El secreto para cantar bien explicado por Neo de Matrix

el secreto para cantar bienHola, soy Neo.

Probablemente me hayas visto en Matrix.

O en Noviembre Dulce, aunque no me lo tengas en cuenta.

Soy un tipo duro.

Hace ya un tiempecillo me encontré con un tío muy raro que llevaba unas gafas de sol muy guapas.

El chaval se llamaba Morfeo (ya te digo, un tío muy raro).

Recuerdo un fragmento de una de nuestras charlas, pero te lo resumo un poco porque se enrollaba más que una persiana:

Morfeo: ¿Te gustaría saber lo que es Matrix? Es el mundo que ha sido puesto ante tus ojos para ocultarte la verdad.

Yo: ¿Qué verdad?

Morfeo: Que eres un esclavo, Neo.

Yo creía que estaba un poco loco, ¡pero resultó que tenía más razón que un santo!

Ya han pasado muchos años desde que tuvimos esa conversación, y hasta hace poco creía que ya no me la colaban con más paradojas ni realidades alternativas.

Hasta que me metí a hacer clases de canto.

Aún recuerdo al Sr. Smith.

Un buen tipo. Agradable.

Era más fácil pelear con él que descubrir el secreto para cantar bien.

¿Cuál es el secreto para cantar bien? Tu elección

He viajado un montón por Matrix para recibir clases de los mejores profesores de canto de esta realidad y de otras.

He podido aprender todo de sus técnicas y métodos.

Además, con los rollos esos de Matrix para ralentizar y acelerar el tiempo, lo he hecho en un tiempo récord.

No hace falta decir (pero aún y así lo digo) que he visto de todo.

Técnicas para todos los gustos y colores.

Pero al final todo se reduce a hacer una elección entre dos.

Una elección que hicieron todos ellos en su día.

Hoy te presento esa misma elección a la que tuve que enfrentarme yo mismo hace años.

Pero yo voy a ser menos puñetero que mi amigo Morfeo y antes te voy a poner un poco en antecedentes sobre estas dos elecciones.

Los que escogieron la píldora azul

Todos los profesores de canto con los que estudié que escogieron esta píldora pecaban de lo mismo.

Creían haber encontrado el Santo Grial del canto y se limitaban a hacerme hacer, principalmente,  un único tipo de ejercicio.

Lo que más me hicieron hacer era respirar.

Me decían que debía respirar con mi diafragma (¡¿yo tengo uno de esos?!) y cantar como si no tuviese cuello.

Otros me decían que tenía que colocar la voz en la máscara.

También estaban los que eran un poco más avispados y tenían un libro de ejercicios de canto, por lo que en cada clase lo sacaban y hacíamos el ejercicio que tocase.

Habían más casos extraños, pero no te quiero aburrir.

A donde quiero llegar es que eso me lo hacían hacer porque en su día a ellos les funcionó, y por eso no les culpo.

Pero no puedo evitar que me venga a la cabeza una frase muy famosa:

Cuando la única herramienta que tienes es un martillo, todo problema comienza a parecerse a un clavo.

O según Wikipedia (Trinity fliparía si tuviésemos esto en Matrix):

Un martillo de oro (o martillo dorado) es cualquier herramienta, tecnología, paradigma o similar cuyos partidarios ensalzan de manera exagerada.

Predicen que resolverá múltiples problemas, incluso aquellos para los que obviamente no es adecuada. De la misma forma que un martillo de oro físico sería bastante impresionante pero prácticamente inútil, puesto que el oro es un metal relativamente maleable.

Pincha aquí para leer el artículo de Wikipedia completo.

La píldora azul ha provocado tal desconocimiento del funcionamiento de la voz que ha dado lugar a que piensen que el secreto para cantar bien reside en lo que a ellos les funcionó en su día, o creen que les funcionó (eso lo dejaremos para un Reloaded).

Por otra parte, no todo es a causa de estos profesores.

Los que queremos mejorar nuestra forma de cantar también tenemos la culpa.

¿Por qué?

Porque siempre estamos buscando ese ejercicio mágico que va a hacer que tus cuerdas vocales estén juntas a lo largo de todo tu rango, con potencia y con una facilidad increíble.

