Carlos os habló el otro día acerca de la
compresión vocal. Os explicó que dicho término se refiere a la relación directa entre el aire que expulsamos y la resistencia de nuestras cuerdas vocales al mismo. Él os habló desde el punto de vista de los que fuerzan la voz, por lo que hoy voy a hablaros desde el punto de vista contrario, de los que no tenemos suficiente compresión cordal.
El camino de los que no tenemos suficiente compresión de nuestras cuerdas vocales parece menos sinuoso que el de los que fuerzan la voz, puesto que ellos están usando demasiado músculo y pueden llegar a lastimar su instrumento por este motivo. Sin embargo, es igual de pedregoso, puesto que se necesita entrenamiento para conseguir tener compresión cordal. Algunos quizás os preguntéis para qué sirve tener esta compresión.
Voy a empezar explicando qué síntomas son los que aparecen en una voz sin suficiente compresión cordal. En primer lugar y lo que más se puede advertir al escucharla es que la voz suena airosa y débil, es decir, sin potencia. En el caso de las personas que se dedican a hablar en público es un gran problema, puesto que deben hacer que se les oiga al fondo de la sala y sin un micro no lo van a conseguir. También es un problema para algunos cantantes, sobretodo en bandas de heavy metal con varias guitarras, ya que llega un momento en el que no puedes subir más el volumen de tu micrófono sin que se acople. Recuerdo que cuando estaba en una banda de heavy había una chica que hacía los coros y su profesor de canto le decía que tenía una voz pequeña. Ahora sé que lo que realmente necesitaba era tener una mejor compresión cordal para ganar en potencia.
La segunda cosa que advierte una persona sin compresión cordal es que se cansa muchísimo al cantar, que se le acaba el aire enseguida y no llega a las notas agudas por este motivo. Esto es debido a que cuando las cuerdas vocales se juntan ofrecen una resistencia al aire, reteniéndolo durante más tiempo, por lo que no necesitas respirar tan a menudo, lo que te cansa mucho menos. Con este tema hay mucho debate, puesto que muchos profesores de voz consideran la respiración como el pilar de toda enseñanza vocal, sin embargo, según Speech Level Singing, simplemente con una buena compresión cordal se pueden solucionar estos problemas de raíz. ¿De que sirve hinchar una bicicleta si tiene agujeros por donde se escapa el aire? Tiene lógica, ¿no?
La tercera cosa que notas cuando tu compresión cordal es insuficiente son las molestias en la voz. Tienes mucosidad, se te reseca la garganta, aparecen afonías y si esto se va repitiendo, puede llegar a producir alguna otra dolencia física. Pregúntate qué sucede cuando sales de la ducha, coges el secador y lo diriges a tu pelo. Se seca, ¿no? Todos estamos de acuerdo en que el aire seca. Si no para de pasar aire por tus cuerdas vocales, tiene lógica que se resequen, ¿no? ¿Qué pasa cuando una mucosa se seca durante mucho rato? Pregúntate qué les pasaría a tus ojos si los tuvieras abiertos durante tanto tiempo sin cerrarlos para que se humedezcan. Pues lo mismo les pasa a nuestras cuerdas vocales. Hay que evitar en lo máximo de lo posible que se sequen demasiado. Esto se consigue con una buena compresión cordal.
Yo misma he pasado por el problema de una compresión cordal insuficiente. Obviamente hay muchos grados para este problema. Puede ser que tus cuerdas se junten un poquito más que las de otro o un poquito menos, pero es un problema que está ahí y que para mi y para la técnica que imparto sí que es realmente un pilar importante en la enseñanza vocal. Es realmente alucinante cuando empiezas a tener ese control y notas cómo tu voz sí tiene potencia, cómo resistes mucho más rato y cómo tu garganta se reseca menos y ya no tienes tanta mucosidad. Es un proceso lento, pero realmente se nota cómo van habiendo resultados.
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