Una de las razones por las que es difícil aprender a cantar es saber si estás forzando la voz.
Hay algunos casos en los que es muy evidente, pero en muchos otros no lo es tanto.
Y mucho menos cuando tienes que analizar tu propia voz mientras cantas o practicas.
Vamos a arrojar un poco de luz sobre este tema para que puedas disfrutar más de tu voz.
Para saber si estás forzando la voz necesitas saber qué ocurre cuando lo haces
Cuando entiendes qué es lo que está pasando físicamente cuando estás forzando la voz es más fácil dejar de hacerlo.
Ya sabes lo que dicen: El primer paso es reconocerlo.
Al fin y al cabo, ¿cómo puedes dejar de forzar tu voz si ni si quiera eres consciente de que lo haces?
En realidad no tiene mucho misterio y todo se reduce a una cosa.
El equilibrio vocal lo dicta la relación entre la presión de aire y la presión muscular que ejercen tus cuerdas vocales.
Sin ese equilibrio vocal, es muy probable que acabes forzando la voz.
Has de analizar en cual de las siguientes situaciones te encuentras:
Ejerces demasiada presión de aire para poca presión muscular
Cuando esto ocurre, tu voz suena muy airosa.
Tus músculos no están resistiendo esa presión de aire.
En otras palabras, tienes una fuga de aire en tus cuerdas vocales.
Si tienes este problema es posible que te hayas encontrado con profesores que te dicen que tu problema está en la respiración, y que si entrenas tu diafragma podrás dosificar el aire, por lo que tu voz sonará menos airosa.
Parece lógico, pero la realidad es que, a no ser que seas incapaz de hablar susurrando, tu problema no se arreglará con ejercicios de respiración.
Sería como querer arreglar la fuga de agua de una tubería jugando con la llave de paso en vez de reparar la tubería directamente.
La fuga está en tus cuerdas vocales, no en tu diafragma.
Cuando ejerces demasiada presión muscular para poca presión de aire
Cuando esto ocurre, tu voz suena ahogada o estridente.
Tus músculos están aplicando demasiada resistencia a la presión de aire que les está llegando.
Esa presión de aire no podrá mover las cuerdas vocales a la velocidad requerida para hacer ciertas notas, por lo que instintivamente añadirás más presión muscular y a la vez más presión de aire para conseguirlo, lo que te hará gritar en vez de cantar.
Volviendo al ejemplo de la tubería, es como si hubiese un tapón dentro de ésta.
Por mucho que regules la presión de agua, el tapón va a impedir que salga de forma fluida.
Si el tapón tapa la mayor parte del interior de la tubería, el agua saldrá disparada. Si tapa la tubería por completo, no saldrá agua y la tubería acabará reventando.
Que no sientas excesiva presión de aire o muscular no quiere decir que no exista
Las sensaciones que tenemos en nuestro cuerpo están altamente condicionadas a lo que estamos acostumbrados a sentir.
Pongamos por caso que siempre has tenido una voz muy floja, airosa y débil ( ¿quieres saber por qué y cómo arreglarlo? ).
Para ti es normal que tu voz sea así.
¡Faltaría más! Has vivido toda tu vida con ella.
De hecho estoy seguro que si ahora mismo me pusiese contigo a trabajar en ello, al juntar más tus cuerdas vocales tendrías la sensación de estar gritando.
Si tu caso fuese el de excesiva presión muscular, pasaría exactamente lo mismo, pero al revés.
Yo mismo lo he vivido.
Cada vez que conseguía cantar de forma menos forzada estaba convencido de que ya había encontrado el equilibrio, ya que era un mundo nuevo de facilidad ( ¡y felicidad! ) para mi.
Pero sólo hacía falta seguir practicando durante unos meses y descubrir lo equivocado que estaba al descubrir otro nuevo nivel de libertad.
Lo que me lleva a decirte: guíate por otras cosas, no sólo por tus sensaciones
Tus sensaciones, al menos al principio, cuando estás descubriendo este nuevo mundo, te pueden engañar. Te pueden hacer creer que ya no estás forzando porque lo sientes mucho más libre que antes, pero eso no significa que ya esté todo ganado.
Ahora sabes que no te puedes fiar en exclusiva de las señales perceptivas que te manda tu cuerpo.
Son demasiado subjetivas.