Si te tomas esta píldora no olvidarás nada de esto (a mi me engañó el colega Morfeo), pero no conseguirás lo que quieres.

Los que escogieron la píldora roja

En un momento de mi vida me topé con un niño que era tan raro que hasta daba mal rollo.

Pero decía unas cosas que te dejaban pensando durante un montón de tiempo.

Hasta la hora de la siesta, más o menos.

¿A quién intento engañar? ¡No entendía ni una palabra de lo que decía! Cosas de cucharas y cazuelas.

Después de estudiar con los profesores de canto que se habían tomado esta píldora roja, me di cuenta de la diferencia al instante.

Recuerdo a un profesor en concreto que tenía una voz de un volumen y un grosor impresionantes.

Cuando le escuché cantar le dije que quería tener su potencia.

Y me paró los pies al momento, que no me flipara.

Me dijo que aunque yo fuera el elegido, me iba a costar mucho llegar a esa potencia, y que con fuerza bruta no lo iba a conseguir.

¿Con quién se cree que está hablando? – pensé.

Estuve a punto de hacerle una llave de artes marciales de esas que se me dan tan bien, pero decidí callarme y hacerle caso.

Durante un tiempo estuve haciendo ejercicios a un volumen que ni los perros con sus súper oídos podían oír.

Y poco a poco vi como iba ganando potencia sin apenas esforzarme.

Al final me entró la curiosidad y le pregunté si él también tuvo que hacer estos ejercicios.

¡Imagínate mi sorpresa cuando me respondió que no!

Me explicó que él no nació con esa potencia de voz, pero que la tuvo que conseguir de forma diferente.

Fue en ese momento cuando entendí lo que aquel niño que hasta daba miedo (aún tengo pesadillas con ella) quería decir con los rollos de los cubiertos.

No hay cuchara

Es decir, no hay ejercicios milagrosos que resuelvan todos tus problemas.

Sí que hay ejercicios que suelen funcionar bien para ciertas cosas, pero eso no es ninguna garantía.

Es igual o más importante cómo se hacen y cuándo se hacen.

¡Incluso hay que ir más lejos! También influye tu propio nivel de entendimiento sobre tu propia voz.

Incluso yo, que soy el elegido, he aprendido de ejercicios que empecé a hacer en mis primeras clases después de años haciéndolos.

Y vamos cortando, que me enrollo más que Morfeo

Lo que te quiero decir con todo esto es que no hay cuchara no existe el secreto para cantar bien.

No existe porque se trata de un proceso que lleva su tiempo, y ni si quiera se trata de un proceso lineal.

A veces hay que volver hacia atrás para avanzar.

Hasta yo, que soy el elegido y por ende no hay nadie más listo que yo, necesité un guía para encontrar el camino.

Resumiendo: necesitamos un Morfeo, incluso para mejorar nuestra forma de cantar.

Además, te puedes llevar una gabardina que mola un montón (a mi me la dieron gratis).

Podría seguir hablando de esto durante horas, pero por desgracia no se puede explicar lo que es Matrix, has de verla con tus propios ojos.

¿Quieres darle la brasa a tus amigos con mi historia? ¡Compártelo en las redes sociales para que me lean! Me encanta ser famoso.

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No “sonrías la nota”, ¡sonríele a la vida!

sonreír la nota¿Alguna vez te han dicho que debes sonreír la nota para alcanzar las notas agudas?

Espero que no…

Aunque es más que probable que la respuesta sea un “sí”.

Si esa acción no te ayuda por más que lo intentas, permítete parar aquí mismo.

Vamos a hablar un poco de ello.

¿Por qué puede parecer que es bueno?

Se me ocurren dos razones importantes por las que entiendo que a muchas personas les pueda parecer que sonreír la nota produce efectos positivos en la voz.

#1: Porque consigues un sonido más brillante

Esto es cierto, para el oído no entrenado.

Si cantas a la vez que sonríes, la laringe y los músculos de tu cara entran en tensión (hablo más sobre esto después).

Para conseguir una voz brillante sin tener que comprometer su salud lo último que necesitas son tensiones.

