El ancla de la tradición musical

La música clásica (como se la suele denominar), tiene unas raíces muy profundas. Y no sólo en lo que a la propia música se refiere, sino todo lo que la rodea: los conciertos, las orquestas, los músicos, las grabaciones, la enseñanza, los instrumentos… Toda la industria clásica que existe hoy en día es una gran estructura forjada durante siglos. Esto es bueno y a la vez, malo.

Está claro que gracias a la tradición, la música clásica ha llegado al punto en el que estamos. Sin embargo, se está estableciendo en el mundillo cierto tufo a reaccionario que no nos deja avanzar y adaptarnos a la nueva sociedad. A mi forma de verlo, llevamos más de un siglo sin experimentar cambios significativos en muchos ámbitos. A veces hay intenciones de evolución y de cambio, pero son miradas con recelo, produciendo a veces hasta el escándalo de algunos sectores.

Hace menos de un año, el director de orquesta Baldur Brönnimann escribió en su blog un post sobre 10 cosas que cambiar en los conciertos de clásica. ¿Las consecuencias? Más de 100.000 visitas y un escándalo en las redes.

Actualmente, existen dos respuestas frente a los cambios: de acogida y de rechazo total. Como es habitual entre músicos, todo es blanco o negro. Por poner un ejemplo: la aparición de nuevos materiales que podemos aplicar a nuestros instrumentos. Hace poco hablaba con un luthier estadounidense, David Rivinus, que se dedica a construir instrumentos ergonómicos. Me comentaba que había decidido sustituir todas las piezas de ébano en su taller por otros materiales. Las razones que me daba eran varias: Por un lado, el ébano es un árbol en peligro de extinción.Por otro, con materiales más modernos es posible reducir el peso del instrumento, logrando así que sea más cómodo tocarlo. Frente a este simple cambio, muchos músicos se muestran reacios. Otros le exigen que el nuevo material sea negro o que imite al ébano, como queriendo agarrarse a la tradición por todos los medios. Así somos, queremos que las cosas sigan siendo como hasta ahora.

También tenemos otro ejemplo en el mundo discográfico. Muchos sellos se atreven con un marketing más agresivo, utilizando portadas de discos llamativas o programas innovadores. Sobre ello, podéis leer este post, con dos opiniones enfrentadas: ¿Estamos sexualizando a nuestros artistas para vender más, o sólo nos adaptamos a los nuevos públicos?

El protocolo y conciertos

Los conciertos de música clásica guardan un protocolo bastante rígido, desde la forma de vestir hasta el desarrollo del propio concierto. Todos estos elementos están ligados a la tradición de finales del XIX y principios del XX. 

  • Vestir de etiqueta: Como explicábamos en este post recientemente, cuando los conciertos comenzaron a darse en grandes salas, tanto los músicos como los asistentes debían vestir de etiqueta. Los conciertos eran eventos sociales dirigidos a las clases altas. Al principio, las orquestas estaban formadas solamente por hombres, por lo que el traje formal que se adoptó para los conciertos era el frac. Cuando las mujeres empezaron a aparecer en escena, optaron por vestir enteramente de negro para no desentonar con los fracs de los hombres. En la actualidad, el público no suele ir de etiqueta a los conciertos, salvo excepciones muy concretas. Ellos han sabido adaptarse a los nuevos tiempos mejor que nosotros, que seguimos tocando igual de “cómodos” que hace más de cien años. No digo que tengamos que ir a los conciertos en camiseta, no vaya a ser que a alguno le dé un síncope. Pero sí usar camisa o trajes más actuales/cómodos. Y, ¿negro?…
  • El eterno conflicto de los aplausos entre movimientos: Todavía en algunos ámbitos, como ópera o ballet, se mantiene la tradición de aplaudir a los solistas en plena ejecución. ¿Por qué si alguien aplaude entre movimientos se le manda callar como si estuviera haciendo algo irrespetuoso? Imaginemos por un momento a esa persona poco familiarizada con la música clásica, que no sabe ese protocolo de “no aplaudir hasta el final” y se arranca, entre los “shhh” de una parte del público. Igual se le quitan las ganas de ir al más conciertos. Además, la gente aplaude porque le gusta, como muestra de respeto o admiración, deberían tener libertad para expresar esto, y nosotros agradecérselo.
  • Los programas: Con la gran cantidad de repertorio que hay, parece que siempre se programan las mismas cosas. Pensamos que nuestro público sólo vendrá con Mozart y Beethoven, pero no le damos la oportunidad de decidir si quieren ir a ver algo más fresco, inusual, menos trillado. No le damos la oportunidad de descubrir nuevas obras, no sólo contemporáneas, sino de todas las épocas y estilos, pero no tan conocidas. ¿Es posible que por comodidad?
  • La captación de nuevos públicos: Ya hablamos de ello en este otro post. El público de clásica envejece, y hay mucha gente que ni siquiera ha vivido la experiencia de esta música en directo porque piensa que “es de viejos”, “parece una misa”, “se hace eterna”. También es importante saber dirigirse a la familia con una programación didáctica y para todos los públicos.
  • No sólo con música: ¿Quién no conoce la película de Fantasía? Las obras que se interpretan en ella marcaron a varias generaciones. Es un concepto que puede trasladarse a los conciertos. Usar imágenes, actuaciones, acompañarnos de nuevas tecnologías y ofrecer un espectáculo más allá de la música.

