¡Devolvamos el protagonismo al alumnado!

Experiencias educativas en las aulas del siglo XXI - Innovación con TICCasi un año después de la presentación de Experiencias educativas en las aulas del Siglo XXI. Innovación con TIC, voy a publicar aquí mi capítulo (el libro tiene licencia Creative Commons). Hasta ahora no lo había hecho porque consideré más oportuno ofrecer el link para la descarga gratuita del libro completo, 400 y pico páginas con las experiencias de más de un centenar de docentes de toda España, para fomentar la difusión que efectivamente ha tenido.

Tras más de un año desde su redacción, en un momento en que desde el Ministerio anuncian la supresión del programa Escuela 2.0 (y de muchos otros programas y planes), es fundamental que se reflexione sobre la importancia del uso de la tecnología en educación.  No se trata simplemente de “aprender a usar los ordenadores” -lo que, de no conseguirse en edad escolar, se puede compensar una vez adultos- sino de algo mucho más importante: la tecnología bien utilizada nos sirve para cambiar el enfoque metodológico, consiguiendo que el alumnado deje de ser un receptor pasivo de conocimientos prefabricados y se convierta en el protagonista de su aprendizaje, mediante un esfuerzo continuo de construcción activa de nuevo conocimiento. En otras palabras: se trata de la calidad de la educación.

¡Devolvamos el protagonismo al alumnado!

Abstract: La asignatura y su materialización en forma de libro de texto constituyen el centro de la atención de nuestro sistema educativo, desplazando así al alumnado de lo que tendría que ser su sitio. Las TIC bien empleadas pueden ayudarnos a devolver el protagonismo al alumnado, siempre que evitemos el riesgo de que la tecnología y los ordenadores tomen el relevo de asignaturas y libros, dejando de nuevo al alumnado en segundo plano.

Palabras clave: ESO, Secundaria, wiki, trabajo colaborativo, competencias básicas.

La permanencia obligatoria del alumnado en el sistema educativo hasta los 16 años no es un avance incuestionable de por sí, sino una grandísima oportunidad de desarrollo personal y social que por el momento estamos aprovechando sólo en parte. Las causas de que se desaproveche la otra parte -tema de un debate que pocas veces llega a ser constructivo, limitándose frecuentemente a una serie de acusaciones de cada sector de la comunidad educativa hacia otro- las tenemos que buscar entre todos y todas. Y sobre todo, debemos ponerle remedio a las que puedan identificarse.

Personalmente, desde mi humilde punto de vista de profesor de Educación Secundaria, y además de Música, creo tener muy clara una de esas causas de la exclusión del sistema educativo de una porción de alumnado tan importante (actualmente se puede cifrar en alrededor de un tercio del total): la estructura de la ESO, que sigue anclada a una uniformidad del currículo y una organización del horario lectivo totalmente inadecuadas a nuestros tiempos e incapaces de dar respuestas eficaces a la gran diversidad de talento e interés del alumnado. Me refiero tanto a la gran cantidad de horas que el alumnado pasa en clases masificadas, donde la relación aprendizaje/hora es demasiado baja, como a la distribución de ese tiempo lectivo, basada, en vez de en las aptitudes e inclinaciones de cada uno de los alumnos y alumnas, en la supuesta mayor importancia de algunas de las asignaturas del currículo y en el falaz argumento de que, inculcando los mismos conocimientos a todos, se les están ofreciendo también las mismas oportunidades.

Esta estructuración del tiempo que considera la asignatura como elemento fundamental tiene una serie de consecuencias negativas sobre todo en la Educación Secundaria, las más importantes de las cuales son el excesivo número de docentes que entran en un mismo grupo-clase (entre una decena y una docena) -y como consecuencia el excesivo número de alumnos/as encomendados a cada docente (que se acerca a los 300 en el caso de asignaturas que sólo tienen 2 horas semanales)- y la compartimentación del conocimiento en contenedores estancos totalmente artificiales.