Recurrir a esto es sólo un atajo temporal.

Digo temporal porque sin duda alguna llegará el momento en el que esto te pase factura y tu voz se deteriore, pudiéndose llegar a lesionar.

#2: Porque parece que tengamos que hacer más cosas para cantar

A veces da la sensación que para cantar tenemos que hacer más cosas de las que ya hacemos.

Y esto es un problema, por varios motivos.

El primero es que antes de pensar en hacer más cosas debes pensar en dejar de hacer las cosas que te ponen trabas a ti mismo.

Dejar de gritar para llegar a las notas agudas, dejar de manipular tu laringe para conseguir el sonido que quieres, dejar de poner la lengua en posiciones extrañas, …

El segundo motivo es que si nos apoyamos en algo que se da de bruces con las leyes que gobiernan la voz, como sonreír la nota, cada vez vamos a necesitar exagerarlo más para que nuestra voz no se quiebre.

Teniendo en cuenta el caso que estamos hablando, sonreír la nota, me refiero a que cada vez que haces notas más agudas tu cuerpo te va a pedir más exagerar esa sonrisa.

¿Qué pasa en realidad cuando sonríes la nota?

La laringe empieza a subir, lo cual hace más pequeña la cavidad resonadora de esa parte de tu aparato fonador, lo que propicia que las frecuencias agudas de tu voz se potencien.

La parte mala es que al subir tu laringe, el conducto de la salida del aire también se cierra, tus cuerdas vocales se aprietan y sufren mucho estrés debido a ello.

Cuando entras en esta condición, irremediablemente tu laringe va a subir cada vez más y más a medida que haces notas más y más agudas.

Como te comentaba antes, puedes conseguir brillantez en la voz sin tener que recurrir a esto.

¡Y no hace falta que me creas sin más!

Por poner un ejemplo famoso que no paro de citar, puedes ver a Pavarotti en acción.

Seguro que no le verás sonriendo la nota, sin importar qué vocal esté cantando :)

Después de enseñarte este vídeo no tengo más remedio que invitarte a leer nuestro artículo sobre la importancia de las vocales.

Haz clic aquí para leerlo.

¿Y de dónde viene “sonreír la nota”?

Se trata de algo heredado de algunas escuelas de enseñanza clásica.

Y a su vez, algunas escuelas de canto moderno lo han heredado de éstas.

Algunas personas dicen que sonreír la nota sirve para activar los resonadores faciales.

No podría estar más en desacuerdo, y te explico por qué.

La laringe, uno de los resonadores principales, la puedes mover.

El velo del paladar y la lengua, aunque no sean resonadores per se, sí alteran otros resonadores principales, como son la laringe y la boca.

Pero no tienes ninguna forma de modificar tus resonadores faciales.

¡Por mucho que sonrías o dejes de sonreír, siempre van a tener la misma forma!

Variante: La sonrisa interna

También existe algo parecido a sonreír la nota.

Se trata de imaginar que sonríes desde el fondo de tu garganta, en tu faringe.

La explicación que existe para esto es que así abres el espacio para que tu voz resuene más.

El principal problema que suele aparecer con esto es que se tensa la raíz de la lengua, lo cual impide que tus cuerdas vocales vibren libremente.

Mala idea.

Para conseguir ese espacio hay formas más eficientes.

Ninguna de ellas pasa por alterar la forma de tu aparato fonador.

¿Quiere decir esto que no debo estudiar canto lírico?

¡Para nada!

Si estás aprendiendo a utilizar todos los registros de tu voz por igual y estás trabajando para tener una voz equilibrada, sigue así.

Y si ese es el estilo que quieres cantar, ¡perfecto!

Lo único de lo que debes asegurarte es de entender la importancia de estudiar técnica y estilo por separado.

De lo contrario te quedarás estancado en un solo estilo y te será muy difícil cambiar eso.

¡Y eso es todo! Espero haberte podido aclarar otro mito del canto. De ser así, ¿me ayudas a difundirlo compartiendo el artículo? ¡Gracias!

Imagen: Atribución Algunos derechos reservados por Bob Owen

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¿Aún no sabes cómo practicar una canción? ¡Pues vamos al ataque!

cómo practicar una canción

Te defiendes bien con los ejercicios de vocalización y ya has sacado buen partido de ellos.