La enseñanza

Muchos profesionales se quejan de las carencias que han tenido en su educación musical. En el mundo de la pedagogía surgen de continuo nuevas técnicas y estudios que podríamos aplicar a la enseñanza reglada en los Conservatorios. Por otro lado, también aparecen nuevas tendencias, en cuanto a la aplicación de técnicas deportivas en el estudio de la música. El profesor de Conservatorio debe reciclarse con todo ello.

  • La especialización: Se echa en falta en la carrera musical la existencia de diferentes itinerarios. Un músico puede dedicarse a muchas cosas, pero cuando sale del Conservatorio, sólo sabe hacer una: interpretar obras y conciertos para su instrumento. No sabe dar clase, no sabe tratar con alumnos de diferentes edades, casi no sabe tocar en orquesta, no se ha especializado en cámara, no se ha especializado en ningún estilo o época, no sabe tocar música contemporánea (en su mayoría)… Muchas carencias que se solucionarían ofertando itinerarios para especializarse.
  • La necesidad de un orientador educativo y laboral, de la que hablamos en este post.
  • Más improvisar y más cantar: La técnica y el lenguaje musical son necesarios, pero lo primero que un niño debería aprender cuando estudia música es a potenciar sus aptitudes de manera intuitiva. Es necesario que les invitemos a improvisar, tocar sin partitura (y no hablo de la memoria), y siempre entonar en lenguaje musical, no sólo medir.
  • Libertad de interpretar: A menudo, el profesor es el que le da la idea musical al alumno y le ayuda a desarrollarla. Debemos invitar a que sea el alumno el que nos muestre su idea musical de cada partitura, sugerirle nuestro concepto y no imponérselo.
  • Aplicar nuevas técnicas: Cuando un alumno comienza a aprender música, suele ser pequeño. Las nuevas técnicas están basadas en el disfrute del alumno frente a la progresión. Cuando el alumno disfruta, progresa al mismo tiempo, pero si sólo se centra en progresar, es posible que se frustre.

Las redes sociales

Mientras que en otros ámbitos, los Comunity Mangers son estrellas mediáticas, pocos músicos/orquestas atienden a su presencia en las redes. Algunas ventajas del uso de las redes:

  • Captación de nuevo público.
  • Mayor difusión de nuestro trabajo.
  • Imagen de cercanía.
  • Relación con el público más directa.
  • Imagen de modernidad.

No sólo sirven para los músicos solistas o para agrupaciones de cámara u orquesta. También los profesores pueden hacer uso de ellas para contactar con los alumnos en su lenguaje y mantener su interés en la música usando nuevos recursos.

En resumen, renovarse o morir. Es hora de que la música clásica entre en el siglo XXI.

 

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Las consecuencias del 21% de IVA cultural

En 2012 se produjo la mayor subida de IVA en la historia del sector cultural español. Antes de esta subida, las actividades culturales se catalogaban dentro del tipo de IVA reducido, que hasta 2012 era del 8%. Con la reforma producida en este año, el IVA cultural pasó de ser reducido a general, y por tanto tener un coste del 21%.

