La música popular urbana con Music Timeline

Los profes de música (y melómanos en general) estamos de enhorabuena. Google ha sacado una fantástica app llamada Music Timeline que nos permite seguir un estilo musical desde sus orígenes hasta la fecha actual, conociendo el nombre de los grupos y artistas que lo practican, su nivel de popularidad, su discografía (aunque no toda y sin orden cronológico), y en algunos casos su biografía ( en inglés, eso sí). 
Las únicas pegas (si es que se le pueden poner pegas a un regalo así) es que solo comprende desde los 50 hasta la fecha actual (estilos como las worksong, el blues, el ragtime o el dixieland no aparecen o están incompletos puesto que se originaron con anterioridad) y que no incluye la música clásica.
Pero en cambio, y esto es lo mejor, toda la música que incluye se puede escuchar, puesto que Music Timeline está conectada con Google Play Music, la tienda de música de Google, en la que puedes escuchar y por supuesto comprar toda la música que encuentres.
También tiene un buscador por album o artista, aunque los resultados no lo vinculan a un estilo o género musical concreto, lo cual le resta potencia didáctica.
Veamos como funciona. Primero pasas el ratón por un estilo, por ejemplo el jazz.

Pinchamos sobre cualquier parte del area Jazz y nos aparece un segundo nivel en el que se nos despliegan los subestilos: Vocal, New Orleans, Bop, Cool, West Coast, Latin, etc. Elegimos Bop


 Ahora vemos los artistas que practicaron este estilo, por ejemplo Charlie Parker (el más popular y por tanto el que tiene el área más grande), Charlie Mingus, Sonny Rollings, Oscar Peterson, etc. Elegimos Charlie Parker
 En este punto nos aparece en la parte inferior una selección de su discografía y una biografía básica. Ahora viene lo mejor, pinchamos en una de las carátulas y voilá

Se nos abre Google Play Music en una ventana nueva con las pistas del disco seleccionado listas para ser escuchadas y en su caso poder comprarlas para incorporarlas a nuestro dispositivo reproductor favorito.


A mis alumnos de 4º ESO les he propuesto que utilicen esta herramienta para investigar los distintos estilos de la música popular urbana, que cojan nombres, años, biografías y discografías. Con toda esa información realizarán cada uno una ficha de un estilo en la que incluirán una lista en Spotify que deberá compartir con el resto de la clase. Ya os contaré como resulta.

James Curnow: El cántico de las criaturas. I Prólogo.

James Curnow (1943) compone su Suite sinfónica El cántico de las criaturas en 1984. Escrita para banda, se divide en 6 movimientos, cada uno de ellos basado en el famoso cántico religioso escrito por San Francisco de Asís entre 1224 y 1225 con el cual manifiesta el amor a la naturaleza y todas su criaturas.

El primer movimiento (Prólogo) se basa en sus palabras iniciales:

Altísimo y omnipotente buen Señor,
tuyas son las alabanzas, la gloria y el honor y toda bendición.

A ti solo, Altísimo, te convienen
y ningún hombre es digno de nombrarte.

La música del Prólogo tiene  función de Preludio introductorio.  Se divide en dos  secciones  de longitud desigual (28 y 14 compases) y  con relación  paralela a nivel temático (A, A’). Su   estructura tonal  abierta (se inicia con la tónica do y finaliza con lab) se basa  en una serie de tónicas que tiene relación de cuarta o quinta  justa entre ellas (Do-fa-sib-mib-lab). En el siguiente esquema aparecen las secciones, las subsecciones y la relación temática.

Esquema forma prólogo

El  plan tonal  tiene estrecha relación  con los intervalos de cuarta implícitos en los  dos materiales temáticos contrastantes que se exponen a lo largo de toda la pieza.

Motivos tematicos

El diseño inicial (8 primeros compases) tiene función de ritornello encuadrando  las exposiciones del motivo.

