Variaciones multimedia sobre aquellos geniales cómics de Deyriès y cía (I): La música en el Renacimiento










Si pulsáis aquí encontraréis la primera entrega de un proyecto personal a largo plazo: convertir en un recurso multimedia la famosa Historia de la música en cómics que ya tantos profesores y profesoras de Música usamos habitualmente en clase. 

Y aprovechar, claro está, para traer a colación muchas más cuestiones y audiciones que las que se mencionan en el libro. Por ejemplo, no podemos pasar por alto el hecho de que en las viñetas aparezcan determinados monumentos, o que se mencionen determinados personajes y acontecimientos históricos. De ahí las principales "interdisciplimusicalidades" resultantes: con Plástica, Historia, Literatura...

En esta ocasión lo he hecho sobre el Renacimiento. Si gusta, prepararé más entregas. Lo que viene a continuación solo es una previsualización. Insisto en que mejor pulséis aquí.


 


Está creado usando sidengo.com, plataforma que aprovecho para recomendar. 

Este es el índice que he elaborado para hilar la historia: 


De arañas, gusarañas y violines


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Una noticia bastante curiosa:

Tela de araña para fabricar cuerdas de violín

Evidentemente, la relación interdisciplinaria que primero salta a la vista es aquella que se establece con la asignatura de Naturales; pero también podemos resaltar lazos claros con la de Tecnología.

Más adelante haré un esquema centrado en los componentes de origen animal con los que se han llegado a construir instrumentos musicales. Es algo especialmente conocido en el caso de las cajas de resonancia (desde el caparazón de tortuga de las liras griegas hasta los armadillos de los charangos).

Lo de las cuerdas "de tripa" (adoradas por los historicistas de la música antigua) también tiene su aquel, sobre todo por el pudor que generan. Aunque para asquito, las del instrumento de Orfeo, que al parecer estaban hechas con fibras de los antiguos poetas (¡!).

Menos mal que se trata de mitología. Aunque no crean que ahí acaban las referencias a materiales humanos a la hora de construir instrumentos. Pero eso ya es otra historia...

De momento, volvamos a las arañas. Lo interesante de esta noticia es que se puede poner muy fácilmente en relación con las tan admiradas propiedades y utilidades "biomiméticas" de sus sedas (desde la realización de vestidos hasta impresionantes aplicaciones médicas). Y es un buen momento para poner en práctica el uso de "dúctil" para referirnos a ellas, palabra que forma parte del vocabulario específico de Naturales y Tecnología. Recordemos: dúctiles son aquellos materiales cuya enorme resistencia no les resta maleabilidad.

Hasta el momento no he conseguido ningún vídeo o audio con el que poder juzgar si el sonido es efectivamente tan bueno. De todas maneras, de cara a su posible generalización, y como siempre ocurre en el caso de la seda de araña, también hay que tomar conciencia de las dificultades que implicaría su difícil y lentísima explotación en una hipotética "granja" —definitivamente servidor no podría trabajar ahí: las arañas producen poca seda per se, pero es que además son muy territoriales y se atacan entre ellas si se las junta demasiado. Harían faltan muchas arañas y mucho espacio...  

Al respecto, aporto en las actividades el vínculo a un texto sobre "gusarañas" creadas genéticamente con vistas a la fabricación de hilos similares pero en un alto nivel de producción. Les parezca bien o no a los gusanos de seda, el caso es que es un muy buen ejemplo para abordar el concepto y las implicaciones de lo transgénico.

Ahí os dejo algunas actividades listas para imprimir y trabajar el texto en clase. Que no falte la comprensión escrita.

Actividades imprimibles en torno a las arañas y los violines

Y con las susodichas y un bizcocho...

Bach, Pachelbel y el concepto de versión


Propongo un trabajo para profundizar en el concepto de versión musical: se trata de escoger una pieza de Bach y elegir varios vídeos diferentes en torno a la misma. Y comentarlos un poco, claro. 

Habrá que hacer una presentación digital, de ahí la interdisciplinariedad con Tecnología de la etiqueta. Lo ideal es usar aplicaciones online: checkthis, smore, google docs, popplet, slide rocket... al gusto del consumidor. Pero online. Si no, las cosas se complicarían bastante con vídeos de por medio. Además, basta ya de farragosos powerpoints y de pendrives llenos de virus, ¿no?


