QUERIDO DIARIO II

En muchas ocasiones los docentes nos enfrentamos a una clase y esa clase se convierte en un reto. 
Buscar metodologías activas y facilitar que el aprendizaje se realice de una manera abierta, distentida, divertida y un enfoque invertido, se convierte  en muchas ocasiones en una montaña cuesta arriba. Pero cuando estás arriba sólo quieres dejarte CAAAAEEEEEERRRRR y eso es mucho más divertido que estar pendiente de las dificultades. 
Las tecnologías nos facilitan el trabajo y descubrir que existen  compañeros que tienen y comparten un mismo pensamiento es muy gratificante. Se puede debatir, completar y ampliar experiencias a través de los diferentes en foros de aprendizaje. 
En numerosas ocasiones trabajamos muy solos, no solemos trabajar en equipo. 
Creemos que no es posible, vemos inconvenientes y pocos resultados. 
Todos estos pequeños cambios son "mis revoluciones", así me gusta pensarlo.
Había utilizado Pinterest como fuente de inspiración. 
Multitud de fotos que me ayudaban con un tema concreto. ¡Me guardaba ideas!
He aprendido a clasificarlas, a editarlas y a ordenarlas. 
Bosque de Oma.  By Agustín Ibarrola
Un sólo árbol pintado no dice mucho... la combinación y el enfoque correcto abren mi mirada.


La proactividad en la carrera musical

En la época que vivimos, las palabras como emprendedor, positivismo o proactividad son muy frecuentes. Todas hacen referencia a una forma de pensar y unas actitudes muy concretas. Hoy queremos hablar precisamente de una de ellas: la proactividad.

¿Qué es la proactividad?

La proactividad es una actitud humana que implica que la persona tiene pleno control de su conducta y de sus decisiones. Es una características que tienen aquellas personas con iniciativa y creatividad, que a su vez se hacen totalmente responsables de sus acciones.

Las personas que toman una actitud proactiva se forman una serie de valores sobre los que fundamentan todas sus acciones. Sus emociones no dependen de su entorno, porque no son personas que se preocupen por las situaciones que no pueden controlar.

Por el contrario, las personas reactivas serían personas más pasivas, a las que les cuesta tomar decisiones o coger las riendas. Se dejan llevar más por las emociones que por los valores, y pueden sentirse influenciadas por el ambiente o las circunstancias.

Vamos a verlo con un ejemplo: Tenemos a dos músicos que se examinan ante un tribunal en unos meses. Uno de ellos es más proactivo, el otro es más reactivo. El primero se hará un planing de estudio y lo cumplirá, confiando en que el trabajo duro le va a proporcionar buenos resultados. El segundo estudia todos los días, pero sin objetivos ni organización. Llegado el día del examen ambos actúan ante el tribunal. El músico proactivo se siente satisfecho de su buen trabajo y se despreocupa, pues lo que el tribunal pueda opinar sobre su interpretación no es algo que esté bajo su control. El músico reactivo, por el contrario, entrará en la sala de examen preocupado y saldrá de la misma forma. Si los resultados son negativos, el músico proactivo no se sentirá triste o preocupado, pues es consciente de que ha estudiado, y de que los resultados llegarán tarde o temprano. El músico reactivo se sentirá afectado y triste, y se lo tomará como una afrenta personal.

¿Cómo podemos aplicarlo a nuestra carrera musical?

La actitud proactiva puede ayudarnos a ser músicos más seguros de nosotros mismos. Si somos proactivos, tendremos la capacidad de decidir qué nos afecta y qué no. De esta manera, podemos conseguir un concepto mejor de nosotros mismos y conseguir ser más felices. No podemos cambiar las cosas que escapan a nuestro control: los resultados de una audición, las críticas tras un concierto, los imprevistos que podamos cruzarnos… etc. Si no podemos controlar todo esto, ¿por qué nos debe afectar? Si conseguimos abstraernos de todas estas cosas que escapan a nuestro control, conseguiremos ser más felices y sentirnos mejor con nosotros mismos.

Una de las principales características de las personas proactivas es la capacidad de iniciativa. Antes de esperar a que los demás nos den lo que queremos, tenemos que encontrar la forma de conseguirlo por nosotros mismos, ser emprendedores y dueños de nuestra propia vida. Si lo que quieres es dedicarte a la música, no tienes que esperar a que otro te ofrezca las oportunidades de hacerlo, también tú puedes crear tus propias oportunidades y conseguirlo. A veces podemos sentirnos mal porque nadie nos ofrece trabajo, pero esa es una actitud reactiva. Esperar a que los demás te proporcionen una felicidad que sólo tú puedes conseguir.

