más esperanzados
más tristes
y con más vida.
Más que a los hombres he amado sus cantos.
He podido vivir sin los hombres
pero nunca sin sus cantos.
Nunca me engañaron sus cantos.
Cualquiera que fuera su lengua, siempre los he comprendido.
En este mundo, ni la comida, ni la bebida,
ni los paseos
ni las cosas que he visto, oído,
palpado, comprendido,
nada, nada
me ha hecho tan feliz como los cantos..."
Nazîm Hikmet