Aquí tenéis el checkthis que elaboré como ejemplo:

Algunas versiones del aria de la suite nº 3 de J.S. Bach

Bach es particularmente apropiado para esta actividad: su obra ha sido versionada desde todos los estilos imaginables. Ahora bien, nada impide que adaptemos la actividad y abramos la puerta a otros músicos. Podemos, asimismo, permitir varias piezas diferentes en un mismo trabajo; o bien, elegir nosotros la composición sobre la que indagarán todos los alumnos.

Hay una, en concreto, que bate todas las marcas en cuanto a tenencia de "covers" (conscientes o no, declarados o no). Citaré este tan citado vídeo; quien aún no lo haya visto, que se eche unas risas:
     


Es precisamente Pachelbel el protagonista del esquema que elaboré hace un tiempo en popplet. En él, describo los tipos de versiones que podemos encontrarnos alrededor de una misma obra.

Tipos de versiones musicales (en torno al canon de Pachelbel)

Quede claro que solo se trata de una propuesta terminológica pensada para abordar una serie de conceptos. En el fondo, lo importante no es etiquetarlos, sino comprenderlos. Y comprendiéndolos, ser así capaz de identificar las situaciones intermedias.

Y por último, un texto listo para imprimir con las indicaciones concretas para elaborar el trabajo: primero, para seleccionar bien los vídeos; en segundo lugar, para inspirar un poco la redacción de los comentarios (de ahí, la interdisciplinariedad con Lengua). Además, podéis mostrarles el ejemplo del checkthis que aportaba al principio.

Trabajo de selección y comentario de versiones de Bach

Pues con esto y un bizcocho, me despido por hoy

Janequin y sus pájaros

Vamos con un poco de ornitología a la francesa. La de Clement Janequin (circa 1485-1558), célebre autor renacentista cuyo Chant des oyseaux, aparte de ser un hito per se en la historia de la música, ofrece bastantes posibilidades interdisciplinarias. 



Y no lo digo por este vídeo, cuyo montaje, un ejemplo divertidísimo de quironomía y conversión de melodías en imágenes cinéticas, podría darnos ya una línea de interdisciplinariedad con Plástica. Si no nos da, además, por mencionar las pinturas barrocas flamencas de los "conciertos de pájaros", todo un género en sí mismas (más abajo, una muestra de Melchior d´Hondecoeter). 

Lo digo, ante todo, por el texto de la chançon, de autor desconocido, que está repleto de tantos efectos sonoros que, sin ser siquiera cantado, podría considerarse un ejemplo perfecto de poesía fonética. Por ello, se le puede sacar jugo, en colaboración con Lengua, con simplemente seguir la partitura. Sin olvidar, por supuesto, cualquier análisis literario al uso.

Quien se atreva y tenga alumnos dispuestos, seguro que consigue un divertido ejercicio vocal utilizando algunas de las secciones onomatopéyicas como base (y sin necesidad de entonarlas siquiera).

También, evidentemente, hay mucho juego desde el Departamento de francés; eso sí, con la premisa de que trata de francés antiguo y algunas palabras tienen otra grafía distinta a la moderna. O, simplemente, cayeron ya en desuso. Pero siempre se puede sacar algo de vocabulario.

Otra interdisciplimusicalidad potencial, la de Naturales y Música, por las aves mencionadas o implícitas. Aquí la traducción puede dar bastantes problemas se mezclan nombres genéricos con particulares, hay términos antiguos o muy localistas, otros sin traducción y hasta alguna metáfora más o menos cogida por los pelos pero bueno, lo importante era ofrecer una pauta de trabajo. 

En mi lista salen así los siguientes: el búho (1), el tordo (2), la golondrina marina o charrán (3), la gallina clueca (4), el ruiseñor (5), el cuco (6), el petirrojo (7), el estornino (8), el chochín (9), el zorzal o malvís (10) y el mirlo (11).


