Una música para la Historia

¿Cómo se hace la música que tiene que sostener a una historia? 

Música con la responsabilidad de evocar pasillos de palacios, intrigas, emoción, amor, luchas, miradas ensoñadoras, caminos, emboscadas y reinos.

El compositor Federico Jusid nos cuenta aspectos de la música, la creación y la grabación de la banda sonora de la serie televisiva "Isabel". 
La primera temporada y bastantes capítulos de la segunda han contado con las grabaciones hechas por la Orquesta Sinfónica de Budapest, Hungría. A partir del capítulo 18 de la 2ª temporada las composiciones se graban en el Teatro Monumental de Madrid con la Orquesta Sinfónica y Coro de RTVE. A partir de entonces, se alternarán los temas grabados por ambas orquestas.




Para Federico Jusid la música es casi un personaje más de la serie, que aporta información relevante, matices moriscos junto a Granada o toques sefardíes, por ejemplo. 

Dando un paseo

El personaje de Charlottte en "Lost in Traslation", interpretado por Scalett Johansson, cansado de pasar días en un hotel de Tokio, decide hacer una excursión a otra ciudad de Japón, Kyoto. Lleva un tiempo pensando a qué va a dedicar su futuro, un poco sola, un poco cansada de estar sola y un poco perdida; en este paseo parece que se fija un poco en su alrededor, en otras formas de ser, en otras maneras de estar en el mundo.

La música que acompaña a la chica en el paseo mezcla sonidos "del exterior" (la voz femenina que se oye por el megáfono en la estación, pasos, campanas...) con la melodía principal produciendo un solo tema musical. Como si el personaje integrara lo diferente de esa ciudad lejana y exótica en su propia experiencia.

Este tema se llama "Alone in Kyoto" (Solo en Kyoto) y es de Air, banda francesa de música electrónica. Air son las siglas de: Amor, Imaginación y Sueño.





BSO de "El Exorcista"






Haz la prueba. Dale al play, escucha atentamente esta música e intenta expresar qué sensación te produce. 
No hay duda: inquietud. Es una música inquietante.

La razón musical puede residir en que el motivo melódico es repetido muchas veces y dejas de esperar que conduzca hacia otra parte más que hacia sí mismo; hay cambios de compás constantes, y, de vez en cuando, el difícil ritmo se interrumpe con amagos de racimos de notas (Cluster) disonantes. Y no hay nada que cree más tensión que una disonancia a tiempo.
 
Cuentan que el director de "El Exorcista",  William Friedkin, le encargó la BSO a Bernard Hermann y, luego, a Lalo Schifrin. Pero las propuestas musicales que le hicieron no le convencían.  

Estando un día en el estudio de grabación probando discos al tun tun puso "Tubular Bells" (1973), de Mike Oldfield, y tan solo oyendo las primeras notas dijo: "Esto es", o algo así. Fue asaltado de forma inmediata por unas notas musicales, expresaban lo que él anhelaba oír.  Había encontrado la música para su película.




Portada del disco
Con Tubular Bells, de Mike Oldfield, publicado en 1973, se estrenó el famoso sello discográfico Virgin Records también en 1973, el mismo año en el que después se estrenaría "El Exorcista".  Tres estrenos de éxito en un mismo año.
La discográfica  Virgin fue quien se puso de acuerdo con la productora cinematográfica para ceder la música; Mike Oldfield se enteraría después y por lo visto no le hizo mucha gracia. 

El disco vendió dieciseis millones de copias.