Tu talento me importa bien poco

El otro día vi un episodio del documental Cuadernos de entrenador en Netflix. Concretamente el episodio de Patrick Mouratoglou.

Me encantó.

Este tío, Patrick, fue el coach de Serena Williams durante muchos años, y la llevó a lo más alto.

En el documental explica cosas muy interesantes sobre su trabajo, y también cuenta experiencias vividas que le enseñaron ciertas cosas sobre su profesión.

Me vi reflejado muchas veces en lo que decía. De hecho, estaba flipando porque el mundo del coach de tenistas y de vocal coach se parece más de lo que nunca había imaginado.

Al final, todos somos personas, ¿no?

Tengo que hablarte de dos cosas de las que pensé: de esto tengo que escribir un correo.

El talento puede ser un lastre

Había un momento en el que Patrick explicaba una situación que veía con varios tenistas de gran talento: cuando empezaban a perder, se dejaban ganar.

Básicamente se rendían. Enseñaban unas imágenes de esas situaciones, y realmente era alucinante.

Tenistas de gran nivel literalmente pasando de intentarlo.

Me quedé flipando, pero inmediatamente vi las similitudes con situaciones que yo he vivido con cantantes de gran talento.

En cuanto algo no les salía o aparecía el temido gallo, se bloqueaban y empezaban a hacerlo peor y peor.

La teoría de Patrick es que esos tenistas pensaban inconscientemente (parafraseo): si me dejo ganar, quiere decir que he perdido porque yo he querido, no porque no tenga talento.

Es decir, miedo a que ese talento no sea real o no sea suficiente.

Lo que yo he vivido es muy parecido: cuanto más profesional es el cantante, más miedo le da a equivocarse y se bloquea, ni lo intenta.

Así no volverá a fallar y “no pondrá en peligro” o “se cuestionará” su talento.

Obviamente no todos son así, pero sí la gran mayoría.

Y… oh, sorpresa… los que mejoran son los que siguen hacia adelante a pesar de los errores. Nada nuevo…

Tus límites te los pones tú

Patrick también hablaba de las barreras mentales, y dijo una cosa que hizo con Serena Williams que me hizo muchísima gracia.

Estaba compitiendo en no sé qué torneo (no soy fan del tenis) y le estaba yendo FATAL, concretamente con las bolas cerca de la red.

De nuevo, enseñaban imágenes, y en cuanto su contrincante le lanzaba una bola a la red, la tía directamente pasaba de mover el culo y se dejaba ganar el punto.

Suena surrealista que alguien como ella, la puñetera élite del tenis, sea capaz de hacer algo así…

Total, que coge Patrick, se le acerca en tiempo muerto y tiene una conversación con ella parecida a esta (parafraseo de nuevo):

  • Patrick: Serena, las estadísticas dicen que el 80% de las bolas que van cerca de la red las ganas.
  • Serena: ¿En serio? Pensaba que las estaba fallando todas.
  • Patrick: Piensa lo que quieras. Las estadísticas dicen lo contrario. Estás clavando el 80%.

Total, que vuelve al partido, y empieza a dominar las bolas cerca de la red. ¿Cómo te quedas?

Me hizo mucha gracia, porque yo también suelo mentir en mis sesiones 😂😂😂

Suelo decir cosas como: “¡Muy bien! Este es el Mi4”, cuando en realidad estamos en La4, por ejemplo.

Te reirás, pero funciona.

Cuando luego les digo que les he mentido y les digo la nota real, me suelen insultar de forma cariñosa (o eso quiero creer 😬), pero les da una perspectiva nueva de lo que pueden llegar a hacer con su voz, y pierden ese miedo a las notas agudas.

En el documental, Patrick explicaba más historias sobre las barreras mentales, por lo que te recomiendo que veas ese episodio del documental.

Es MUY interesante, y es cortito.


Si aún tienes barreras mentales o piensas que hay que tener talento y esas tonterías para cantar bien, puedes ignorar lo que te voy a decir ahora.

Pero una vez tienes claro que hay que currar y que eres capaz de conseguirlo, toca ponerse manos a la obra y hacer el trabajo duro.

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