Las plataformas de música en streaming: TODO LO QUE TIENES QUE CONOCER

 Por: Redacción


Hoy hacemos una guía extensiva de las plataformas musicales en streaming sin olvidarnos de las divas y los reyes de estas


El streaming es la tecnología que nos permite consumir diferentes contenidos como videos, películas y música en tiempo real a través de una conexión a internet; es decir, no es necesario esperar que estos contenidos se descarguen para empezar a disfrutarlos. Por ello, escuchar música en streaming es cómodo y conveniente para millones de usuarios.


¿Cómo funcionan las plataformas de música en streaming?

VER MÁS >

Sobrevive con el cráneo atravesado por una vara de metal

Phineas Gage es uno de los casos más famosos de lesión cerebral en la historia.

En 1848, Phineas sufrió un accidente en el trabajo mientras trabajaba como capataz de ferrocarril, cuando una barra de hierro de 3 metros de largo atravesó su cráneo y su cerebro.

El tío sobrevivió al accidente y recuperó la conciencia en poco tiempo.

No sólo eso. El colega viajaba con su vara de metal, como Robin a Batman, o como ketchup a las patatas fritas.

En Wikipedia tienes una explicación de su caso, algunos detalles interesantes, e incluso fotos del tío en cuestión, de su cráneo y de la vara de metal.

De esta historia me enteré hace dos días… y flipé mucho. Sigo muy loco con el asunto.

Este caso es considerado como uno de los primeros estudios científicos sobre la relación entre el cerebro y el comportamiento humano.

Esta historia me recuerda a esas personas que nacen sin brazos, por ejemplo. Recuerdo ver hace muchos años el caso de una señora que nació así, sin brazos.

En el documental explicaba cómo hacía su vida, y me dejó completamente loco ver cómo conducía su coche con los piés.

CON LOS PUÑETEROS PIÉS.

O esas otras personas que desafortunadamente se quedan paralíticas, sólo pueden mover la cabeza y aprenden a escribir e incluso pintar con la boca.

Recuerdo haber visto un reportaje sobre Ramón Sampedro cuando era adolescente. También me impactó muchísimo.

Con estos pocos casos y los cientos que hay en el mundo, podemos ver que el cerebro tiene una capacidad brutal de adaptarse y aprender.

Tú, que tienes el cerebro entero y plenamente funcional (espero), tienes todos los ases para ganar la partida.

¿Qué partida? Dímelo tú.

Quizás hace años podías cantar canciones que ahora no puedes cantar, y la cosa va cada vez a peor.

Si eres cantante profesional, entenderás mejor que nadie el problema que esto supone.

¿Significa esto que tienes que rendirte y dejar de cantar como te gusta? ¿O incluso retirarte?

Si piensas eso, ya has perdido.

Con la edad ocurren cambios físicos en la voz. Si juntas esos cambios con una mala técnica, tu voz va a ir peor.

Pero si desarrollas una buena técnica, no tienes por qué perder rango. De hecho, el color de tu voz poco a poco se hará más rico en armónicos.

O quizás cantas bien, te gusta cómo lo haces, puede que hasta de forma profesional, nuevamente, pero siempre has querido hacer cosas que otros cantantes pueden y tú no.

Si te va bien conformarte con lo que tienes y eres feliz así, no voy a ser yo quien intente hacerte cambiar de idea.

Pero si sabes que tienes potencial que no estás usando, que sepas que tienes un cerebro que puede aprender cosas que no esperas, y que se puede adaptar bastante rápido.

Puedes crear esos caminos neuronales necesarios para cantar esas cosas que ahora no puedes.

¿Realmente es posible? Depende de a quién le preguntes. Si le preguntas a alguien que no sabe cómo hacer eso realidad, pues no, no es posible.

¿Fácil? Depende de a quién le preguntes. Hay a quién le cuesta más, hay quién menos. Lo que está claro es que si trabajas, lo consigues.

