfrute con y por la música.
La escucha atenta, el respeto por las ideas de los demás, la participación, el desarrollo de la necesidades individuales y la creación e interpretación de una "obra" musical, una danza o una canción común, se convierten en esencia del trabajo cooperativo y en equipo.
¡Si el aprendizaje individual es "exitoso" el colectivo será la bomba!
Permitir que mis alumnos/as se expresen y desarrollen globalmente es parte de mi trabajo diario.
Las prisas y la falta de tiempo me impiden desarrollar más trabajos cooperativos y en equipo.
Pensar en un proyecto común y participativo dentro de mi centro y con otras áreas,
sería una de mis ilusiones.
Cuando se producen esas conexiones... ummm disfruto y aprendo.