A continuación, transcribo la letra, tanto en francés como en castellano. Agradeceré mucho posibles correcciones en los comentarios. La aderezo con vídeos de los cantos reales de los protagonistas (no dudéis en compararlos con las onomatopeyas de la chançon).

Y adjunto, también, los siguientes archivos listos para imprimirse:

-Un pdf con el original en francés y con la traducción que propongo. Si la imagen no se ve, descargad el archivo.
-Un pdf con la traducción escrita sobre la partitura (sobre las voces que primero mencionan cada verso).
-Un pequeño ejercicio con el collage de imágenes de las aves. Si la imagen no se ve, descargad el archivo.



Le chant des oyseaux 
El canto de las aves

(autor desconocido, publicado como chançon de Clement Janequin, 1529)

Reveillez vous, cueurs endormis,
le dieu d'amours vous sonne. 
A ce premier jour de may 
oyseaulx feront merveilles 
pour vous mettre hors d'esmay. 
Destoupez vos oreilles 
et farirariron, ferely ioly (...)
Vous serez tous en ioyemis 
car la saison est bonne. 

Despertad, corazones adormecidos, 
el dios de los amores os llama.
En este primer día de mayo
las aves harán maravillas
Para vuestro sopor combatir
Abrid vuestros oídos
y farirariron, ferely ioly,
os pondréis todos felices,
pues la estación es buena.


Melchior d'Hondecoeter, 1670 [Dominio Público], vía Wikimedia Commons

Vous orrez, à mon advis, 
une dulce musique 
que fera le roy mauvis


Escucharéis, según mi opinión,
una dulce música
que hará el rey malvís,



Le merle aussi, le stournel sera parmi
d'une voix autentique: 
Ty ty ty ty ty ty py ti chou chou (...)

el mirlo también, entre otros estará el tordo
con una voz auténtica
Ty ty ty ty ty ty py ti chou chou (...)




que di tu
Le petit sansonnet de París, Le petit mignon,


¿qué dices?
El pequeño estornino de París, el chochín, 

   




Qu´est la bas, Passe passe, villain!
Quio, quio
Sancte teste Dieu! 
Il est temps d'aller boire.
Tost, tost, au sermon
din, dan, din, dan
Guillemette, Colinette
Saige, cortoys et bien apris
Sus madame, a la messe
Au sermon, ma maistresse
A saint Trotin voir Saint Robin
le doulx musequin
Saint Caquette qui caquette
Rire et gaudir, c'est mon devis
Chascun s'i habandonne. 



¿Quién desciende? ¡Pasa, pasa, pajarraco!
Quio, quio
¡Por lo clavos de Cristo!
Es hora de ir a beber. 
Venga, Venga, al sermón
din, dan, din, dan
Guillemette, Colinette
Decente, cortés y bien dispuesta
Mi señora, a la misa
Al sermón, mi amada
A san Trotín (a pasear), a ver a San Robín (al petirrojo)
El dulce pequeñín
Santa Cloqueta que cloquea
Reir y gozar, ese es mi lema
Que cada cual se abandone.



 

Rossignol du boys ioly, 
à qui la voix resonne, 
pour vous mettre hors d'ennuy 
vostre gorge iargonne: 
 frian, frian, frian, frian 
tar tar tar tar tar tar tu, velecy velecy
ticun, ticun, ticun, ticun
tutu tutu tutu tutu
coqui, coqui, coqui, coqui 
quilara, quilara, quirala, fereli, fy
oy li oy ti oy li oi ti trr
huit, huit. huit. huit
teo teo teo teo teo teo teo teo
Fouquet, Fouquet
fiti, fiti, frr, frr (...)

Ruiseñor del lindo bosque
cuya voz resuena
para vuestro aburrimiento combatir 
Vuestra garganta farfulla:
 frian, frian, frian, frian 
tar tar tar tar tar tar tu, velecy velecy
ticun, ticun, ticun, ticun
tutu tutu tutu tutu
coqui, coqui, coqui, coqui 
quilara, quilara, quirala, fereli, fy
oy li oy ti oy li oi ti trr
huit, huit. huit. huit
teo teo teo teo teo teo teo teo
Charrán, charrán
fiti, fiti, frr, frr (...)