Es normal, sólo conoces las de tu cuerpo. No puedes sentir lo que otra persona siente dentro de su cuerpo.
Pero hay otro tipo de señales que son mucho más objetivas.
Las he ordenado en tres categorías para que se entienda mejor, aunque hay algunas señales que podrían pertenecer a dos.
Señales auditivas
Has podido escuchar la voz de cientos o miles de personas a lo largo de tu vida, por lo que tienes muchas más referencias con las que compararte.
Eso sí, ten en cuenta que no es lo mismo escucharte mientras cantas o hablas que escuchar tu voz grabada.
Para saber si estás forzando, necesitas analizar tu voz grabada.
La razón es muy sencilla.
A nosotros mismos nos oímos de forma muy diferente a cómo se nos oye fuera, y eso puede distorsionar nuestras comparaciones con otras personas.
De todas maneras, este tipo de comparación no es la más adecuada si no tienes la experiencia y los conocimientos necesarios, por dos razones:
- No puedes saber si la otra persona está forzando o no.
- Puede que para conseguir imitar el sonido de esa otra persona, fuerces tu voz.
Descubre aquí por qué es una mala idea aprender a cantar imitando.
Señales visuales
Este tipo de señal es bastante fiable, pues puedes recibirla mientras cantas para saber si estás forzando o no.
Ponte frente a un espejo y observa tu cuerpo y sobretodo tu cara mientras cantas.
Hay un par de señales muy claras que te dirán si estás forzando:
- Tu cara se empieza a poner de color rojo.
- Se te marcan las venas del cuello.
Señales cinestésicas
Sí, tus propias sensaciones. Puede que no sean fiables al 100% pero te pueden ayudar.
Observa qué pasa mientras cantas. Es mala señal:
- Si no eres capaz de cantar una nota a menos volumen.
- Si mientras cantas una nota sientes que no vas a ser capaz de cantar la siguiente.
Observa qué pasa cuando terminas de cantar.
- Si has estado un rato cantando o practicando y notas molestias en tu garganta ( picor, escozor, sequedad ).
- Si directamente te quedas sin voz el mismo día o al día siguiente.
Todo esto son cosas que tienes que tener en cuenta.
Puede que si un día acabas así no te pase nada, pero si cada vez que cantas terminas de la misma manera, esto puede derivarse en problemas mucho más serios ( pólipos, nódulos, … )
Como te decía, el asunto no tiene tanto misterio, pero si tiene más profundidad de lo que parece
El objetivo está muy claro y es muy fácil de entender.
Hay que encontrar ese equilibrio entre la presión del aire y la presión muscular.
El problema está en que no es fácil, pues hay muchas cosas que pueden influir entre ambos factores.
Reducir la presión muscular no se trata simplemente de aumentar la presión de aire para conseguir ese equilibrio entre ambos.
Antes debes descubrir qué tipo de presión muscular estás haciendo, ya que lo común es hacer fuerza con los músculos del cuello además de con los músculos de tu laringe.
En ese caso no es que necesites regular la presión muscular externa. Simplemente debe desaparecer.
Y lo mismo para la presión del aire.
No se trata simplemente de reducir la presión del aire para llegar al equilibrio entre ambos.
Si tus cuerdas vocales no están lo suficientemente juntas y se te escapa mucho aire, va a ser imposible que produzcas un sonido lleno y limpio.
Y para añadir dificultad, debes ser cauto en tus prácticas.
Cantar es una actividad muscular y necesitas educar tus músculos a base de repetición.
Cuanto más repites un movimiento, más lo asimila tu cuerpo y se acaba convirtiendo en una respuesta automática, por lo que puedes llegar a adquirir nuevos malos hábitos si no lo haces bien.
¿Cómo puedo dejar a un lado las tendencias negativas que me hacen forzar la voz?
Depende de tu caso.
A veces requiere un enfoque diferente. ¿Has probado a dejar de forzar tu voz entrenando tu voz de cabeza?
A veces se trata de calentar la voz de forma efectiva.
A veces simplemente practicar y practicar hasta la saciedad.
O a veces simplemente necesitas a un experto que te pueda ayudar.
Si este artículo te ha ayudado a entender por qué estás forzando tu voz te compártelo con tu gente en las redes sociales. ¡Gracias!
Imagen: Algunos derechos reservados por Diamond Geyser
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