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El IVA se divide en tres categorías:

  • General
  • Reducido
  • Superreducido

En 2012 se produjo una subida de dos de los tres tipos y ciertos cambios en la clasificación de los servicios y productos que pertenecían a cada grupo: 

  • General: Pasa del 18% al 21%
  • Reducido: Pasa del 8% al 10%
  • Superreducido: Se mantiene en el 4% que se estableció en 2010

No todas las actividades dentro de la cultura se han visto afectadas de la misma manera. Las bibliotecas, museos y archivos han mantenido el tipo reducido (10%) y los libros y publicaciones en papel, el tipo superreducido (4%). Las publicaciones digitales (ebooks, revistas digitales) o el material escolar sí han pasado al tipo general (21%). El mercado del arte también es una excepción. La venta de obras de arte por parte del artista está gravada por el 10% de IVA desde Enero de 2014. Sí se ha mantenido el 21% para las galerías de arte. Así, en relación a la situación anterior, cuando los artistas tributaban al 8% y las galerías al 18%, la situación no mejora, pues los primeros lo harán al 10% y los segundos al 21%.

Los espectáculos en vivo

Las actividades peor paradas son los servicios artísticos y las entradas para espectáculos, a las que se les aplica el 21%. Aunque no existen actualmente estudios rigurosos que cuantifiquen las consecuencias de esta subida del IVA, sí podemos fijarnos en ciertos indicios y datos que indican que ha sido bastante negativa. En el sector escénico se publicó un dictamen con datos comparativos de 2011 y 2012. La SGAE publica este informe, que podéis consultar completo aquí.

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En resumen, el aumento del IVA según este dictamen explica un 55,6% del descenso del público y un 61,4% de la reducción de la recaudación durante el tercer cuatrimestre del 2012.

Las consecuencias

El problema de la cultura es que no es percibida como un bien de primera necesidad, por lo que la gente recorta en ella cuando se encuentra en una situación monetaria difícil. Al aumentar el precio de la entrada, el espectador es más reacio a acudir a los teatros, o acude con menos frecuencia para ahorrar. Sólo las personas realmente apasionadas por la música y los conciertos siguen asistiendo pese a la subida de precio, además de las personas de rentas más altas a las que no les importa gastar un poco más.

Esto nos lleva a la cuestión de que el IVA es un impuesto socialmente injusto. Se aplica igual a todos los ciudadanos sin tener en cuenta sus ingresos, con lo que se está dejando en desventaja a las familias de rentas más bajas. De esta manera se afianza aún más el sentimiento de que los conciertos de clásica son para “gente de dinero”, en lugar de promover que la cultura sea de todos y para todos.

Muchos teatros han optado por mantener los precios de sus entradas, en detrimento de sus ganancias. Aún así, el público se ha reducido. El simple hecho de conocer que, de manera general, el precio de la cultura ha subido, echa para atrás a muchos espectadores potenciales.

¿Pero no iba a bajar el IVA?

En Marzo de 2015, el presidente Rajoy hizo amagos de anunciar que se iba a cambiar el tipo de IVA cultural a reducido, es decir, al 10%. Incluso el ABC se hizo eco de la noticia. Poco después desde Guatemala, comentó que de momento no sería posible y que “si sigue el crecimiento económico y la creación de empleo, el Gobierno podrá hacer “más cosas en materia fiscal”. En una entrevista del 31 de agosto al periódico El Mundo, Méndez de Vigo, ministro de Cultura, señalaba lo siguiente:

En el ADN del PP no está la vocación de que el dinero esté en las arcas del Estado. Tampoco en el ámbito de la Cultura. Queremos que el dinero circule en el bolsillo de los ciudadanos para que hagan con ello lo que quieran. Nosotros vivimos una situación muy complicada, a la que yo asistí de manera angustiosa desde el Ministerio de Asuntos Exteriores, donde era secretario de Estado para la UE. Para hacerle frente tuvimos que elevar los impuestos indirectos, no sólo en Cultura. Eso no es lo que nos gusta, pero hubo que tomar medidas. Aunque no en todos los frentes culturales, el libro sigue con un IVA superreducido del 4% [no así el material escolar y el e-book, que subieron al 21%]. Pero en los nuevos presupuestos hay un aumento de aportación del 12%. Y cuando estemos en condiciones de hacerlo, bajaremos el IVA.