Has conseguido ampliar tu rango, sientes que ya no te cuesta tanto hacer ciertas notas, e incluso puede que esa sensación de tener que alcanzar las notas esté desapareciendo.

Puedes hacer todas las notas de esa canción que tanto te gusta y que es tan difícil.

Pero el problema viene cuando te pones a cantarla.

De repente parece que no puedes hacer esas notas, vuelves a forzar, te falta potencia y ya estás peleando por alcanzar las notas.

Lo que pasa es que necesitas saber cómo practicar una canción de la misma forma que has aprendido a cómo entrenar tu voz con los ejercicios.

Primero el por qué de las cosas: ¿Por qué no puedo cantar la canción si puedo hacer todas sus notas con los ejercicios?

Por dos sencillas razones.

#1: Aún no puedes hacer lo suficientemente bien los ejercicios

Es duro oír esto y puede llegar a ser frustrante.

Sabes que has avanzado a nivel vocal.

Puede que hayas avanzando muchísimo.

Pero tienes que preguntarte sinceramente a ti mismo:

¿He avanzado lo suficiente como para afrontar esta canción?

¿Puedo hacer los ejercicios de forma que me resulte aún más fácil?

¿Realmente estoy atacando a todas las flaquezas de mi voz o sólo hago los ejercicios que me son más fáciles?

Si crees que la respuesta a alguna de estas preguntas no es la que te gustaría, quizás no estás preparado para afrontar esta canción.

De ser así, no te desanimes. Forma parte del proceso y sólo tienes que seguir trabajando en la dirección correcta.

Pero, ¿y si realmente estás preparado? Sigue leyendo.

#2: Porque las canciones y los ejercicios no son lo mismo

Parece una tontería, pero a veces no es obvio.

La utilidad de los ejercicios radica en que te permite aislar los problemas vocales de forma que puedas trabajar individualmente en cada uno de ellos.

Esa es la mejor forma de poder identificarlos y corregirlos.

Pero las canciones no te dan tregua.

Los problemas que las canciones sacan a la luz recuerdan a un campo de champiñones: empiezan a aparecer por todas partes, hasta debajo de las piedras.

Todos tus problemas vocales afloran sin control y todo se vuelve muy difícil.

Y la razón es muy sencilla.

En una canción no hay control alguno de las vocales, consonantes, dinámicas, orden de la sucesión de notas de la melodía vocal, …

Y por si fuera poco, encima tienes la presión añadida de que debes sonar bonito y hacer una buena interpretación.

¡Buf!

Para saber cómo practicar una canción trátala como si fueran ejercicios

Empieza por ver la canción de forma diferente.

Simplifica el proceso.

Ahora no estás cantando, estás practicando.

#1: Ahora eres un robot

Olvídate de las emociones, de la interpretación, del mensaje que quieres transmitir, … todo eso no te va a ayudar ahora mismo.

Eso es para más tarde.

Para practicar una canción debes aislar primero la parte interpretativa de la parte técnica.

Identifica las notas en las que se mueve la canción y tenlas presente en todo momento.

No arrastres las notas, ves directo a ellas, como si estuvieses haciendo un ejercicio, como si fueras un robot.

#2: Usa el conocimiento de tu propia voz

Aquí es donde todo el trabajo que has hecho con los ejercicios te va a ser de ayuda.

Identifica qué vocales y consonantes te son más fáciles de hacer con la mayor facilidad posible.

¿Ya sabes cuáles son? ¡Bien!

Ahora utilízalas para cantar la canción.

¿Que a qué me refiero?

Olvídate de la letra de la canción y sustitúyela por esa sílaba que hace maravillas en tu voz.

¿Es GU? ¿Es NEI? ¿El lip bubble?

Escoge el más fácil y a cantar.

El objetivo aquí es usar esa facilidad para ejecutar una sucesión de notas más difícil que las que haces en los ejercicios.

#3: Divide y vencerás

Me encanta esa frase, porque se puede aplicar a casi todo.

Encuentra los puntos problemáticos de la canción y practícalos por separado, aplicando los puntos anteriores.