Finez, regrez, pleurs et souci 
Fuiez, regrez, pleurs et souci 
car la saison l'ordonne. 
Arriere, maistre coucou, 
sortez de no' chapitre 
chacun vous donne au hibou, 
car vous n'estes qu'un traistre.
Coucou, coucou, coucou, coucou (...) 
Par traison, en chacun nid 
pondez sans qu'on vous sonne. 
Reveillez vous, cueurs endormis, 
le dieu d'amours vous sonne.

Desvaneceos, llantos, lágrimas y preocupaciones
Huid, llantos, lágrimas y preocupaciones
Pues así la estación lo ordena
 Retroceda, maestro cuco
aléjese de nuestro lado
le entregaremos al búho
pues no sois más que un traidor.
cucú, cucú, cucú, cucú (...)
Por traición, en cada nido
ponéis (huevos) sin que se se os llame

Despertad, corazones adormecidos, 
el dios del amor os llama.

 

Recuerdos (ficticios) de Nannerl Mozart



Salzburgo, septiembre de 1829


Mi nombre es Maria Anna Mozart, aunque siempre me han conocido como Nannerl Mozart. Soy la hija del compositor Leopold Mozart, el del famoso tratado para violín. Y soy la hermana mayor del gran Wolfgang Amadeus Mozart, acaso el mejor músico que ha pisado nunca la faz de la tierra.

Presiento que ya no me queda mucho de vida. Tengo casi ochenta años, y desde hace unos pocos perdí la visión por completo. He pues de dictar estas palabras, pero aún toco el piano todos los días y aún tengo la cabeza en su sitio. Por ello puedo, debo y quiero corresponder la amable invitación que el periódico local acaba de hacerme: compartir algunos de los recuerdos que tengo de mi hermano.

Tiene gracia. Ya han pasado más años desde que se fue que los que pudo estar entre nosotros (apenas unos treinta y cinco). Sin él son tantos ya... ¡y con él fueron tan pocos! Además, en mi caso menos aún, pues las circunstancias de la vida nos separaron bastante antes de su muerte.

Descubrí la triste condición de sus últimos años leyendo su primera biografía, la del profesor Niemetschek. Y pude colaborar con la última publicada, la del recientemente fallecido Georg Nissen, que no fue otro que el segundo marido de Constanze, otrora mi cuñada. Ahora Mozart es ya un tesoro entre los melómanos: mi hermano es digno de biografías, con el tiempo habrá estatuas suyas por doquier... y hasta puede que algún día hagan obras de teatro basadas en su vida.

Qué lástima que no fuese tan mimado como ahora lo sería. ¿Miles y miles de personas en el funeral de Beethoven? ¡Quién sabe cuántas habría podido reunir Wolfgang, de sobrevivir solo algunos años más! Pero el compositor más admirado hoy, el ídolo del propio Beethoven, el autor de algunas de las partituras más bellas jamás escritas, murió sin embargo olvidado, en una tumba sin lápida que nadie será capaz de encontrar, acompañado tan solo de sus enterradores. Yo ni me enteré a tiempo de despedirme de él.

De todos es sabido por qué le abandonó la suerte. Después de trabajar en palacios, de tocar ante emperatrices y reyes, de ser adorado por el público... Mozart decidió ser más libre en lo musical, no componer para el gusto de la época sino atendiendo a su propia expresividad. Pero los tiempos aún no estaban para tanta libertad. En efecto, las últimas obras de Mozart fueron las de un revolucionario.

El problema es que nadie quería comprarle partituras tan extravagantes ni contratarle de la misma forma que antes. Los oídos de entonces no estaban preparados. Al final mi hermano murió endeudado y acabó enfermando de muerte siendo aún demasiado joven. Eso sí, con esa edad, compuso más obras que cualquier otro compositor el doble de viejo. Solo nos resta imaginar la de maravillas que nunca llegaron a salir de su pluma y que nunca podremos escuchar ya.