¿Cuándo cree que será?

Tenemos que cumplir con el 4,2% del PIB respecto al 5,7% del año pasado. Eso es muchísimo dinero: 15.000 millones de euros. Y hay que ajustarlo… Este Gobierno ha bajado el IRPF. Y no sólo está el IVA cultural, hay otras partidas que lo piden y todos son hijos de Dios… Nuestra vocación no es tener un tipo de IVA alto para la Cultura.

Los expertos

Lluis Bonet, profesor de economía aplicada en la Universidad de Barcelona, habla así de esta problemática (artículo completo aquí):

“[…] La modificación de los tipos del IVA aplicados a los distintos sectores culturales ha tenido un enorme efecto sobre un sector especialmente maltratado por las reducciones del gasto público y su mayor elasticidad-renta de la demanda. Y todo ello en un sector fundamental para el desarrollo humano de cualquier sociedad y por estar en la raíz de la cadena de valor de una economía competitiva gracias a su aporte en creatividad y singularidad.

El gobierno ha priorizado un efecto recaudador inmediato y el cálculo electoral cortoplacista sobre un programa económico que priorizara los sectores que empujaran un cambio de modelo productivo y ayudaran a salir el país de la recesión. Tampoco se ha tenido suficientemente en cuenta el retorno fiscal de una estrategia de fomento de la actividad interna (la cultura es sector con escasa fuga de flujos tributarios hacia el exterior dado el pequeño tamaño de sus empresas y la tipología del empleo cultural). Aun y no confiar mucho en la reforma tributaria anunciada por el gobierno, esperemos un mejor tratamiento a la cultura dada su trascendencia simbólica y económica.”

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Dudas que todo espectador de clásica tiene o ha tenido

 

Aquí os dejamos algunas preguntas que seguro que vuestra familia y amigos os han hecho alguna vez. ¡Y sus respuestas! Para que no os quedéis sin palabras.

¿Sirve de algo el director de orquesta? Mucha gente hace esta pregunta. “Si todos tenéis las partituras y sabéis lo que tocáis, ¿qué hace el director de orquesta moviendo los brazos?” Las funciones del director de orquesta dan para escribir un libro, pero podemos explicarlo de forma resumida. Una pieza musical escrita para orquesta tiene muchas interpretaciones, un montón de detalles y de dimensiones que descubrir. El director tiene que interpretar la partitura y transmitir sus ideas sobre ella a los músicos, tanto con sus gestos como con sus explicaciones durante los ensayos. Además de esto, debe controlar el tempo durante toda la interpretación, los diferentes momentos en que cada instrumento tiene que sonar y los volúmenes que debe tener cada sección dentro de la orquesta.conductor-instructions

¿Por qué los músicos visten de negro/frac? Los conciertos de grandes orquestas sinfónicas tal y como los conocemos hoy tienen su origen en el siglo XIX y principios del XX. Un concierto de música clásica era un evento social exclusivo de las clases altas. Siguiendo las normas de protocolo de la época, tanto los músicos como los asistentes vestían de etiqueta. Al principio, las orquestas estaban formadas solamente por hombres, por lo que el traje formal que se adoptó para los conciertos era el frac. Cuando las mujeres empezaron a aparecer en escena, optaron por vestir enteramente de negro para no desentonar con los fracs de los hombres. Esta costumbre ha seguido hasta nuestros días, aunque ya hay orquestas que se han despojado del frac y de la etiqueta, la mayoría continúan usándolo.

¿Cuando puedo aplaudir en un concierto y por qué? En los conciertos debes aplaudir sólo al final de las obras, no al final de cada movimiento. Para salir de dudas, consulta el programa del concierto al que vayas. Esto no siempre fue así, de esta costumbre hace tan sólo 100 y la introdujo Mahler. Hasta entonces, los compositores esperaban el aplauso después de cada movimiento.