Normalmente no es de ayuda el cantar una canción de principio a fin.

Por ejemplo, si lo que te cuesta es acceder a tu voz de cabeza y estás practicando una canción que empieza en tu voz de pecho y está ahí durante mucho rato, para de repente cambia a la voz de cabeza, vas a tener más problemas que si empiezas directamente ahí.

De otra forma, si siempre practicas de principio a fin y tienes ese problema, lo más probable es que lo agraves cada vez más.

Recuerda, primero aisla el problema y conviértelo en algo más fácil.

Luego añade la dificultad lentamente, componente a componente.

#4: ¡Las partes conflictivas son demasiado rápidas!

Hay canciones realmente difíciles por ahí.

Y no todo es porque las notas son muy agudas y muy graves.

Uno de los componentes importantes es la velocidad.

Piensa que estás instalando nuevos hábitos en tu voz.

Todo es nuevo para tu sistema nervioso, no está acostumbrado a hacer ese tipo de cosas.

Y mucho menos a esa velocidad…

Tienes que ralentizar la canción para, primero, asegurarte de que lo entiendes, y segundo, para darle tiempo a tu cuerpo y cerebro a habituarse.

Para ello este tutorial sobre cómo cambiar el tempo de una canción te va a venir de perlas :)

 #5: ¿Sabías que para practicar una canción a veces es mejor subirla de tono?

Parece mentira, ¿verdad?

Siempre parece que cuanto más agudo más difícil va a ser, pero curiosamente no siempre es así.

¿Por qué ocurre esto?

Porque las notas del primer puente suelen ser las más difíciles de hacer.

Ahí es donde reside la famosa voz mixta, que es una de las cosas más difíciles de lograr con la voz.

Si cambias el tono de una canción para que las notas agudas tengan más componente de voz de cabeza te será más fácil desprenderte de tu voz de pecho para forzar menos.

También es interesante a veces bajar el tono, un poco por el mismo motivo.

Una vez más, para ello tienes este tutorial sobre cómo cambiar el tono de una canción :)

¿Te he renovado las fuerzas para atacar a esa canción que tanto se resiste y quieres hacer? ¡Bien! Una forma genial de demostrármelo sería compartiendo este artículo en las redes sociales. ¡Gracias! :D

Imagen: Atribución Algunos derechos reservados por blondinrikard

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¿Aún se te resiste esa canción? Te explico cómo cambiar el tono de una canción para que no te niegues el placer de cantarla

cómo cambiar el tono de una canción

Hay veces que no puedes cantar una canción porque es demasiado aguda o demasiado grave para ti.

Puede que sólo de momento, hasta que consigas ampliar tu rango vocal.

O puede que sea una canción con notas que, por naturaleza, no puedas llegar a hacer nunca con una calidad mínima para cantar.

En cualquier caso, eso no debería ser un impedimento para que puedas cantar la canción que más te guste.

Por otro lado, también puede ayudarte muchísimo cambiar el tono de una canción que se te resiste, tanto para que puedas cantarla como para practicarla, ya que a veces, aunque parezca mentira, si te cuestan los agudos de una canción, subirla de tono puede ayudarte a encontrar una nueva forma de afrontar esas notas.

Incluso cambiar el tono de una canción puede hacer que tu voz brille más, como hemos visto antes en este artículo.

¿Qué vamos a utilizar?

Ya hemos hablado algunas veces del programa Audacity.

Haz clic aquí para ir a su página web donde podrás descargarlo.

Es gratuito, relativamente potente y puede serte de mucha utilidad.

Tutorial en vídeo para saber cómo cantar el tono de una canción utilizando Audacity

Instrucciones escritas, paso a paso, para cambiar el tono de una canción

  1. Abre la canción.
  2. Selecciona el trozo que quieras cambiar de tono.
  3. Ves al menú Efecto->Cambiar tono…
  4. En el menú que te aparecerá, selecciona los semitonos que quieres subir o bajar (con un valor positivo subes y con un valor negativo bajas)
  5. Pulsa Aceptar y ¡listo!