PROACTIVIDADPara conseguir una actitud proactiva debemos primero fijarnos unos valores, y guiarnos por estos valores. Una vez los fijemos, todas nuestras decisiones deben asentarse en estos valores, no en las opiniones o decisiones de otros. 

Otra de las claves de una persona proactiva es la organización y planificación de sus objetivos. Una vez fijados, los objetivos necesitan de un plan para llevarlos a cabo, para conseguirlos. Ya hemos hablado en otras ocasiones de cómo la planificación puede ayudarnos a mantener la motivación y a lograr nuestras metas de una forma ordenada y consecuente.

 

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Cabecera Programas Velocidad

Cuantas veces te has puesto a estudiar con una partitura que tiene CD Minus One1 y necesitarías que el tempo fuera diferente para poder estudiarlo… Vuestro profe estará encantado de ayudaros a cambiar la velocidad de reproducción, pero también podéis hacerlo vosotros mismos. Vamos a ver algunos programas para hacerlo e incluso algunos para grabar los archivos con las nuevas versiones (y quién sabe, también podríais hacer vuestros propios karaokes).

Todo esto se puede hacer con los sofisticados programas de edición de sonido, pero suficientes cosas tenemos que aprender como para tener que hacernos expertos desde el primer momento. Ya habrá tiempo de experimentar algunos de ellos cuando queráis editar vuestras grabaciones…

¿Cuáles son las opciones más sencillas para cambial la velocidad?

La primera de ellas sería explorar lo que tenemos ya instalado en nuestro ordenador. Ya seas de PC o de Mac, seguro que muchos escuchamos música utilizando programas como el Reproductor de Windows Media, el Quicktime o por ejemplo el VLC. Pues bien, lo que quizá no todos sepamos es que todos ellos nos ofrecen esta posibilidad, y sin alterar la afinación en la que se reproduce.

Por ejemplo, veamos cómo se haría en el Reproductor de Windows Media. Mientras se reproduce nuestra obra, cambiamos a la visualización “Reproducción en curso” (un botón que aparece en la esquina inferior derecha). Una vez aquí, haciendo click con el botón derecho sobre la pantalla del programa, seguimos Mejoras > Configuración de velocidad de reproducción. Nos va a aparecer un a barrita con deslizador para acelerar o retardar la velocidad, sin cambiar el tono que es lo que nos interesa.

MP3 velocidad

En los demás programas son opciones muy similares, una rápida búsqueda en google “cómo cambiar la velocidad de reproducción en…” os dará la solución. Incluso hay aplicaciones que hacen esto.

¿Qué ocurre si queremos cambiar el audio y guardar el archivo después?

Entonces tendremos que buscar otras opciones, que las hay. Por ejemplo, MP3 Speed Changer es un software gratuito con un funcionamiento totalmente intuitivo y que exporta el resultado final a un nuevo archivo de audio.

Pero quiero comentaros otro programa, que aunque no sea totalmente gratuito, se puede descargar y probar libremente: Transcribe (de seventhstring).

Se pueden modificar los audios fácilmente y os ofrece algunas opciones más que la de cambiar la velocidad. Al reproducir el archivo, se abre un panel con efectos de audio que podéis aplicar en el acto. Tiene la ventaja de poder exportar2 el resultado final y guardar el archivo resultante en el formato que prefiráis. Estas son las 3 funciones que más me gustan:

Cambiar la velocidad de reproducción. Funciona con un deslizador indicando el porcentaje modificación del tempo, es decir 100% es el tempo original y a medida que aumenta el porcentaje, sube el tempo –y viceversa-.

Transportar el tono del audio es una opción interesante cuando el acompañamiento que tenemos está pensado para otro instrumento. Hay algunos instrumentos preseleccionados pero podéis elegir vosotros los tonos o semitonos de diferencia.

Crear tu propio karaoke o “minus one”. Esta opción depende de cómo se haya grabado la pista original que estemos modificando. Manipula los canales de una grabación stereo para eliminar las bandas centrales donde se suelen encontrar las melodías principales. Esto no siempre es así, pero podéis probar suerte. Podéis conseguir que disminuya casi totalmente el sonido del instrumento principal, dejando solo el acompañamiento para que lo utilicéis como karaoke.

Transcribe

Ya no hay excusa para estudiar con orquesta o piano empezando desde la “velocidad abuelilla” -como decimos en clase- ¡hasta el tempo del concierto!

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