8 consejos para mejorar la postura en violinistas/violistas

Una recopilación de los consejos más importantes y útilies que han aparecido en la revista The Strad sobre la postura correcta con el instrumento.

El consejo de Aaron Rosand:

Para la posición de pie, se puede lograr una buena postura teniendo en cuenta que el peso corporal descansa principalmente en la pierna izquierda. Recuerda que el violín descansa sobre tu lado izquierdo, y esa es la razón de que debas equilibrar el peso en ese lado. No separes las piernas demasiado. 30-35 cm es suficiente para obtener el equilibrio adecuado. Mantén las rodillas flexionadas, no te pongas rígido, y deja la pierna derecha relajada. Al cambiar el peso, tu pierna derecha puede avanzar; siempre que regreses a la posición normal no comiences a caminar. Moverse no es un buen hábito. Piensa en Jascha Heifetz, cuyas piernas eran como el tronco de un árbol. Concentra todo tu movimiento en tus manos y mantén tu mente enfocada exclusivamente en la música.

El consejo de Simon Fischer:

En la fracción de segundo antes de comenzar un golpe de arco, ya sea antes de atacar la cuerda desde el aire o antes de colocar el arco en la cuerda, debe haber un momento de equilibrio completo. Por ejemplo, para comenzar el Concierto de Bruch en Sol m, acerca el arco a unos centímetros de la cuerda y luego detente. Busca una sensación de equilibrio: del arco en la mano, el peso del arco equilibrado con el dedo meñique; la sensación del brazo suspendido en el aire con el mínimo esfuerzo para permanecer allí; y una sensación de “flotar”. Luego coloca el arco en la cuerda para comenzar con el Sol.

El consejo de John Black:

Es importante estar en buena postura siempre que sea posible, de modo que las diferentes partes del cuerpo estén alineadas correctamente, lo que ejerce un estrés mínimo en los tejidos del cuerpo. Sin embargo, la realidad para un músico es que “la-postura-menos-que-ideal” es inevitable. Las consecuencias incluyen el exceso de trabajo de algunos tejidos y la falta de trabajo de los demás, lo que conduce a desequilibrios en la flexibilidad y la fuerza; y la desalineación de las articulaciones, que luego sufren un mayor desgaste.

El daño a las fibras musculares y el tejido conectivo (que ocurre especialmente durante las contracciones musculares excéntricas, por ejemplo cuando los músculos se alargan y contraen al mismo tiempo) puede producir desgarros musculares y la formación de tejido cicatricial, que tiende a acortar las fibras musculares. Por lo tanto, es necesario estirarse en el momento apropiado del proceso de curación para contrarrestar esto.

El consejo de Ruggiero Ricci:

Cuanto más dobles la cabeza hacia la izquierda cuando toques, mayores problemas tendrás en el hombro. Por lo tanto, si decides utilizar una almohadilla, debe ser regulable. Cambia la altura para extenderla desde la base del cuello hasta la barbilla, de modo que dobles la cabeza hacia la izquierda lo menos posible.

El consejo de Mary McGovern:

La relación de la cabeza, el cuello y la espalda es de vital importancia para el equilibrio humano, la coordinación y el movimiento. Frederick Matthias Alexander (1869-1955), creador de la Técnica Alexander, describió esta relación como “el control primario” ya que precede y determina la coordinación y el uso de todas las otras partes del cuerpo. Los violinistas y violistas se enfrentan a problemas particulares en relación con el control primario, ya que la cabeza, el cuello y el hombro están directamente involucrados en el soporte del instrumento.

Un hábito problemático común al sostener el violín o la viola es la inclinación de la cabeza hacia abajo o hacia la izquierda, lo que produce una curva lateral del cuello y tuerce el torso hacia abajo y hacia la izquierda. Esto a su vez causa una compresión del lado izquierdo de la caja torácica y de la parte inferior de la espalda. Demasiado peso y presión se colocan en la cadera y la rodilla izquierdas, y la pelvis se inclina hacia abajo y hacia la derecha, una afección conocida como escoliosis.

