Monthly Archives: diciembre 2023
Esta historia es muy loca, y te puede ayudar a ver que nunca sabes las maravillas que puedes aprender de alguien de quien no lo esperas.
Mi madre nació en un pueblo muy pequeño de Guadalajara, en 1.951. En aquella época, el pueblo tenía unos 300 habitantes. Hoy tiene 34.
Cuando era muy pequeña, su familia se mudó a otro pueblo de Cuenca, de 600 habitantes. Hoy tiene menos de 300.
Se mudó a los 16 años a Barcelona, pero mis abuelos conservaron la casa de ese pequeño pueblo, y aún la conservamos. De hecho, ahora mis padres pasan allí gran parte del año.
Te haces una idea, ¿no? Pueblo pequeño, de gente que trabaja en el campo, cría gallinas, etc. Menos de 300 habitantes.
¿Conoces el grupo Europe? “Is the finaaaaaaal countdooooown!” ¿Te suena?
Grupo internacionalmente famoso que ha hecho conciertos en muchísimos países, llenando salas de conciertos enormes.
Yo era muy pequeño y no me acuerdo, pero resulta que Europe tocó en este pequeño pueblo donde creció mi madre.
¿Por qué? No tiene ningún sentido. La gente de ese pueblo ni los conocía. Eran de otra generación que escuchaba música española.
Resulta que había alguien del pueblo que conocía a un componente del grupo o al mánager (ya no me acuerdo), y organizó un concierto para que Europe tocara en el puto polideportivo del pueblo.
Ese polideportivo en el que yo jugaba al frontón con mis hermanos porque no había ningún puñetero entretenimiento más. Nos aburríamos de la hostia, y dejar de hacer cosas por aburrimiento es un killer para la voz.
NUNCA sabes quién puede conocer a quién, o dónde están las oportunidades.
Y para tener acceso a esas oportunidades, tienes que exponerte. Me da igual si te da pereza, vergüenza o si tu vecino canta mejor que tú.
Si tienes algo que decir, hazlo, porque nunca sabes a lo que te puede llevar.
Haz también otra cosa buena para ti: suscribirte a nuestra lista de correo. Lo puedes hacer deslizándote un poco más hacia abajo.
Este artículo Incluso lo más pequeño puede albergar algo grande pertenece a VoKalo.
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Mi madre nació en un pueblo muy pequeño de Guadalajara, en 1.951. En aquella época, el pueblo tenía unos 300 habitantes. Hoy tiene 34.
Cuando era muy pequeña, su familia se mudó a otro pueblo de Cuenca, de 600 habitantes. Hoy tiene menos de 300.
Se mudó a los 16 años a Barcelona, pero mis abuelos conservaron la casa de ese pequeño pueblo, y aún la conservamos. De hecho, ahora mis padres pasan allí gran parte del año.
Te haces una idea, ¿no? Pueblo pequeño, de gente que trabaja en el campo, cría gallinas, etc. Menos de 300 habitantes.
¿Conoces el grupo Europe? “Is the finaaaaaaal countdooooown!” ¿Te suena?
Grupo internacionalmente famoso que ha hecho conciertos en muchísimos países, llenando salas de conciertos enormes.
Yo era muy pequeño y no me acuerdo, pero resulta que Europe tocó en este pequeño pueblo donde creció mi madre.
¿Por qué? No tiene ningún sentido. La gente de ese pueblo ni los conocía. Eran de otra generación que escuchaba música española.
Resulta que había alguien del pueblo que conocía a un componente del grupo o al mánager (ya no me acuerdo), y organizó un concierto para que Europe tocara en el puto polideportivo del pueblo.
Ese polideportivo en el que yo jugaba al frontón con mis hermanos porque no había ningún puñetero entretenimiento más. Nos aburríamos de la hostia, y dejar de hacer cosas por aburrimiento es un killer para la voz.
NUNCA sabes quién puede conocer a quién, o dónde están las oportunidades.
Y para tener acceso a esas oportunidades, tienes que exponerte. Me da igual si te da pereza, vergüenza o si tu vecino canta mejor que tú.
Si tienes algo que decir, hazlo, porque nunca sabes a lo que te puede llevar.
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