En el siguiente video se indican todos los aspectos comentados sobre la partitura:

El motivo se expone 4 veces en todo el Prólogo alternando con el material secundario:

1: madera aguda: duplicación  a 2 octavas pero  piano y por solistas. Los huecos se llenan con el mismo motivo por inversión en las trompas.

Motivo primera exposición

2: el motivo, esta vez con función de ostinato,  se superpone con un diseño descendente que se presenta en ritmo sincopado en unos instrumentos y con negras  en otros creando una textura difusa.

Motivo segunda presentación

3: Variante del motivo  con efecto envolvente que apoya al vibráfono manteniendo las notas a la vez que van sonando.

Tercer presentación del motivo

4: evoca a la tercera como un eco  por parte de las trompetas y trompas.

cuarta presentación motivo

El estilo musical de toda la obra sigue las características típicas del primitivismo que suele evitar los efectos románticos:

-          Importancia de la percusión y los metales claros (trompetas y trombones).

-          Armonía disonante con acordes de 6 sonidos (metales en los compases iniciales).

-          La progresión armónica clásica  se sustituye por el uso de pedales y ostinatos.

-          El desarrollo temático se sustituye por la superposición y repetición de los materiales con pocas variantes.


VERDI vs WAGNER

Recién terminado el año en que hemos celebrado el bicentenario de estos dos grandes artistas, Pablo Morales de los Ríos nos sorprende de nuevo con un trabajo absolutamente GENIAL!!!, donde en clave de humor y pasando por las obras más emblemáticas de estos dos grandes músicos se hace eco del "famoso enfrentamiento" que ambos compositores mantenían.

VERDI vs WAGNER

Recién terminado el año en que hemos celebrado el bicentenario de estos dos grandes artistas, Pablo Morales de los Ríos nos sorprende de nuevo con un trabajo absolutamente GENIAL!!!, donde en clave de humor y pasando por las obras más emblemáticas de estos dos grandes músicos se hace eco del "famoso enfrentamiento" que ambos compositores mantenían.

Al practicar, piensa como un profesional.

En esta ocasión os traigo un artículo que leí en la web violinist.com, escrito por , un violinista y profesor on-line bastante popular.

A veces nos sentimos frustrados porque pasamos mucho tiempo practicando, tocando piezas o estudios una y otra vez y no vemos el progreso que esperábamos. Quizá no estamos enfocando el trabajo de la manera adecuada. Repetir y repetir sin sentido una y otra vez de forma mecánica no es la manera más inteligente de trabajar. Debemos conocernos a nosotros mismos, nuestras debilidades, la técnica que necesitamos dominar, y enfocar nuestros esfuerzos de forma inteligente a ese objetivo, en lugar de ser autómatas que repiten y repiten sin ilusión ni perspectiva.

Es en ese sentido en el que Nathan Cole incide.


 

“Me encanta la fotografía, y cuando era miembro de la Orquesta Sinfónica de Chicago, a menudo le daba la lata a nuestro fotógrafo, Todd Rosenberg, cuando él no estaba estrictamente trabajando. A veces le enseñaba una o dos fotos de las que estaba orgulloso, y otras veces le seguía en su labor (¡con su permiso!), sólo por verle trabajar. En una fiesta se fijó en que me quejaba con mis ajustes de la cámara demasiadas veces, y le dijo: “Mira, trata de pensar como un profesional durante la siguiente media hora ¿tú me ves tontear con la cámara o me ves disparando? tengo que conseguir tantas fotos o si no, no me pagan. ¡Y tienen que ser buenas fotos!…” así que me cogió la cámara y le colocó un diafragma y el obturador. “Ahora ve y toma unas cuantas fotos buenas. ¡Mira a la gente y dispara!”

Tuve una gran media hora, fingiendo ser un profesional, mirando y disparando ¡Y mis fotos tenían un aspecto diferente también! No tan buenas como las de Todd, pero mejores que las de mi antiguo yo. Pienso en esto a veces cuando estoy practicando o enseñando el violín, especialmente para aquellos que no tocan a menudo. Invito a la gente a “pensar como un profesional” la mayor parte del tiempo.