El consejo de Géza Szilvay:

Normalmente centramos nuestra atención en la sujeción del violín cuando se introduce un nuevo alumno al instrumento, porque la posición es muy antinatural. Es una tarea exigente, incluso un deber del maestro, hacer que esta posición antinatural parezca natural. Los pedagogos que trabajan con principiantes deben desarrollar una técnica para moldear esta sujeción básica. Esta actividad manual es como el trabajo de un fisioterapeuta y no se limita a las primeras lecciones; generalmente dura varios meses, hasta que el niño siente que el violín es una extensión de su cuerpo.

El maestro debe moldear el agarre del violín del niño con su propia mano derecha. Cuando el niño comprende que la cabeza es lo suficientemente pesada como para sostener el instrumento por su propio peso sin presión en el mentón, el docente puede colocar la mano izquierda del niño en el diapasón, alrededor de la tercera o cuarta posición. Anime al niño a tocar las cuerdas con el pizzicato izquierdo.

El consejo de Aaron Rosand:

Cuando el violín está sobre la clavícula, el hombro izquierdo se mueve ligeramente debajo del violín. El codo izquierdo debe moverse hacia adentro y bien debajo de la parte posterior del violín. Esto colocará tus dedos en la posición ideal para la entonación y el vibrato controlado. El violín a veces se sostiene apoyado en la parte carnosa del pulgar izquierdo y, a veces, con la barbilla hacia abajo para un trabajo de paso rápido o pasajes descendentes desde posiciones más altas. Hay una interacción constante de estas partes y siempre deben estar relajadas. No agarres el cuello del violín con tu mano izquierda. El pulgar debe permanecer libre para deslizarse fácilmente.

Otro consejo de Simon Fisher:

Si usas almohadilla, el extremo izquierdo no debe estar demasiado cerca del borde del hombro, ya que esto puede causar inmovilidad y tensión en la parte superior del brazo. En cambio, coloca la amohadilla lo más cerca posible del cuello. Tampoco debe colocarse demasiado baja (hacia abajo en el caja), ya que esto puede hacer que el violín se incline demasiado, además de hacer que los hombros se estiren y la espalda se incline hacia adelante. En lugar de esto, coloca la almohadilla más arriba en el hombro.

Durante ciertos cambios hacia abajo y otras notas excepcionales, es posible que necesites sostener el instrumento con más firmeza; pero, como norma general, no presiones con fuerza hacia la barbada o entre la barbada y el hombro. Presionar es una manera segura de crear tensión que se extenderá desde el cuello, la parte superior de la espalda y los hombros hacia los brazos. En cambio, simplemente relaja el peso de la cabeza en la barbada. No hay necesidad de presionar el mentón hacia abajo: la cabeza es lo suficientemente fuerte por sí misma.

Traducido de la publicación The Strad

Enlace al original: https://www.thestrad.com/8-ways-for-violinists-to-improve-posture/6746.article

Fecha: 4 Julio 2017

Título original: 8 ways for violinists to improve posture

 

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La postura correcta: los flautistas

Una de las claves a la hora de evitar tensiones innecesarias y lesiones es la postura en la que tocamos. Por eso, en Gran Pausa nos hemos decidido a concienciar con una serie de post en los que hablaremos de la postura correcta que hay que mantener según el instrumento que se toque.

Pautas específicas

La postura del flautista es una postura peculiar por ser asimétrica, al igual que en otros instrumentos como el violín. Teniendo en cuenta que en la flauta los principales punto de apoyo son el mentón, el pulgar izquierdo y el pulgar derecho, la postura de las extremidades superiores respecto al instrumento debe observar las siguientes recomendaciones:

  • Hombros: No levantarlos para no crear tensiones musculares en brazos y manos.
  • Brazos: También relajados, no pegados al cuerpo, pero tampoco excesivamente levantados.
    • El brazo izquierdo debe tener una posición de flexión de hombro inferior a 45°, flexión de codo y flexión dorsal con desviación radial de muñeca.
    • El derecho debe tener una posición de abducción de hombro menor de 90º, con flexión de codo y ligera flexión dorsal de la muñeca.
    • La posición de ambas muñecas tiene que facilitar el movimiento de los dedos.
  • Manos: Las manos cumplen una doble función: por una parte sostener y mantener fija la flauta y por otra permitir a los dedos una articulación rápida, ágil y libre.
    • Para la mano izquierda será necesario flexionar un poco la muñeca para dar redondez a los dedos.
    • El pulgar izquierdo constituye un primer punto de apoyo que ayuda a inmovilizar la flauta con la llave de do del registro medio.
    • La mano derecha también presenta una ligera flexión de la muñeca hacia atrás, para mantener los dedos redondos y relajados.
    • El pulgar derecho es el segundo punto de apoyo y debe situarse más o menos frente al índice derecho, con lo que quedará casi debajo de la llave del fa natural. La palma, bien abierta, se coloca frente a la flauta con los dedos ligeramente redondeados. Atención al dedo meñique, que tiende a quedarse recto perdiendo así movilidad y fuerza.
  • Dedos: Los agujeros de las llaves deben cerrarse con la yema y no con la punta de los dedos. No se deben apoyar los dedos o parte de la mano en el eje y tampoco se deben levantar demasiado. El movimiento de los dedos debe hacerse desde su raíz y no solamente de la falange o la punta del mismo. Los dedos deben permanecer ligeramente curvos, observando que no haya tensión en la muñeca y que permita movilidad con la palma.

De pie

Es importante corregir constantemente cualquier torsión o posición diferente a las mencionadas a continuación:

  • Una línea imaginaria debe pasar a través de la oreja, el hombro, la cadera y el tobillo.
  • Cabeza y cuello: Deben estar en posición alienada con el eje de la columna vertebral, no hacia delante o atrás y tener una pequeña rotación hacia la izquierda, con el fin de no crear una posición descentrada de hombros y omoplatos. Esta posición es imprescindible para una buena postura vertical. La cabeza tiene que estar lo más recta posible con respecto al pecho
  • No echar los hombros hacia delante encogiendo el pecho, alejarlos de las orejas y echar los omoplatos hacia atrás. No tensar ni elevar los hombros. Intentar, en la medida de lo posible, mantenerlos simétricos entre sí.
  • Tórax: La posición normal (no levantada), facilita la respiración más desde la parte baja del abdomen. Al mantener las costillas elevadas, se tiene más libertad para respirar y se evita encorvar los hombros.
  • No tensar en exceso el diafragma, ni los músculos abdominales.
  • Pelvis: Debe mantenerse alineada al eje longitudinal del cuerpo. Se debe evitar llevarla hacia delante o atrás. Es necesario observar su estabilidad, pues se tiende a avanzarla cuando no se controla lo suficiente la respiración.
  • Permanecer de pie puede acentuar en exceso la curvatura lumbar natural. Una buena posición equilibrada de la pelvis y las piernas reducirá la tensión sobre la espalda y la sobrecarga muscular. Las rodillas deben estar ligeramente flexionadas sin tensar las piernas.
  • Mantener las piernas abiertas a una distancia similar a la que hay entre ambos hombros, distribuyendo el peso por igual entre ambas piernas.
  • Los pies deben estar ligeramente hacia afuera y firmemente apoyados en el suelo con el peso repartido por igual entre la punta y el talón.

Sentado

  • La columna con respecto a los muslos debe estar en situación de entre 90° y 120°, al igual que las rodillas alineadas verticalmente con los pies y a 90° y 120° con las caderas.
  • Los pies deben estar ligeramente separados y bien apoyados en el suelo
  • La estructura del cuerpo exige sentarse sobre los huesos de “sustentación”, los isquiones. Al hacerlo así, la pelvis se mantiene recta, centrada y puede sostener la columna, cuello y cabeza, así como todo el peso del tronco.
  • Con la pelvis centrada, la columna puede estirarse y alargarse en lugar de hundirse agudizando sus curvas.
  • Sentarse en el centro o en el borde de la silla y sin inclinarse hacia delante. Puede ser útil que la base de la silla tenga una inclinación de 15° a 30° hacia delante.
  • El atril debe estar a la altura de los ojos y paralelo a la flauta, permitiendo mirar de frente a la partitura, tanto si se toca de pie o sentado para mantener la postura ergonómica. Si se coloca la partitura por debajo de la altura de los ojos, se encorvará la espalda para verla bien; y la espalda debe estar siempre en línea recta.

Información extraída de las Fichas Informativas del Personal Docente de la Región de Murcia. 05944-10. Rev.00. 02/07/12.

Si quieres aprender más sobre lesiones y ejercicios para músicos te recomendamos que leas estos libros

También podéis leer nuestra reseña sobre este otro interesante libro que habla sobre el cuerpo del músico.

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