Insisto: SI TRABAJAS. Nadie te lo va a regalar. No por nada en especial, si no porque es algo que no se puede regalar.

Te lo tienes que ganar. Empieza a ganártelo apuntándote ya a nuestra newsletter.

Este artículo Sobrevive con el cráneo atravesado por una vara de metal pertenece a VoKalo.

Tú sigue poniendo excusas si no quieres llegar a nada

El 90% de los fracasos vienen de las personas que tienen el hábito de poner excusas

George Washington Carver

Que si tengo un mal día, que he estado con un resfriado, hoy no sé qué me pasa porque esto siempre me sale, es que me acabo de despertar y mi voz necesita unas horas para calentarse, es que se me tensa el cuello y no puedo hacerle nada, …

¿Te suena alguna de estas?

Las excusas son algo curioso.

Cuando oyes a alguien darte excusas de lo que sea, es inevitable pensar que son unos pringaos, unos quejicas.

Pero cuando eres tú quien da excusas, te las crees. En tu mente son 100% ciertas, y justifican el por qué has hecho o no has hecho algo.

¿Sabes qué? Da igual si son excusas baratas o si son razones de peso.

El universo no va a ser benévolo contigo sólo porque te haya pasado algo injusto, o porque te haya dado pereza levantarte de la cama para practicar canto antes de ir a trabajar.

Tampoco te van a regalar nada por dar pena.

A más de uno se la podrás colar una vez, quizás dos, pero tres ni de coña.

Si eres del tipo de persona que pone excusas para todo, sabiendo que son excusas, creo que no tienes salvación 🤣

¡No no! Lo digo de verdad.

Si crees que el mundo te debe algo sólo por existir y que, hagas lo que hagas, siempre hay algo que se interpone en tu camino y no puedes hacer nada para superarlo, te invito amablemente a que dejes de leer.

Pero si eres del tipo de persona que cuando sueltas una excusa te sientes mal por dentro y no sabes bien porqué, tengo un ejercicio para ti.

Se trata de entrenar a tu mente para reconocer cuando cascas una excusa y corregir el rumbo.

Es un ejercicio que se utiliza para meditar, pero el otro día leí un artículo que lo enfocaba un poco diferente. Me gustó y lo quiero compartir contigo.

El ejercicio consiste en sentarte o tumbarte, cerrar los ojos, y llevar toda tu atención a tu respiración.

Parece una tontería, pero es bastante difícil. Normalmente en menos de 1 minuto ya estás pensando en otras cosas.

Cuando te das cuenta de que tu atención ya no está en la respiración, tienes que obligarte a centrarte en ella otra vez.

Así una y otra vez.

Esto te hace tomar el control de tu mente, lo cual ayuda enormemente a dejar de poner excusas. Tú controlas tus pensamientos y como consecuencia controlas tus acciones.

Es un ejercicio muy chulo que te recomiendo que pruebes, aunque sea por curiosidad. Te puede hacer más consciente de lo alocadas que son nuestras mentes.

El artículo que leí decía que la gente se suele frustrar con este ejercicio, porque hace que te enfoques en el error.

Es decir, cada vez que te pillas sin prestar atención a tu respiración, es un fallo.

“¡¡Argh!! He vuelto a despistarme. Venga, concéntrate, cabeza de melón.”

Y creo que es verdad. Por eso, el cambio que proponía me gustó tanto.

El autor proponía darte un punto por cada vez que consigas volver a redirigir tu atención en tu respiración.

Creo que tiene mucho sentido, porque realmente es un logro conseguirlo, dado que la mente, de forma natural, quiere pensar en otras cosas.

¡Dale una oportunidad! No es fácil, pero tomar decisiones en piloto automático no es buena idea.

Apuntarte a nuestra newsletter no requiere tanto esfuerzo de concentración. Sólo tienes que bajar, poner tu correo electrónico y pinchar el botón.

Este artículo Tú sigue poniendo excusas si no quieres llegar a nada pertenece a VoKalo.