¿Qué es una orquesta, y en qué se diferencian unas agrupaciones de otras? La orquesta es el conjunto instrumental que agrupa todas las secciones instrumentales: cuerda, viento madera, viento metal y percusión. Cuando hablamos de orquesta de cámara, estamos hablando de una orquesta pequeña compuesta por instrumentos de cuerda y quizás algún otro, como teclado. Si hablamos de banda, es una agrupación compuesta por instrumentos de viento y percusión. Una banda sinfónica no es otra cosa que una banda a la que se le suman chelos y contrabajos.

¿Cómo debo ir vestido a un concierto? Tradicionalmente, los conciertos han sido eventos de etiqueta, especialmente la ópera. Actualmente, pocos teatros tienen un código de vestimenta, así que los más común es que puedas ir vestido de manera informal. Hay ciertas excepciones, algunos festivales, teatros o conciertos de renombre que todavía conservan la tradición de la etiqueta. Lo mejor en esos casos es informarse.

¿Por qué el lugar donde se estudia música se llama Conservatorio? En los siglos XV y XVI existían unas instituciones llamadas conservatorios, íntimamente relacionadas con los monasterios y conventos. En estos conservatorios se acogía a niños y jóvenes con el fin de darles una oportunidad en la sociedad enseñándoles un oficio. “Conservaban” de esta forma a los más jóvenes y desafortunados. Muchos de estos centros se dedicaban a enseñar a estos jóvenes a tocar un instrumento musical o a cantar. Con el paso del tiempo, algunos conservatorios se convirtieron en escuelas especializadas en enseñar música, hasta evolucionar a lo que hoy conocemos como Conservatorio.

¿Por qué los músicos de orquesta se levantan y se sientan en el concierto? Cuando los músicos se levantan todos juntos, están recibiendo los aplausos del público. Es una forma de saludar a la audiencia. Cuando el director de orquesta le pide a algún músico que se levante, está pidiendo aplausos para él por su gran interpretación.

¿Por qué el piano siempre está de lado en los conciertos? El primero en tocar el piano de perfil al público fue Franz Liszt en el siglo XIX. La razón fue estética, pues este pianista virtuoso y compositor de gran éxito era bastante presumido, y le gustaba lucir su perfil en los conciertos. Cuando aún no existían el pop y el rock, los músicos “clásicos” eran el fenómeno fan de la época, y Liszt en concreto era adorado por el público femenino.

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El orientador educativo en los conservatorios

Tanto en los Institutos de Secundaria como en los colegios de Primaria existe la figura del orientador. Dado el carácter psicopedagógico de la profesión, el orientador suele estar más centrado en problemas de aprendizaje e integración. También tiene la función de orientar en el ámbito profesional, sin embargo es lógico que no se trabaje tanto esta parte con alumnos de corta edad.

La figura del orientador empieza a perderse ya en la Universidades, en las que la función de orientar profesionalmente se hace más necesaria. Aunque es cierto que muchas cuentan con uno, no es lo normal. En los Conservatorios, del mismo modo, el orientador es prácticamente inexistente. Sin embargo, la situación educativa y laboral actual hace que cada vez sea más necesaria la presencia de un orientador en las instituciones educativas superiores. Antes, las carreras universitarias o los estudios superiores conducían de manera más precisa a puestos de trabajo estables y definitivos. La carrera musical siempre lo ha tenido más difícil en este sentido, pero más ahora que la oferta laboral es tan pequeña.

Por otro lado, los alumnos cada vez están más formados. Esto se da tanto en el ámbito universitario como en el musical. Muchos músicos van más allá de los estudios superiores y buscan estudiar másteres y especializarse en distintos aspectos. Por lo tanto, la consecución de la carrera se complica, y con ello crece la necesidad de una persona que oriente a los alumnos.

orientador

¿Qué funciones podría asumir el orientador en los Conservatorios?