Aunque el fondo de este obstáculo sea de índole burocrática y eliminarlo no está directamente a nuestro alcance, sólo aparentemente es insuperable, pues podemos sortearlo aplicando un enfoque multidisciplinar a todas las asignaturas y trabajando por tareas integradas. Un cambio metodológico de este tipo vuelve a colocar al alumnado en el centro de la atención, devolviéndole el rol de protagonista de su proceso de aprendizaje que le ha sido usurpado por los contenidos que conforman las asignaturas. De nuevo la asignatura, esa pequeñísima y arbitraria selección del conocimiento, filtrada y homogeneizada para ser suministrada a todo el alumnado por igual -exceptuando las adaptaciones curriculares que se realizan, previo diagnóstico psicopedagógico, para las necesidades educativas especiales-, hecha tangible en forma de libro de texto, instrumento fundamental y paradigmático del planteamiento transmisivo de la educación que arrastramos desde hace siglos y del que nos cuesta liberarnos.

¿Cuál es el rol de las TIC dentro de este panorama? No es una pregunta retórica, pues desde luego la tecnología y los ordenadores pueden ser sumamente útiles, pero también existe cierto riesgo de que tomen posesión del puesto que actualmente ocupan las asignaturas y los libros de texto y, como decíamos anteriormente, si no aprovechamos la ocasión para situar al alumnado en el centro del proceso de enseñanza y aprendizaje, volveremos a fracasar.

Estoy plenamente de acuerdo con una apuesta decidida por las TIC en educación, siempre que se pongan al servicio de un proyecto con una sólida justificación pedagógica y se empleen sobre todo como potentes herramientas de trabajo del alumnado para: buscar informaciones, analizarlas críticamente, seleccionarlas y elaborarlas; relacionar esos datos con sus conocimientos previos y añadirlos a ellos, dándole una nueva estructura y creando así nuevo conocimiento, además de utilizarlas como otro medio más para comunicarse con sus compañeros y compañeras y con el profesorado, medio que por muchos aspectos es más adecuado al trabajo colaborativo.

Leer un PDF en la pantalla en vez de leer el libro de texto o realizar ejercicios de evaluación en el ordenador en vez de en un folio es un falso progreso o, en el mejor de los casos, un progreso a medias que no aportará absolutamente nada al alumnado desmotivado, aparte de los primeros momentos de curiosidad por la novedad. Dicho de manera más simple y llana: si usamos las TIC para hacer lo mismo que hacíamos sin ellas, no hemos avanzado nada.

Las TIC, entre otras cosas, pueden ayudarnos a diseñar y realizar tareas integradas y colaborativas en las que cada alumno y alumna, independientemente de su competencia curricular en las distintas asignaturas, pueda participar activamente y mejorar el proyecto con sus aportaciones, sintiendo la satisfacción del trabajo bien realizado y el consecuente refuerzo de su autoestima, elemento imprescindible para una buena motivación hacia los estudios.

Con estas intenciones puse en marcha hace más de dos años, dentro del proyecto educacionmusical.es, una wiki, espacio en el cual participan todos los alumnos y alumnas del instituto que están cursando Música, independientemente del nivel educativo en el que estén matriculados.

Instalada sobre MediaWiki, software libre que todos y todas conocemos por ser el mismo que usa la Wikipedia, la wiki de educacionmusical.es arrancó gracias al trabajo de alumnos y alumnas a los que ya no doy clase, que trasladaron a este espacio una serie de entradas sobre instrumentos musicales que habían escrito originariamente para su blog de aula. Tras esa primera fase, la actividad sigue desarrollándose como una pequeña enciclopedia colaborativa de los instrumentos musicales, con la participación del alumnado de todos los niveles de la ESO, que libremente puede crear nuevas entradas, ampliar las existentes, limpiar la ortografía y la gramática, arreglar tamaño, resolución y alineación de las imágenes, cazar y borrar los plagios realizados por los compañeros y compañeras más novatos, enlazar a otras entradas de la wiki, a páginas externas o a archivos multimedia, y así sucesivamente.