¡Es así de sencillo! Espero que este artículo te haya sido de utilidad y puedas encontrar formas nuevas de practicar las canciones con lo que te he explicado aquí. ¿Me ayudas compartiendo este artículo? ¡Gracias! 

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Tener cierta forma de cráneo y demás ciencia detrás sobre el canto

forma de cráneo ciencia detrás sobre cantarHe querido traducir un artículo que he leído que me ha parecido interesante.

Explica 3 aspectos que influyen directamente a tu talento natural para cantar.

El físico, el mental y tu entorno.

El artículo original en inglés lo puedes leer aquí.

Hay algunas cosas con las que no estoy de acuerdo, pero por supuesto he querido ser 100% fiel al artículo.

La ciencia detrás del por qué no todos somos estrellas del pop

Al margen de la magnífica cabellera rubia y un trasero impresionante, ¿qué es exactamente lo que diferencia a Beyoncé del resto de los mortales?

¿Es el talento natural, una vida de dedicación o el mejor entrenamiento vocal?

Bueno, para ser justos, lo más probable es una combinación de los tres.

Cantar es un arte bonito pero compilado, y aunque todos poseemos habilidad para cantar hasta cierto punto, la habilidad de cantar bien se basa en un número de factores físicos, mentales y de tu entorno.

¿Todos podemos cantar?

“La voz de casi todas las personas puede ser entrenada”, Justin Stoney, fundador del New York Vocal Coaching en la ciudad de Nueva York, ha explicado a Medial Daily, dando esperanza a todos aquellos que aún no han dominado la habilidad de cantar afinado.

“Las pruebas que tenemos demuestran que si aplicas una buena técnica vocal, prácticamente todo el mundo puede cantar bien”.

A no ser que tengas algún tipo de limitación vocal severa, por supuesto.

Según Stoney, entrenar tu voz es similar a ir un gimnasio y entrenar cualquier otro músculo.

“No todo el mundo va a ser un atleta de élite”, dice Stoney, “pero con el entrenamiento vocal apropiado y mucha práctica está claro que puedes obtener buenos resultados”.

¿Y acerca de por qué no todo el mundo tiene una voz tan bonita como las estrellas del pop?

Un estudio de 2012 (en inglés) de la Universidad de Montreal sobre qué impedía cantar bien a aquellos que no han sido formados musicalmente descubrió que el 20% de la gente no tenía un buen control de sus músculos vocales, el 35% tenía problemas al reproducir el tono deseado utilizando su voz, y el 5% carecían completamente de la habilidad de escuchar la diferencia entre tonos o entre dos sonidos.

La raíz de estas “deficiencias musicales” difiere de una persona a otra.

¿Por qué motivos no todos podemos cantar bien?

Físico

Un cantante no es un músico diferente a cómo lo es un guitarrista o un pianista – sólo que su instrumento es su propio cuerpo.

Las diferencias físicas de una persona pueden influir en sus habilidades para cantar.

“Todo el mundo tiene sus diferencias,” explica Stoney.

“Con algunas personas puedes decir, ‘Wow, deben estar horas entrenando en el gimnasio,’ y resulta que nunca han ido a ninguno. Hay gente a la que le pasa lo mismo con la voz.”

Por ejemplo, un estudio de investigadores de la Canadian observó que la forma de los tractos vocales de algunas personas resulta en una voz natural más placentera que la de otros.

También existe un factor genético.

“Diferentes razas y culturas tienen diferentes sonidos,” dice Stoney.

Esto tiene que ver con la forma y tamaño de cuerdas vocales y la laringe.

La forma del cráneo de una persona también es responsable de la forma y tamaño de la faringe y cavidades nasales, resonadores naturales.

“Si coges 10 guitarras diferentes con exactamente las mismas cuerdas, sonarán un poco diferente debido por su forma y tamaño. Los cráneos básicamente son el resonador del instrumento.”

Han habido muchas investigaciones sobre la conexión entre la voz y el aspecto físico de las personas, llegando a la conclusión de que el sonido de la voz de una persona se ve influenciada no sólo por su raza y género, si no que también por su género dentro de la raza, según io9 (en inglés).

