Aprender a cantar: Los malos hábitos ( parte 1 )

Los malos hábitos a la hora de cantar es algo que se adquiere cuando no trabajamos nuestra voz con un profesor cualificado para detectarlos en nosotros. Hoy he querido escribir sobre ellos para que en el caso de que os encontréis con alguno lo sepáis.

La lista de malos hábitos que se pueden adquirir a la hora de cantar por nuestra cuenta es muy extensa, así que voy a hablar sobre los más comunes.

Tensión en la mandíbula

Este es un problema muy común que rara vez nos damos cuenta de que padecemos pero que nos limita mucho a la hora de cantar. La manera más sencilla de detectarlo es poniendo atención en nuestra mandíbula mientras cantamos observándonos en un espejo. Si vemos que apenas se mueve o lo hace muy poco o que incluso hay una nota en que se queda clavada, tendremos nuestros claros indicios.

Hay gente más sensorial que otra y algunos pueden darse cuenta al acabar de cantar de que sienten una molestia y tensión en la mandíbula. Cómo no, ese es otro claro indicio de que hay un problema. Un ejercicio muy práctico para combatirlo es leer (aunque no se entienda lo que dices) manteniendo la boca abierta, sujetando la mandíbula de manera que no haga fuerza.

Tensión en la raíz de la lengua

Si este es tu mal hábito, en ocasiones notarás cómo tu voz suena engolada. Además si cantas de esa manera durante mucho rato, sentirás una molestia muy sospechosa en la raíz de la lengua. Para solucionar este problema tienes varios ejercicios que te pueden ser útiles:
  • Leer con la lengua reposando sobre el labio inferior intentando que se mueva lo mínimo posible.
  • Cantar tocando con la punta de la lengua tu labio superior
  • Cantar tocando la parte posterior de tus dientes con la punta de la lengua.

Tensión corporal

Hay mucha gente que mientras canta tensa todo el cuerpo involuntariamente de manera que si están mucho rato cantando acaban muy cansados y con dolores de espalda. Es recomendable observarte en un espejo mientras practicas tus ejercicios o mientras cantas, para asegurarte de que a ti no te está pasando. Si te pasa, puedes probar bajando el volumen de tu voz. A veces, si cantamos a un volumen muy alto, nos da la sensación que debemos ayudarnos con el resto del cuerpo, así que bajar el volumen puede ayudar a destensar.

Respiración de hombros

Si bien es cierto que según Speech Level Singing, centrarse en el control de la respiración no es crucial a la hora de aprender a cantar, la respiración de hombros es algo que no nos ayuda y nos puede causar otro tipo de problemas.

Yo pienso que es importante saber que hay tres maneras de respirar. La primera es cuando se nos hincha la barriga, la segunda, cuando se nos hincha el pecho y la tercera, cuando se nos levantan los hombros. Esta última es la que utilizamos cuando nos parece que necesitamos aire muy rápido (porque estamos estresados, cansados, etc.) y es la que utilizan muchos cantantes, por este mismo motivo, porque creen que necesitan coger aire más rápido.

Los efectos negativos que tiene esta respiración es que al llenar menos nuestros pulmones, lo tenemos que hacer más a menudo y es más incómodo. Además, puede producirnos una tensión innecesaria en los hombros que luego desencadena en dolor de hombros.

En el caso de que observes que estás realizando este tipo de respiración, deberías intentar respirar hinchando tu barriga. Hay mucha gente que no sabe cómo hacerlo. Una manera muy sencilla de saber a qué me refiero es tumbarte y notar como tu estómago sube y baja a medida que respiras.

Si quieres vencer a tus malos hábitos o simplemente quieres aprender a cantar, recuerda que puedes hacerlo con nosotros. ¡Ponte en contacto con nosotros y reserva tu primera clase de canto!




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