Gracias a las herramientas disponibles (Aportaciones del usuario) los alumnos y alumnas son evaluados no sólo por el resultado global del trabajo colaborativo, sino también, y sobre todo, por su aportación personal a ese resultado, tanto en su cantidad como en su calidad.

A pesar de la aparente superficialidad de esta tarea, en la que el alumnado goza de grandísima libertad, el trabajo con esta herramienta didáctica es una labor muy compleja en la cual se integran varias áreas del currículo y gracias a la cual se ejercitan varias competencias básicas. Además de la evidente aportación a la competencia en comunicación lingüística -trabajamos intensivamente la lectura comprensiva, la expresión escrita, la ortografía, la gramática, etc.-, la temática de la wiki y el formato de la misma permiten trabajar también las otras competencias, tal vez con la única excepción de la competencia matemática, que desde nuestro ámbito tratamos más en las actividades de música práctica y de teoría del lenguaje musical.

De hecho, trabajamos la competencia en el conocimiento y la interacción con el mundo físico debido al esfuerzo de comprensión del mecanismo de funcionamiento y ejecución de los instrumentos; la competencia cultural y artística observando la historia y desarrollo de los instrumentos y su participación en diferentes géneros y conjuntos musicales; el tratamiento de la información y competencia digital gracias a la búsqueda y cotejo de la información así como su reelaboración; la competencia social y ciudadana por el trabajo colaborativo y la toma de conciencia de la eficacia del mismo; la competencia para aprender a aprender por la posibilidad casi ilimitada de profundizar en la búsqueda del conocimiento; y finalmente la autonomía e iniciativa personal por la dinámica de trabajo, que deja al alumnado las decisiones más importantes, desde la naturaleza de las aportaciones a la organización del tiempo, pudiendo trabajar tanto aprovechando pequeños ratos como dedicando a esta tarea sesiones de trabajo más bien largas.

Este último punto es particularmente importante: los alumnos y alumnas pueden y deben tomar decisiones, pues deben ser los y las protagonistas de su aprendizaje porque son quienes más que nadie pueden llegar a conocer qué les interesa y les apasiona, qué les preocupa y les inquieta, qué les motiva y les anima; en resumen, en qué consisten su talento y sus intereses, estrictamente ligados a su pleno desarrollo como personas y como ciudadanos y ciudadanas. Es nuestra responsabilidad como docentes el guiarles en esa búsqueda dentro de un clima de confianza y de estima, una empresa en la cual las TIC pueden resultarnos bastante útiles.

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Entre palomas y gaviotas

Carlos GuastavinoEl siglo XX ha comportado una fractura entre los compositores de música culta (para usar la menos mala de las definiciones que nos permiten entender el género al que nos referimos) y el público. Tras un par de siglos de progresivo acercamiento entre el compositor y el público, culminado en el Romanticismo, donde asistimos a fenómenos de masa como los virtuosos (sobre todo pianistas y violinistas) y la ópera, el músico del siglo XX se encuentra de frente a una incómoda disyuntiva en la que tiene que decidir si componer experimentando para innovar el lenguaje y la estética musical -asumiendo de esa manera la responsabilidad de educar el oído y el gusto musical del público, aún a riesgo de perderlo- o renunciando parcial o totalmente a la investigación para dedicarse a escribir una música de más fácil comprensión y disfrute, basadas en el lenguaje musical de las generaciones anteriores.

Carlos Guastavino, nacido hace exactamente 100 años, decidió tomar este segundo camino, llegando a ser el más importante continuador del nacionalismo romántico argentino, en el cual confluyen la tradición europea y el folclore de su país.

En el catálogo de Guastavino, que incluye varios centenares de obras tanto vocales como instrumentales, destaca Se equivocó la palomauna canción que compuso en 1941 sobre un poema de Rafael Alberti, conocida en todo el mundo gracias a las interpretaciones de numerosos cantantes, por ejemplo José Carreras, María Dolores Pradera y Joan Manuel Serrat. La versión de este últímo es un arreglo de Sergio Endrigo, que a su vez la cantaba traducida al italiano.