¿Qué significa esto respecto al violín? Bueno, puedes empezar por fingir que te encuentras en una situación desconocida: tienes que aprender un fragmento corto (digamos de uno a tres minutos de largo) para mañana y tocar delante de la gente. Ahora, ¿qué haría un profesional? Él tocaría la pieza de una o dos veces, lentamente. Luego escribiría en la partitura los golpes de arco y las digitaciones que probablemente no pudiera recordar fácil y automáticamente. Después empezaría con las partes más difíciles trabajando cada una  5 o 10 minutos. A continuación, la tocaría de principio a fin de nuevo para comprobar cómo lo hacía. ¿Sería perfecto al final del día? tal vez no, pero tendría que ser lo suficientemente bueno para una ejecución pública.

No sugiero esto como la manera de trabajar siempre, por supuesto. La música que tocamos merece tiempo para la reflexión y la experimentación. Pero algunos estudiantes que conozco reflexionan todo el día, y lo que realmente sale del instrumento es de hecho un pálido reflejo Nunca trabajan con el objetivo que necesitan para presentar una pieza a un auditorio. Está muy bien para ellos tratar de conseguir mejorar un poco cada día, así que..¿qué hay de malo en que lo obtengan a su manera? Y sin embargo muchas personas se sorprenderían al saber que se están limitando su nivel de mejora, estando muy a su alcance.

He tenido el privilegio de ver o escuchar practicar a muchos grandes solistas, y siempre me sorprendo por lo bien que suenan incluso cuando están trabajando lentamente un pequeño pasaje. Suenan como los profesionales que son. Recuerdo a un colega que dijo acerca de uno de estos solistas, “¡se olvidó de tocar fuera de tono!” Me encanta esa expresión. Yo tenía la mala costumbre de golpear mi cuerda con el metal del arco cerca de la nuez, en arcadas grandes hacia abajo  ¡tengo las cuerdas rotas para demostrarlo! Pero después de decidir que no era muy profesional hacer eso, he “olvidado” cómo hacerlo! el resultado me llevó un tiempo, pero la decisión la tomé un día practicando en mi habitación.

Ahora, hay un montón de tareas que requieren más de un sólo día de trabajo. Para ellas realmente debes ser paciente y experimentar los “dos pasos hacia adelante y un paso hacia atrás”. Pero si ha pasado un tiempo, te debes a ti mismo probar una manera diferente de trabajar: dejar de jugar con los “ejercicios”, tales como cuerdas, golpes de arco, digtaciones, etc. Dedica un día entero a algo de principio a fin, y observa cómo te va. Piensa en ello como una instantánea de ti, el violinista. Si te gusta lo que ves en la instantánea, recuerda cómo te sentías al trabajar de esa manera, y concéntrate en ese estado cada día. Si en lugar de eso estás distraído (como yo cuando veo algunas imágenes de mí mismo) entonces elige una de tus debilidades y dale caña duramente hasta el día siguiente. Elija un ejercicio corto diferente, como un estudio, que se base en tu punto débil. Es probable que veas y notes un progreso inmediato. Si no es así, entonces es el momento de consultar tu técnica a un maestro.

Disfruto tocando durante semanas o meses una pieza de música. Pero esas ocasiones son pocas y además me encuentran siempre con grandes ocupaciones! Mientras tanto, agradezco a mis maestros que me enseñaron a trabajar rápida y eficientemente, y a Todd, quien me recordó que su manera de enfocar atraviesa todas las fronteras artísticas.”


 

 Así que, resumiendo,

  • No se trata sólo de tocar y tocar.
  • Debes tener un objetivo y analizarlo bien.
  • Localiza tus puntos débiles.
  • Analiza esas carencias y trabájalas.
  • Si estás con un tema, debes intentar tocarlo igual de correctamente en todas sus partes.
  • Esta no es la única manera de trabajar: siempre tiene que haber momentos para la búsqueda interior y la práctica por puro placer.

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