  • Proporcionar orientación laboral: Informar de ofertas de trabajo o becas a los que los alumnos puedan acceder mientras están estudiando. Orientar sobre las posibles salidas laborales de las que dispone el alumno. Ofrecer respuestas a dudas sobre contratos laborales, currículum, seguridad social… todo lo relativo al mercado laboral.
  • Informar sobre becas: Muchas alumnos necesitan de la ayuda de becas para llevar a cabo sus estudios. El orientador podría informar sobre las becas a las que pueden acceder y facilitarles la gestión de las mismas.
  • Estudios de postgrado y cursos: Informar de los estudios a los que el alumno puede acceder para ampliar su formación, ya sea en el mismo centro o en otros.
  • Informar sobre el propio Conservatorio: Sobre los planes de estudio, las posibilidades dentro del centro, los itinerarios, las asignaturas optativas…etc.
  • Asesoramiento personal: El orientador debe conocer a cada alumno, de dónde viene y a dónde puede llegar. Es su función ayudarle a tomar decisiones de carácter personal y profesional y asesorarle ante las dudas que el alumno pudiera tener.

Para más información, recomendamos el libro:

Calidad en la Universidad: Orientación y Evaluación

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Lesiones de un… trombonista

Esta semana en nuestra sección de Lesiones de un… le toca a los trombonistas. En estos post vamos a identificar sólo algunas dolencias que son propias de unos y otros instrumentistas. Si crees que sufres alguna de estas lesiones es importante que consultes con un médico.

Si quieres aprender más sobre lesiones y ejercicios p

ara músicos te recomendamos que leas estos libros

También podéis leer nuestra reseña sobre este otro interesante libro que habla sobre el cuerpo del músico.

 

Fatiga crónica de la embocaduraSería la evolución a peor de una sobrecarga en la zona bucalEvitar que te pase no haciendo sobreesfuerzos. Calienta los músculos de la cara y los labios. Para evitar lesiones, la contracción de los numerosos músculos de esta zona debe ser coordinada y sobretodo, lo más simétrica posible.

DOLENCIA

¿QUÉ ME DUELE Y POR QUÉ?

¿QUÉ PUEDO HACER?

Hiperqueratosis en el labio Es la formación de un callo en el labio. Puede provocar cierta molestia. La boquilla o embocadura es la causante. Lo normal es que no te moleste si no abusas del estudio. Usa algún bálsamo.
Síndrome de Satchmo Te dolerá el labio sobre todo en las notas altas. Se produce una rotura del músculo orbicular. Evitar que te pase no haciendo sobreesfuerzos. Calienta los músculos de la cara y los labios.
Distensión en el cuello y la cara Esto es debido a la presión a la que se somete la cavidad bucal y las vías respiratorias superiores. Si abusas del estudio, sentirás cierto dolor por haber “estirado” demasiado estas zonas musculares Cuida los descansos y los tiempos de estudio
Sobrecarga zona bucal Sentirás cansancio y dolor en los músculos de la cara. Evitar que te pase no haciendo sobreesfuerzos. Calienta los músculos de la cara y los labios. Para evitar lesiones, la contracción de los numerosos músculos de esta zona debe ser coordinada y sobretodo, lo más simétrica posible.
Fatiga crónica de la embocadura Sería la evolución a peor de una sobrecarga en la zona bucal Evitar que te pase no haciendo sobreesfuerzos. Calienta los músculos de la cara y los labios. Para evitar lesiones, la contracción de los numerosos músculos de esta zona debe ser coordinada y sobretodo, lo más simétrica posible.
Daños en los nervios de la embocadura Es debido a la presión excesiva o repetida del instrumento contra una superficie dura como el hueso o los dientes, provocando un atrapamiento del nervio. La mejor solución es descansar unos días y observar cómo evoluciona el dolor nervioso.
Sobrecarga muscular en mano y hombro izquierdo Causado por soportar el peso del propio instrumento. Prevenir que ocurra fortaleciendo la musculatura. Controlar tiempos de estudio.
Problemas de dentición y alteración del la Articulación Temporomandibular (ATM) Al colocar los labios en la boquilla podemos estar provocando movimientos en los dientes o la mandíbula. Podemos notar molestias al abrir y cerrar la boca o dolores de cabeza inusuales. Como siempre, hay que vigilar la colocación de la boquilla. Si se sufre, acudir al médico para que valore si se ha producido alguna alteración en la posición normal de nuestra dentadura.

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