Entre tantas versiones, la que prefiero es sin duda la de Mercedes Sosa, cuyo arreglo sobrio  tanto en armonía como en instrumentación nos deja disfrutar de todos los matices expresivos de su voz plena y rica.

Para quienes quieran tocarla con la flauta, aquí está la partitura.

Entre las razones del éxito de esta canción está sin duda la elección de Guastavino de repetir una y otra vez las palabras se equivocaba (en el poema sólo aparecen al comienzo), lo que, junto con el uso de una armonía modal, amplifica la atmósfera de ensoñación que posee el poema, cuyo título es simplemente La paloma. Alberti lo escribió en París en 1940, un año antes de publicarlo en Buenos Aires en el libro Entre la espada y el clavel, dedicado a Pablo Neruda.

La paloma se equivocaba -lo afirmó Alberti y lo repitió Guastavino- eso es indudable, pero si se equivocaba era por ingenuidad, esto tampoco se puede cuestionar pues ya se sabe, esta ave es reconocida universalmente como símbolo de la paz. Sin embargo, no podemos decir lo mismo de otros pájaros que cometen graves errores por maldad (o incultura). El día 27 de marzo, con ocasión del Día Mundial del Teatro y del 5º aniversario del teatro dedicado al poeta gaditano en el municipio almeriense de Huércal-Overa, el PP retira el nombre de Rafael Alberti de su Teatro Municipal por considerar que “no vende” a la ciudad. Parafraseando al poeta: Se equivocó la gaviota, se equivocaba. Haciendo alarde de un autoritarismo de otros tiempos y de una profunda mezquindad, el concejal de Cultura de ese pueblo, Antonio Lázaro, que merecería pasar a la historia por su incultura (o maldad), ha afirmado que “no hay razón para que el mayor espacio escénico de la localidad esté dedicado a esta persona”. Afirmación patética donde las haya, pues razones hay de sobra: por si no bastaran cada uno de sus versos inmortales, este poeta universal, reconocido en todo el mundo por su obra y su compromiso político y social, ha sido galardonado entre otros con el Premio Cervantes el  Premio Nacional de Poesía y el Premio Nacional de Teatro (sí, de Teatro); fue nombrado Doctor Honoris Causa por las Universidades de Cádiz, Toulouse, Burdeos, La Habana,  por la Complutense de Madrid y la Politécnica de Valencia; también se le otorgó el título de Comendador de las Artes y las Letras en Francia, el de Alcalde Perpetuo del Puerto de Santa María, el de Ciudadano de Honor de Roma y de Buenos Aires y el de Hijo predilecto de Andalucía, y me paro aquí porque creo que es más que suficiente.

No hace falta seguir, es más, quizás tampoco hubiera hecho falta dar estas explicaciones, pues todos los que no sean incultos (o malvados) le han visto el plumero a ese pájaro llamado Lázaro (para seguir con el símil ornitológico), incapaz de reconocer (por inculto) la grandeza de un personaje admirable o de aceptar (por malvado) que exista otra opción política que no sea la suya. O por ambas razones.

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Reflexión para 2012 y para siempre

“Os deseo un Año 2012 de silencio e interiorización, de donde saldrán la creatividad, el amor y la prosperidad, con mi primer artículo de Espacio Humano de este año: ¡Silencio, se rueda!

Cuando el ayudante de dirección de una película golpea la claqueta y dice “¡silencio, se rueda!”, todo el mundo contiene la respiración y pone su atención en la escena que se va a rodar. Es una especie de conjuro por el que cesan ruidos y distracciones y solo cuenta el guión previsto. Cada mañana al levantarnos, podríamos invocar el silencio para contemplar la vida despertándose en nosotros y a nuestro alrededor. Incluso antes de recordar los planes del día, las obligaciones a cumplir y los objetivos que nos marcamos. Recomenzamos el guión de nuestra vida sin distraernos por el escenario que nos rodea.

