Cuadros de una exposición

Hartmann: Proyecto para una puerta en Kiev (PD en Wikipedia)

Viktor Hartmann: Proyecto para una puerta en Kiev (PD en Wikipedia)

Muchas obras de música instrumental han sido compuestas con la intención de contar historias sin utilizar la palabra, describir imágenes sin mostrarlas o, más en general, transmitir ideas extramusicales utilizando nada más que sonidos. Ya hemos visto algunos ejemplos en este blog, desde el Barroco (Las cuatro estaciones de Vivaldi, compuestas a partir de sonetos) hasta el siglo XX (Los planetas de Holst, basados en estos astros y en el carácter de los dioses que les dan nombre).

Hoy, por ser el aniversario de la muerte de Modest Musorgski, ocurrida en 1881, cuando el compositor ruso acababa de cumplir los 42 años, vamos a ver otra de las más famosas obras programáticas de toda la historia de la música: Cuadros de una exposición.

Musorgski compuso esta suite para piano en 15 movimientos en junio de 1874, después de visitar en San Petersburgo la exposición de pintura organizada en memoria de su amigo Viktor Hartmann, arquitecto, escultor y pintor fallecido repentina y prematuramente pocos meses antes. De los más de 400 cuadros que pudo admirar, el compositor ruso eligió 10 para su particular museo sonoro. Los restantes 5 movimientos están construidos sobre el mismo tema que se enuncia al comienzo de la pieza, con compás de amalgama (5/4+6/4) y un carácter severo y solemne, tal como el mismo autor indicó al comienzo de la partitura: Allegro giusto, nel modo russico; senza allegrezza, ma poco sostenuto.

Mussorgsky: Pictures at an Exhibition

Mussorgsky: Pictures at an Exhibition (GFDL Mütze en Wikipedia)

Los títulos de los varios movimientos son en diferentes idiomas. El de la introducción (y de las 4 variaciones a este tema que se intercalan entre algunos de los cuadros) es en francés, Promenade, el paseo del visitante por los corredores del museo. Los del primero y del octavo cuadro son en latín, respectivamente Gnomus (uno gnomo que se mueve frenéticamente y con bruscas paradas) y Catacombae (Sepulcrum romanum) Con mortuis in lingua mortua (retrata una visita del pintor a las catacumbas de París). El italiano es la lengua elegida para el título del segundo cuadro: Il vecchio castello (un trovador canta una melancólica canción delante de los muros de un castillo), mientras que para el tercero, Tuileries (Dispute d’enfants après jeux) (niños jugando ruidosamente en los parques de las Tullerías), y el séptimo, Limoges, le marché (La grande nouvelle) (una discusión acalorada en el mercado de Limoges), volvemos al francés. El cuarto es en polaco: Bydlo, el nombre de un característico carro usado por los campesinos de ese país. El sexto es en yídish, Samuel Goldenberg und Schmuÿle, los nombres de un rico arrogante y un pobre pidiendo limosna. Sólo los tres movimientos restantes son en ruso, el idioma materno del compositor: el quinto cuadro es Ballet de los polluelos en su cascarón, sobre el cual realicé un dibujo animado hace muchos años y el noveno es La cabaña sobre patas de gallina (Baba Yaga), un movimiento grotesco en forma de scherzo que da paso sin solución de continuidad a la última pieza La gran puerta de Kiev, el proyecto de una puerta monumental que Hartmann iba a construir en honor al zar Alejandro II para celebrar su salida incólume del atentado que había sufrido en 1866.

En el vídeo siguiente, una poderosa interpretación de Evgeny Kissin.

Varios compositores quisieron orquestar esta maravillosa obra ―entre ellos Leopold Stokowski y Vladimir Ashkenazi, solo por poner un par de ejemplos― sin embargo uno de estos arreglos no sólo ensombreció a todos los demás,  sino que probablemente sea conocido por el gran público aún más que la versión original para piano. Naturalmente hablo de la orquestación de Maurice Ravel, en el vídeo siguiente interpretada por la Philharmonia Orchestra dirigida por Carlo Maria Giulini hace ya casi medio siglo.

Cuadros de una exposición también llamó la atención de Keith Emerson que, junto con los otros dos componentes de su grupo, Greg Lake and Carl Palmer, a comienzo de los años setenta hizo una versión en clave de rock.

Terminamos con otra versión más, el arreglo que he preparado para flauta dulce del último movimiento, La gran puerta de Kiev. Tengo que advertir de que no es fácil de tocar, sobre todo las dos secciones en las que cambia armadura, en las que se suman varias dificultades: la posición de los dedos (muchas alteraciones), la lectura (mucha enarmonía) y la emisión del sonido (frases muy largas). De todas formas, la parte del piano es completa, por lo que se puede disfrutar mucho aún limitándose a tocar con la flauta las frases más sencillas (el tema principal, con el cual empieza el movimiento, y el tema de la Promenade, que aparece en el compás 100).

Otra advertencia: las indicaciones de metrónomo las he puesto para que surtan efecto en la reproducción y evitar que suene muy mecánico, así como tampoco serían necesarias algunas de las indicaciones dinámicas, que sin embargo nos permiten huir del mezzofortissimo.

Enrique Granados y el sinsentido de la guerra

Enrique Granados

Enrique Granados en 1914 (Foto de Dominio Público)

Hace exactamente 97 años, a primera hora de la tarde, un torpedo salía del tubo de lanzamiento de un submarino alemán que patrullaba el canal de la Mancha y partía en dos un pacífico barco de vapor francés que estaba regresando al continente. Un sinsentido más entre los que llenan las páginas de los libros de Historia, plagadas de conflictos bélicos, y en este caso también de Historia de la Música, pues una de las más de 80 personas que perdieron su vida en ese barco, el Sussex, era Enrique Granados.

