Cantantes del siglo XXI: Mercedes Jorge

La brújula del canto ha entrevistado a la soprano Mercedes Jorge, una cantante de gran sensibilidad y generosidad. Posee una voz de timbre dulce y acaramelado que impregna de una gran dulzura sus interpretaciones. Buscadora incansable, trabajadora y disciplinada es una garantía de profesionalidad y buen hacer.

¿Cuál es la primera experiencia que recuerdas con la música?
Realmente, no tengo una primera experiencia marcada. Lo que sí tengo grabado es que les dije a mis padres a los 7 años que quería estudiar música y me comentaron que era muy difícil, pero al año siguiente me matricularon en la escuela de la banda del pueblo.
  ¿En que momento decidiste que querías ser cantante?
Me recuerdo siempre cantando, por lo bajito, desde muy pequeña, y dando la lata en los viajes familiares en coche... así que supongo que siempre ha venido conmigo. Como me dijo una gran amiga mejicana, soy un ser canoro y no puedo evitarlo y si lo dejo me apagaré...

¿Qué personalidad musical crees que te influyó más en tu carrera?
Desde muy joven he escuchado todo lo que he encontrado de Victoria de los Ángeles. En otras temporadas he buscado otras voces más redondas o con mayor perfección técnica, aunque siempre acabo volviendo a su maravillosa expresión y dicción.

¿Cuáles son tus cantantes o músicos favoritos?
Siempre me ha parecido excepcional Victoria de los Ángeles. También me gusta Anna Moffo, Maria Chiara... y entre los hombres Mario del Monaco, Björling, Gigli...

¿Cuál era el estilo o el compositor que más te gustaba estudiar de joven?
Puccini, aunque la mayoría de sus heroínas no son para mi tipo de voz. Lo estudiaba por placer y curiosidad para mí misma, porque en el ambiente académico he abordado otro tipo de repertorio más apropiado.

¿En qué repertorio te sientes más a gusto en la actualidad?
Lied alemán, canción francesa, canción española... me siento más cómoda que en la ópera, aunque realmente es muy variable según la pieza. Más bien, no se trata de un tipo de repertorio en concreto sino de un tipo concreto de piezas de carácter íntimo y expresivo y sin grandes agilidades ni exhibicionismos vocales.
¿Qué opinas de la situación actual de los músicos y los cantantes? ¿Que crees que debería cambiar?
Se trata de una situación delicada y comprometida. La sociedad actual no valora ni potencia la cultura ni la música, y, sin embargo, estoy convencida de que el arte es un vehículo para el crecimiento social, tanto o más como lo es a nivel de enriquecimiento individual. Esta crudísima etapa de recortes, que afectan a lo más básico, van a herir profundamente la formación musical. Desde luego, en la base está la política, y no creo que los políticos actuales puedan ni entre en sus planes hacer algo por cambiar la situación cultural y artística del país. Por otra parte, tal vez sirva para impulsar la entrada de las enseñanzas musicales en el ámbito universitario y disolver las arcaicas instituciones de los conservatorios, modernizando y flexibilizando positivamente ( y, al tiempo, dotándolo de un mayor prestigio, seriedad y reconocimiento social) el acceso y aprendizaje musical.

¿Qué proyectos musicales tienes en mente realizar?
Estoy en una etapa muy intimista, de búsqueda, mejora, aprendizaje y construcción musical, actoral, musical, vocal y personal y básicamente me centro en el estudio detallado y análisis de nuevas piezas. Sin embargo, estoy abierta a pequeños proyectos profesionales que me permiten contactar y no perder de vista la auténtica dimensión laboral en el canto.
¿Qué consejo o recomendaciones darías a los que empiezan ahora a estudiar canto?
El canto es a la vez frustrante y gratificante. Puede sonar a relación amor-odio, pero finalmente la balanza se suele inclinar siempre hacia la satisfacción, pues cuando realmente la vocación está arraigada, la persona lucha para superar todas las dificultades y encuentra una salida. Es una de las disciplinas más difíciles, en cuanto que requiere que el estudiante deposite su confianza en un buen profesor, para dejarse guiar por éste. El instrumento no puede ser autoevaluado ni formado por uno mismo (como sí lo sería un violín, un piano, es decir... algo externo al propio cuerpo) y por eso es básico estar en las manos apropiadas, sin tener en cuenta además la importancia de cuidar el instrumento, pues es único. Sin embargo, el canto es maravilloso y, si de verdad crees que es tu vocación, podrás superar las vicisitudes y disfrutar de momentos muy especiales y plenos en el estudio y en la vida profesional. Como he comentado más arriba, voz, individuo y personalidad van muy unidos. con la construcción vocal y musical, y el estudio de nuevas piezas de forma profunda, ahondando en la etapa en que fueron compuestas y en las características del compositor y el texto, la persona crece de manera integral.

Los rellanos del aprendizaje

Cuando nos introducimos en el aprendizaje de una materia o disciplina nos encontramos con momentos en los  se asmilan conceptos y habilidades de manera rápida, es decir, el esfuerzo que empleamos en el estudio proporciona resultados fácilmente identificables.

En los estudios de canto sucede de igual manera. Al principio aprendemos rápido los conceptos, asimilamos rápido las sensaciones y percibimos un mayor control al cantar. 

En cambio, en muchas ocasiones, nos encontraremos con momentos en los que se tiene una percepción de que no se avanza o no se hace al rítmo al que se hacía en fases previas. Se tendrá una sensación de estar estancado y se tenderá a pensar que todo el esfuerzo ha sido en balde, en estos momentos en los que aparece el desánimo debemos ser conscientes de que seguramente nos encontremos en un rellano del aprendizaje.

Un rellano del aprendizaje es un momento en el que se están modificando estructuras físicas y mentales que nos darán acceso a posteriormente a una mayor y más amplia comprensión de aquello que estamos aprendiendo, más consciente y con un mayor control.

En estos momentos es necesario ser paciente y seguir trabajando pues los resultados no se harán esperar.