Pero vayámonos al principio, a su juventud. Desde muy pequeño mostró una capacidad asombrosa por la música. A los tres años comenzó a tocar el piano y otros instrumentos de teclado, a los cinco compuso su primera pieza, después aprendió a tocar el órgano, se volvió un gran cantante y un magnífico violinista y violista. A los doce años escribió su primera ópera y se mostró capaz de dirigir una orquesta. Fue, como podéis ver, un niño prodigio.

Mis amigos me recuerdan que yo también lo fui, y que podría haber llegado igual de lejos que él como compositora o como pianista. Francamente, lo dudo mucho, lo de Wolfgang es irrepetible. Pero, eso sí, confieso que sí que deseé dedicarme a la música con más ahínco del que me dejó esta sociedad.

Al principio, acompañé a mi hermano y a mi padre en sus viajes, y participaba como pianista en nuestros espectáculos. Eran un tanto circenses, todo hay que decirlo. Por más que quisiéramos interpretar la mejor de las músicas, lo único que quería la mayor parte del público era ver a esos dos chavales tocar de espaldas o con los ojos vendados.

Cuando cumplí los dieciocho años ya no estaba bien visto, como mujer, que me dedicase a la música profesionalmente. Ni como intérprete, ni mucho menos como compositora. Por ello me apartaron de los conciertos y de los viajes. Me habría encantado conocer Italia y sus músicas de primera mano, pero no pudo ser.


Capricho KV 395, dedicado por Mozart a su hermana Nannerl. Se trata de una pieza alucinante, sorprendentemente poco conocida. Un usuario de youtube, AcousticDude17, señala la modernidad de esta obra comparándola con Liszt.

En Roma, a propósito, ocurrió esa tan genial anécdota. Allí había una pieza polifónica que solo podía ser interpretada en la Capilla Sixtina, bajo los frescos de Miguel Ángel. La partitura, un Miserere de Allegri, permanecía guardada bajo llave y estaba prohibido hacer copias de ella. Pues bien, cuando Mozart la escuchó entonces sólo tenía catorce años la memorizó por completo y luego la escribió entera. Como si nada.

Cuando creció un poco más, Mozart trabajó para el arzobispo de Salzburgo, nuestra ciudad natal. Parecía un buen puesto, pero mi hermano se sentía allí como un esclavo. Al final, acabaron muy enemistados y el arzobispo le despidió, no sin antes intentar humillarlo: ordenó que se le expulsara de su palacio con una patada en el trasero. De cualquier manera, de esta época salieron obras estupendas.

Y así las cosas, aprovechó para hacer carrera en Viena, y pronto encontró su lugar cerca de la Corte, junto a José II. Si bien es verdad que el emperador se fijó más en otros compositores y que, aunque lo trató mejor que el arzobispo, nunca le otorgó toda la importancia que debió haberle dado.

Por entonces ya tenía veinticinco años. Sólo le quedaban, por tanto, diez. Pero... ¡qué diez años! Compuso óperas que seguirán representándose siempre, sinfonías increíbles, conciertos inolvidables. Además, como pianista se granjeó un éxito también más que notable. En realidad, su fuente de ingresos venía más de ahí que como compositor, aunque casi todo lo que interpretaba en público era suyo, todo hay que decirlo.

El último año de su vida, 1791, fue el más productivo musicalmente. Escribió sus tres últimas sinfonías, La Flauta Mágica y algunas piezas de piano increíbles. Además, entre otras maravillas, dejó inacabado su impresionante Réquiem. Completado más tarde por uno de sus discípulos, es una de las obras más trágicas y más misteriosas de mi hermano. Cuenta la leyenda que se lo encargó un personaje enmascarado que no quería dar a conocer su identidad. Mi hermano, ya enfermo y postrado en la cama, acabó creyendo, al parecer, que este venía del más allá y que estaba componiendo para sí mismo su propia misa de difuntos.

Como dije antes, es una verdadera pena imaginar qué más cosas podría haber compuesto de haber vivido algo más. Pero las que compuso ahí están, y estoy convencida de que las siguientes generaciones seguirán apreciando a mi hermano cada vez que las escuchen.

Crédito de la fotografía: Eusebius Johann Alphen (1741-1772), miniatura en marfil de los hermanos Mozart (fotografía libre de derechos tomada de Wikimedia Commons)