En enero empieza un nuevo año y es un periodo especial para hacer limpieza y definir propósitos. Dejar atrás lo inservible: el ruido, el barullo, el bullicio y la barahúnda internos y externos. Teléfonos, televisión, radio, conversaciones insustanciales que nos alejan de ese lugar profundo e inalterable tan menudo olvidado. Es como sumergirse buceando unos metros en el mar en medio del oleaje. Allí abajo, únicamente el rumor de la arena arrastrándose y la imperceptible comunicación de delfines y ballenas.

¡Qué buen propósito para el 2012 sería reclamarnos silencio después de un año de ruido y furia! Tal vez veríamos los acontecimientos que nos asustan de otro modo. Los individuales y los colectivos. El temor a suspender un examen, a no encontrar trabajo una vez acabados los estudios, a perder el trabajo conseguido, a no llegar a final de mes con el sueldo tan costosamente trabajado, a que nos deje la pareja, al futuro. Porque los miedos siempre están en el futuro. Son proyecciones desde nuestro presente de todo lo que podría salirnos mal. Y si el miedo es recurrente y obsesivo puede degenerar en ansiedad, que no es sino un enorme abismo subjetivo entre el aquí y el ahora y el allí y el entonces.

Y fuera de nosotros, la crisis, el paro, ineficaces e interminables debates políticos, regímenes que caen, guerras, calentamiento global del planeta, el hambre que no cesa y, de fondo, el monótono zumbido de que si la prima de riesgo sube o baja, la deuda soberana es o no impagable, los “mercados” que tumban gobiernos… como si no hubiera vivido el ser humano sobre este planeta más de quinientos mil años sin todo ello y como si eso fuera el máximo progreso del “homo economicus”.

Pero no hay ansiedad que se resista a diez respiraciones profundas. Tal como respiramos, así pensamos y así sentimos. Es imposible controlar totalmente los pensamientos, que van y vienen como nubes pasajeras más allá de nuestra voluntad o sentirnos mejor o peor según el día y lo que nos sucede. Pero sí es posible ser consciente de la respiración, respirar a pleno pulmón, vaciar el aire viciado y oxigenar las neuronas y todas las células del cuerpo.

En todas las épocas y en todas las culturas, el silencio ha sido una de las vías de progreso interior y de desarrollo personal y espiritual. Retirarse al desierto como los eremitas, a un monasterio o simplemente subir a lo alto de la montaña como en la cultura de los indios americanos para aquietar el espíritu y tener la visión y, con ella, volver a la tribu y compartirla. Hoy día bastaría con hacer una respiración profunda antes de responder al teléfono y vernos sumergidos en el territorio de quien llama. O dedicarnos “un minuto básico”, que explica muy bien Martin Boroson en su libro “Respira. Relax para personas ajetreadas” (Ed. Urano) y también en un excelente power point de cinco minutos llamado “one-moment meditation, con subtítulos en castellano. (http://www.youtube.com/watch?v=F6eFFCi12v8&feature=player_embedded)

Tal vez sea significativo que el primero de los cinco sentidos que se desarrolla en el vientre materno es el oído, uno de los caminos más directos a la emoción, porque sonidos y palabras evocan recuerdos y experiencias, a veces remotas y olvidadas, incluso antes de que tuviésemos la capacidad de hablar. Curiosamente el cine mudo nunca fue mudo, porque mientras se desarrollaba la cinta sin sonido, pianista solía poner la música, algún presentador iba explicando y, posteriormente, técnicos de efectos especiales iban añadiendo los sonidos pertinentes conforme a la acción que se estaba desarrollando. Luego vinieron las bandas sonoras con sonido estereofónico y altavoces atronadores.