No sólo el aspecto físico que has heredado de tus padres juega un rol en tu potencial musical, si no que basándose en un estudio (en inglés) publicado en el Journal of Medical Genetics, también lo hace tu ADN.

Se encontró que el concepto “por naturaleza en vez de por educación” está asociado con hasta la mitad del talento musical de entre los músicos que formaron parte en el estudio.

Mental

Aunque nuestra huella genética y fisiológica influye en las pequeñas variaciones de nuestro potencial musical, todos tenemos la habilidad de cantar.

Algunas veces es una barrera mental más que física la que nos impide alcanzar nuestras metas musicales.

“Cuando uno duda de su habilidad para cantar… es posible que dude de él mismo y estén pensando demasiado en ello,” dice Stoney.

Adele, conocida sobretodo por su hit internacional “Someone Like You,” ha sido muy abierta con los bloqueos mentales que han interferido con su habilidad para cantar.

“Me muero de miedo. En un show en Amsterdam, estaba tan nerviosa que me escapé por la salida de incendios. Vomité unas cuantas veces. Una vez en Bruselas, lancé un vómito-proyectil a alguien. Tengo que lidiar con ello. Pero no me gusta ir de gira. Tengo muchos ataques de ansiedad,” dijo la cantante para Rolling Stone.

Stoney también explica que aunque los profesores de canto proveen una guía técnica a sus estudiantes, una de sus mayores responsabilidades es también proveer al cantante de apoyo positivo.

Ambiental

Algunas personas son capaces de desarrollar unas voces cantadas muy bonitas de forma natural gracias al entorno en el que crecieron.

“Hay culturas y hogares donde el canto se celebra y se alenta, pero en otros no. Si le dices a un niño ‘No puedes afinar’ o ‘No eres un cantante’, lo tomará como su identidad y tanto su musculatura como su cerebro empezará a funcionar incorrectamente,” dice Stoney.

Estar expuesto a un entorno musical también es una gran contribución que influye en las limitaciones para cantar de la persona.

Por ejemplo, los que empezaron a estudiar piano o violín a temprana edad y más tarde se ponen a cantar pueden experimentar mejores y más rápidos resultados  basándose en su entrenamiento musical.

De igual forma que con los mejores atletas del mundo, los mejores cantantes tienen una vida dedicada a mejorar su arte.

Según Stoney, el entrenamiento vocal tiene mucho que ver con esto.

“Todo viene de una verdad científica. Es por eso por lo que funciona tan bien. El entrenamiento musical realmente es todo ciencia.”


El artículo me parece muy interesante, pero me gustaría hacer hincapié en una cosa.

En mi opinión, que no todos podamos ser grandes estrellas no tiene que significar que tengamos peores voces.

Hay mil factores que influyen para que un cantante se haga tremendamente famoso y, en los días que corren con los estudios de grabación tan potentes que tenemos, la calidad vocal tiene menos peso que antes.

Además, para gustos, colores.

Con esto te quiero decir que no debes preocuparte si crees que no tienes la voz tan bonita como la de Beyoncé, porque cada uno de nosotros aportamos algo diferente y podemos gustar a gente diferente.

También creo que estos tres factores son muy importantes a tener en cuenta, y ahora que los conoces puedes detectar si sufres un desequilibrio en alguno de ellos.

A partir de ahí puedes empezar a trabajar para cambiarlo.

El factor físico es difícil de cambiar, pero puedes cuidar aspectos como la alimentación y la salud en general. De esa forma tu cuerpo responderá mejor.

Otra acción vital es, como dice el artículo, entrenar tu técnica vocal. Es más común utilizar mal lo que tienes que la falta de una voz espectacular de nacimiento.

El factor mental es relativamente fácil de detectar, pero mayormente difícil de superar.

De nuevo, una buena técnica vocal en la que puedes confiar ayuda, pero si crees que el bloqueo no tiene que ver con eso, prueba a buscar ayuda en amigos, familia o incluso profesionales.

El factor ambiental puede ser fácil o difícil de cambiar, depende de tu situación.

Ya hemos hablado de esto con anterioridad.

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Imagen: AtribuciónNo comercialCompartir bajo la misma licencia Algunos derechos reservados por Everyspoon

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