El compositor español, a sus 48 años, estaba en un período de fuerte ascenso de su popularidad: la travesía era uno de los últimos tramos del viaje de vuelta de una gira americana tan exitosa que tuvo que prolongarse para incluir una actuación en la Casa Blanca ante el presidente Wilson. Nunca hubiera podido imaginar que el aplazamiento del regreso iba a resultar fatal para él y su mujer, quien le acompañaba en ese viaje y fue engullida por las olas junto con él (como se cuentan dos versiones similares de este episodio, difícilmente sabremos quién de los dos cónyuges, ya a salvo en una lancha, se volvió a lanzar al agua para socorrer al otro).

Entre las obras más célebres del compositor están las 12 danzas españolas que el mismo Granados afirmó haber escrito cuando tenía sólo 16 años, aunque es muy probable que las revisara profundamente en la última década del siglo XIX. Se trata de 12 piezas breves y sencillas aunque de gran expresividad entre las cuales destaca por su popularidad la nº5, Danza andaluza, que su amigo Fritz Kreisler arregló para violín y piano. La siguiente interpretación, del mismo Kreisler, es una grabación histórica en la que ni siquiera un fuerte ruido de fondo puede ocultar la frescura y expresividad del sonido del violinista austríaco.

Otra de estas deliciosas danzas que merece la pena destacar es la nº2, OrientalÁrabe. Esta la vamos a escuchar en la versión original, para piano solo, en la interpretación del mismo compositor. No se trata de una grabación en sentido estricto sino de la reproducción de un rollo de pianola perforado a partir de una interpretación del músico español.

No podía faltar la transcripción para flauta dulce de esta última pieza para las personas que disfrutan tocando este instrumento.

¿Pones atención?

Shylock y Jessica, de Mauryci Gottlieb
Cita inicial de Música y sentimiento, de Charles Rosen (1927-2012)

"[...]
Jessica: Nunca estoy alegre cuando oigo música dulce.
Lorenzo: La razón es que tus espíritus están atentos. [...]"

acto V, escena 1 de El mercader de Venecia,
de W. Shakespeare.




Claro de luna, "Suite Bergamasque", de Debussy:

Música acuática

Händel y Jorge I en el Támesis

Händel y Jorge I en el Támesis el 17 de julio de 1717, por E. Hamman (1819–88)

Hace 328 años nacía uno de los más importantes compositores ingleses de todos los tiempos, Georg Friedrich Händel. Aunque esta afirmación es totalmente cierta, es conveniente matizar que en ese momento, y durante los siguientes 42 años, Händel todavía no era inglés.

Efectivamente, Händel nació en Halle, una ciudad germana que dista menos de 200 kilómetros de Eisenach, la ciudad natal de Johann Sebastian Bach, que nació antes de que Händel cumpliera su primer mes. Pero mientras Bach permaneció toda su vida en Alemania, Händel con 21 años viajó a Italia, donde permaneció unos 5 años durante los cuales refinó su técnica compositiva y organística, además de su gusto por la ópera, y tras un breve paréntesis alemán en el que fue nombrado Kapellmeister por el príncipe elector de Hannover ―que muy pronto sería el rey Jorge I de Gran Bretaña― estableció definitivamente su residencia en Inglaterra en 1712 y quince años después, el 20 de febrero de 1727, adoptó la nacionalidad británica, hecho sancionado con un acta del parlamento.

Pero ahora volvamos atrás hasta los 5 años después de su llegada para conocer algo de la historia de una de sus obras más famosas. Por encargo del monarca tocayo y paisano suyo, Händel compuso una suite para amenizar una excursión real en barca por el río Támesis. El estreno se realizó en una fecha tan intrigante como el 17/7/1717. Los músicos, una orquesta de medio centenar de instrumentistas, tocaron en una barca que navegaba próxima a la del rey. El título de esta obra, que por su duración se catalogó subdividiéndola en tres diferentes suites, es Water Music, traducida al español como Música acuática. Uno de sus movimientos más célebres es Alla Hornpipe, que os propongo en la fresca y brillante versión de la Amsterdam Baroque Orchestra dirigida por Ton Koopman.

El hornpipe, además de un instrumento musical, es una danza de origen irlandés. Sin embargo en este caso ―y también en otro de Purcell que empleó Britten como tema para su Guía para orquesta para jóvenes―, se trata de un hornpipe barroco, más probablemente de origen cortesano que popular.

Como en otras ocasiones, también esta entrada termina con la versión para flauta dulce, esta vez para dos de estos instrumentos (soprano y contralto) y piano.

Adivinanza para 3º ESO

                               Esta adivinanza tiene relación con el ¡¡¡deporte!!!

                               Escucha esta obra, sobretodo el comienzo que seguro te suena de algo:

Es una obra clásica del periodo Barroco, que ha servido para elaborar una pieza del mundo del deporte.

Deberás investigar y decirme:

  1. Nombre de la obra clásica y compositor.
  2. Fechas y lugares de nacimiento y muerte del autor.
  3. Fecha y lugar de estreno de esta obra.
  4. ¿Cuál es el himno deportivo que se basa en esta obra barroca?

A los tres primeros alumnos de 3 º de ESO que conteste en este Blog le subo 0,5 puntos. ¡Daros prisa en investigar tenéis hasta este jueves 28!

Nota: Los comentarios de los compañeros no son publicados hasta la resolucción del Enigma, para no dar pistas.


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