No es de extrañar que hoy día casi todo el mundo tema el silencio embarazoso que puede producirse en un café, en un ascensor, antes de una reunión de trabajo o de una conferencia. La mayoría de las personas se sienten nerviosas y se entablan conversaciones superficiales. ¿No será que para muchos el silencio está asociado a la soledad? ¿Será que creen que profundizar en su interior es encontrar un gran vacío que les recuerda la silenciosa Señora de la Guadaña? El silencio de los cementerios. No obstante, también existe el silencio de una noche estrellada o de un amanecer en el campo antes de que despierten los pájaros. Y puede ser muy bello y profundo si simplemente se le deja estar sin llenarlo inmediatamente por miedo a lo inhabitual y desconocido.

Esta invitación al silencio no tiene nada que ver con su imposición. A lo largo de toda la historia, y aún actualmente, el silencio impuesto recuerda la censura de los poseedores de la verdad, de los regímenes dictatoriales o simplemente de quien ejerce su poder a través de la palabra sobre el oprimido amordazado. Este no es un verdadero silencio, porque el deseo de expresarse, de liberarse de la mordaza no produce paz mental ni éxtasis corporal. El verdadero silencio interior es un silencio de las mismas células en el que uno no se identifica con pensamientos, deseos, planes ni miedos. Como tampoco lo es el silencio que viene del aburrimiento, de la perplejidad o del no atreverse a expresar. El auténtico silencio es mental, emocional y corporal. Y más allá, espiritual: la contemplación en donde no hay objetivos que conseguir ni separación alguna entre el observador y lo observado.

El silencio no es un fin en sí mismo, sino un requisito indispensable para que las palabras que surgen de él sean veraces, sanadoras y oportunas. No romper el silencio si no es para mejorarlo, sería una buena máxima. Y en el silencio hay muchas profundidades y calidades. Y cuando se llega al silencio profundo se pasa de las técnicas de meditación al estado meditativo. Es entonces cuando podemos decir con el gran poeta y místico Rumi: “Dejadme ahora sentarme aquí, en el umbral de los dos mundos, perdido en la elocuencia del silencio”.”

Por Alfonso Colodrón Gómez-Roxas 


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Recordando el 2011…

Tracce effimere, CC Tania Caruso en FlickrCuando termina un año es bastante frecuente oír comentarios sobre si ha sido bueno, malo o regular, lo que nos invita a reflexionar sobre cómo ha resultado para nosotros.

En mi caso, me resulta bastante complicado definir este año con una etiqueta tan simple, pues se han sucedido y solapado acontecimientos maravillosos con otros realmente muy duros, sobre todo un problema de salud del que todavía estoy recuperándome y que espero que dentro de poco sea sólo uno más de esos malos recuerdos que afortunadamente los mecanismos de defensa de nuestra mente se encargan de difuminar.

Simultáneamente a ese trance por el que me ha tocado pasar, y que todavía me tiene de baja, he vivido (sin poder disfrutarlo plenamente) uno de los momentos más gratificantes de este año: la obtención de una plaza de asesor en el CEP Marbella-Coín, puesto al que espero poder incorporarme muy pronto, a ser posible nada más terminar las vacaciones. Tengo mucha ilusión por vivir esta experiencia que estoy seguro de que me resultará muy enriquecedora, tanto a nivel profesional como personal.

Todo eso ha sido durante el último trimestre del 2011, que también es el primero de un curso escolar que he empezado en el centro en el que tengo mi destino definitivo, el IES Vega de Mijas, en el que sólo pude dar 5 o 6 clases a mis 240 alumnos y alumnas de 1º de ESO, muy pocas para poder enseñarles algo más que tres piezas con la flauta, pero suficientes para tomarles mucho cariño y sentir cierta nostalgia cada vez que recibo uno de esos afectuosos mensajes de ánimo que me mandan a través del Tuenti… doce añitos, tan chiquitos y tan grandes.

Durante este último trimestre, por lo que ya he dicho, el ritmo de publicación de este blog ha disminuido enormemente. Eso, sumado al hecho de que durante lo que queda de curso no estaré en el aula, me ha hecho plantearme la posibilidad de cerrarlo, no en el sentido de retirarlo de la red, pero sí de darlo por concluido publicando un último post de despedida y cerrando los comentarios. Lo dije anteayer durante una cena con gente muy cercana a mi, cuatro excelentes blogueros, Benjamín, Javier, Mayti y Piluca, y mi musa. Esas palabras provocaron una reacción tan vehemente de mis amigos que me ha convencido de que educacionmusical.es tiene que seguir.

Este blog, además de servirme de apoyo a las clases y de proporcionar a mis alumnos y alumnas una herramienta de estudio y de encuentro, me ha dado grandes satisfacciones: sin ir demasiado atrás en el tiempo y quedándonos en el año que está a punto de finalizar, el pasado mes de febrero recogí uno de los Premios a Materiales Educativos del ITE, un momento inolvidable en el cual, además de recibir un galardón que premia el blog y, sobre todo, la labor educativa que está detrás de él, tuve la oportunidad de conocer personalmente a algunas de las estupendas personas que trabajan en el ITE, como Carlos, Antonio, Raúl o Ismaíl, a quienes tuve ocasión de volver a ver en diversos eventos, cosa que espero que se repita con frecuencia.

Tanto antes como después de este día, he recibido las felicitaciones de mucha gente de mi ámbito laboral, lo que me ha gratificado enormemente porque desmiente, por lo menos en buena parte, una frase que suele oír quien se implica en este trabajo más allá de sus estrictas obligaciones: nadie te lo va a agradecer. Sin embargo, además del agradecimiento tácito pero sincero y profundo de mis alumnos y alumnas, los únicos en los que pensaba cuando abrí este blog, recibí el reconocimiento del delegado provincial (excelente músico y docente) y del consejero.

También me felicitó el inspector, lo que, junto con el aprecio de los ya citados representantes de la Administración educativa, compensó con creces el hecho de que (parafraseando a una de las premiadas en la más reciente edición de los premios Espiral Edublogs) mi directora no está aquí y mi claustro no me ha felicitado. Aunque cueste creerlo, la directora y el jefe de estudios de mi centro han demostrado un desinterés que roza el desprecio a mi labor y a mi ofrecimiento -totalmente desprendido y manteniendo no 18 sino 21 horas lectivas- de poner mi experiencia a disposición del centro. Pero ya se sabe: nemo propheta in patria sua.

Entre los acontecimientos que quiero recordar aquí, de los muchos que han ocurrido en este tan intenso 2011, obviamente no puede faltar la publicación de Experiencias educativas en las aulas del siglo XXI – Innovación con TIC,  presentado el pasado mes de junio en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.

Experiencias educativas en las aulas del siglo XXI - Innovación con TICParticipar en la coordinación de este libro, un proyecto que recoge las aportaciones de más de un centenar de docentes de toda España, ha sido una gran oportunidad de colaborar con unas personas para las que el adjetivo excelente se queda corto, tanto desde el punto de vista profesional como humano, y de aprender mucho de ellos. Hablo de Azu VázquezDiego Sobrino y Pep Hernández, los otros tres coordinadores, y de Juanmi Muñoz y Esther Subias, respectivamente presidente y vicepresidenta de la Asociación Espiral.

Las pocas horas que quedan para que termine el 2011 no las quiero dedicar a recordar el pasado, sino a imaginar el nuevo año, para el que ya tengo en mente varios proyectos, y desearos a todos vosotros, lectores y lectoras de este blog, que en él se cumplan vuestras más ansiadas ilusiones.

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¿Regresamos?

¡Hola!

Aquí estamos nuevamente. Luego de una extensa licencia por estudio, retomamos la actividad. A lo largo de este período de verano se presentarán algunas actividades que serán diseñadas para abordar ciertos contenidos del área de música.
Felices vacaciones para todos! Nos rencontraremos en las salas pronto!




Mientras tanto... ¿Nos damos un chapuzón?




 


Muchos Saludos!
Ma. de los Milagros.